Muy respetados lectores, reciban un cordial saludo.
Comparto con ustedes estás líneas que encontré en mi cuenta de Facebook. Me parece interesante para los que estamos en desarrollo, como para los que ya tienen años, y es que pienso que siempre estamos en proceso de crecimiento y desarrollo, no se termina de aprender, cuando crees saber todo, pues nada, sale algo y te dice "ey pajarito, te falta aprender esto y aquello"
Ser Médium
La mediumnidad es un instrumento paranormal que se encuentra inherente en la criatura humana, como la inteligencia, la razón. Todo individuo que capta la presencia de seres espirituales de forma consciente o no, es portador de mediumnidad y tiene como tarea el desplegar los recursos paranormales a través de una educación adecuada, gracias a la cual se volverá un instrumento responsable para el ministerio superior a que está destinado. Siendo confundida al comienzo con varias patologías, sean de orden mental u orgánica, la mediumnidad se convirtió en un medio para demostrar en el equívoco en que tercamente permanecían sus gratuitos opositores o los investigadores apurados.
La mediumnidad describe una función que siempre ha estado presente en el hombre en todos los tiempos, pero es con Allan Kardec que comienza a ser tomada en cuenta y a ser tratada a través de un estudio minucioso, colocándola así en el lugar que le corresponde, el ser puente para el intercambio entre los espíritus de ambos lados de la vida con aquellos que se encuentran sumergidos en el mismo nivel de percepciones psíquicas en el cuerpo físico. Surge de una forma espontánea, independientemente de la edad, posición social, religión o escepticismo en que se encuentre el individuo. Normalmente llama la atención por los fenómenos insólitos de la cual es portadora, produciendo efectos físicos e intelectuales, así como manifestaciones en el área visual, auditivo, mostrando una variada gama según las diferentes expresiones intelectuales, materiales y subjetivas que se exteriorizan en el día a día de todos los seres humanos.
El médium, cuando observa los hechos poco comunes que le ocurren, descubre una inmensa veta de oro que cuando es penetrada, ofrece gemas de inestimable valor. Así como el buzo educa su respiración para poder bajar en las aguas profundas, en donde espera encontrar ostras raras que son portadoras de perlas poco comunes, el médium tiene el deber de disciplinar la mente, con la finalidad de sumergirse en el océano íntimo y de ahí poder arrancar las preciosidades que se encuentran pegadas en la concha de las aspiraciones morales y espirituales.
A veces cuando la mediumnidad aparece surgen diversos trastornos, puede ser en el organismo, a través de desequilibrios y enfermedades, o por medio de preocupaciones emocionales y psiquiátricas, debido a la fragilidad de su constitución físico-psicológica. La mediumnidad no es la que genera el trastorno en el organismo, sino como éste depende la calidad con la que está revestido, es la acción de los fluidos de los espíritus la que favorece o no a la disfunción. Por otro lado, cuando la acción espiritual es saludable, una áurea de paz y de bienestar envuelve al médium, auxiliándolo en la preservación de las fuerzas que lo nutren y sustentan durante la existencia física.
La educación o el despliegue mediúmnico tiene como objetivo ampliar el campo del hecho paranormal, pues al tener como propósito principal el instruir a los hombres, el iluminar las conciencias, es a través de recursos propios que proporciona el ministerio de la caridad, dándoles a los desencarnados que están en aflicción la posibilidad de mitigar los sufrimientos, las penas, la ignorancia…
La facultad de ser médium, que es propia de los seres inteligentes constituye un instrumento superior de servicio al alcance de todos, dependiendo de cada uno el darle la debida atención a la presencia orgánica o ignorarla, el agudizar la sensibilidad o perturbarla y consecuentemente dejarla al abandono, corriendo el riesgo de que sea utilizada por entidades perversas o frívolas que se encargarán de perturbarla, obstaculizarla o volverla un medio de desequilibrio para el propio médium así como para aquellos que están a su alrededor. Por lo tanto, lo que determina que atraiga mentes que vibren en el mismo campo de vibraciones especiales, no es el ser médium o no, sino el tipo de conducta que el médium demuestre tener.
Swedenborg, científico culto, al percibir la presencia de la mediumnidad, no tergiversó al estudiar la facultad y se dedicó a su ejercicio, ofreciendo a la humanidad un valioso patrimonio de sabiduría, esperanza y paz. Edgar Cayce, cuando constata la manifestación mediúmnica del cual era objeto, se dedicó al trabajo pertinente y auxilió a decenas de millares de pacientes que lo buscaron para que los ayude… Adolf Hitler, después de frecuentar el Grupo Thule, de fenómenos mediúmnicos que era dirigido por Dietrich Eckhart en Berlín, enloqueció y fascinado creyó ser la “mano de la Providencia”, volviéndose el destructor de millones de vidas y fue responsable por innumerables males, que aún permanecen en la Tierra…
La mediumnidad en sí misma no es buena ni mala, antes bien presenta un carácter neutral, dando oportunidad al hombre de utilizarla como le plazca, y de ese uso derivarán los resultados que acompañarán al médium hasta el momento final de su etapa evolutiva en el cuerpo.
Vianna de Carvalho
Médium Divaldo Pereira Franco
Extraído del libro "Médiums Y Mediumnidades"
Espero sirva para ampliar los conocimientos de muchos de los que hacen vida en este buen foro.
La Paz de Nuestro Señor sea con todos.
Comparto con ustedes estás líneas que encontré en mi cuenta de Facebook. Me parece interesante para los que estamos en desarrollo, como para los que ya tienen años, y es que pienso que siempre estamos en proceso de crecimiento y desarrollo, no se termina de aprender, cuando crees saber todo, pues nada, sale algo y te dice "ey pajarito, te falta aprender esto y aquello"
Ser Médium
La mediumnidad es un instrumento paranormal que se encuentra inherente en la criatura humana, como la inteligencia, la razón. Todo individuo que capta la presencia de seres espirituales de forma consciente o no, es portador de mediumnidad y tiene como tarea el desplegar los recursos paranormales a través de una educación adecuada, gracias a la cual se volverá un instrumento responsable para el ministerio superior a que está destinado. Siendo confundida al comienzo con varias patologías, sean de orden mental u orgánica, la mediumnidad se convirtió en un medio para demostrar en el equívoco en que tercamente permanecían sus gratuitos opositores o los investigadores apurados.
La mediumnidad describe una función que siempre ha estado presente en el hombre en todos los tiempos, pero es con Allan Kardec que comienza a ser tomada en cuenta y a ser tratada a través de un estudio minucioso, colocándola así en el lugar que le corresponde, el ser puente para el intercambio entre los espíritus de ambos lados de la vida con aquellos que se encuentran sumergidos en el mismo nivel de percepciones psíquicas en el cuerpo físico. Surge de una forma espontánea, independientemente de la edad, posición social, religión o escepticismo en que se encuentre el individuo. Normalmente llama la atención por los fenómenos insólitos de la cual es portadora, produciendo efectos físicos e intelectuales, así como manifestaciones en el área visual, auditivo, mostrando una variada gama según las diferentes expresiones intelectuales, materiales y subjetivas que se exteriorizan en el día a día de todos los seres humanos.
El médium, cuando observa los hechos poco comunes que le ocurren, descubre una inmensa veta de oro que cuando es penetrada, ofrece gemas de inestimable valor. Así como el buzo educa su respiración para poder bajar en las aguas profundas, en donde espera encontrar ostras raras que son portadoras de perlas poco comunes, el médium tiene el deber de disciplinar la mente, con la finalidad de sumergirse en el océano íntimo y de ahí poder arrancar las preciosidades que se encuentran pegadas en la concha de las aspiraciones morales y espirituales.
A veces cuando la mediumnidad aparece surgen diversos trastornos, puede ser en el organismo, a través de desequilibrios y enfermedades, o por medio de preocupaciones emocionales y psiquiátricas, debido a la fragilidad de su constitución físico-psicológica. La mediumnidad no es la que genera el trastorno en el organismo, sino como éste depende la calidad con la que está revestido, es la acción de los fluidos de los espíritus la que favorece o no a la disfunción. Por otro lado, cuando la acción espiritual es saludable, una áurea de paz y de bienestar envuelve al médium, auxiliándolo en la preservación de las fuerzas que lo nutren y sustentan durante la existencia física.
La educación o el despliegue mediúmnico tiene como objetivo ampliar el campo del hecho paranormal, pues al tener como propósito principal el instruir a los hombres, el iluminar las conciencias, es a través de recursos propios que proporciona el ministerio de la caridad, dándoles a los desencarnados que están en aflicción la posibilidad de mitigar los sufrimientos, las penas, la ignorancia…
La facultad de ser médium, que es propia de los seres inteligentes constituye un instrumento superior de servicio al alcance de todos, dependiendo de cada uno el darle la debida atención a la presencia orgánica o ignorarla, el agudizar la sensibilidad o perturbarla y consecuentemente dejarla al abandono, corriendo el riesgo de que sea utilizada por entidades perversas o frívolas que se encargarán de perturbarla, obstaculizarla o volverla un medio de desequilibrio para el propio médium así como para aquellos que están a su alrededor. Por lo tanto, lo que determina que atraiga mentes que vibren en el mismo campo de vibraciones especiales, no es el ser médium o no, sino el tipo de conducta que el médium demuestre tener.
Swedenborg, científico culto, al percibir la presencia de la mediumnidad, no tergiversó al estudiar la facultad y se dedicó a su ejercicio, ofreciendo a la humanidad un valioso patrimonio de sabiduría, esperanza y paz. Edgar Cayce, cuando constata la manifestación mediúmnica del cual era objeto, se dedicó al trabajo pertinente y auxilió a decenas de millares de pacientes que lo buscaron para que los ayude… Adolf Hitler, después de frecuentar el Grupo Thule, de fenómenos mediúmnicos que era dirigido por Dietrich Eckhart en Berlín, enloqueció y fascinado creyó ser la “mano de la Providencia”, volviéndose el destructor de millones de vidas y fue responsable por innumerables males, que aún permanecen en la Tierra…
La mediumnidad en sí misma no es buena ni mala, antes bien presenta un carácter neutral, dando oportunidad al hombre de utilizarla como le plazca, y de ese uso derivarán los resultados que acompañarán al médium hasta el momento final de su etapa evolutiva en el cuerpo.
Vianna de Carvalho
Médium Divaldo Pereira Franco
Extraído del libro "Médiums Y Mediumnidades"
Espero sirva para ampliar los conocimientos de muchos de los que hacen vida en este buen foro.
La Paz de Nuestro Señor sea con todos.