Mediumnidad Voluntaria
La mediumnidad voluntaria, también llamada mediumnidad de prueba, es aquella que pide el espíritu cuando se encuentra en el espacio y ve que está próxima una nueva encarnación en la que quiere adelantar en su progreso de una forma más rápida que podría hacerlo en condiciones normales, es decir sin mediumnidad. Por medio de la mediumnidad, se puede adelantar en una sola existencia lo que de otro modo le costaría varias encarnaciones, de ahí que lo pidan muchos espíritus a fin de ir más rápidos en su progreso.
Este tipo de iniciativas por parte de los espíritus desencarnados puede deberse bien porque llevan retraso en sus anteriores encarnaciones y quieren recuperar el tiempo perdido, o porque quieren probarse para ver si con el adelanto que ya han adquirido son capaces de cumplir con una misión de estas características.
Naturalmente, esta es una prueba importante para el espíritu en los mundos de expiación y prueba como el nuestro, puesto que hay una gran diferencia entre estar en el mundo espiritual, en donde se goza de una claridad de ideas y certidumbre sobre nuestro destino evolutivo, a estar inmersos en la materia y sumergidos en una sociedad materialista que cierra las puertas a la comprensión y profundización de los conceptos espirituales.
Pero el espíritu, cuando está libre en el espacio y comprende lo mucho que puede adelantar en una sola existencia, viéndose fuerte y con ganas de emprender una tarea ardua, pero provechosa, se atreve a pedir una misión con mediumnidad.
El compromiso que tiene una persona que viene con mediumnidad voluntaria no es otro que el de ayudar a sus semejantes por medio de la facultad que posee, con el servicio que presta a todos aquellos que pueda ayudar, se sitúa en la vía de la fraternidad más pura y desinteresada y comienza, si cumple fielmente con su misión, una etapa a no dudar de existencias positivas, puesto que en esta última se habrá fortalecido grandemente, alcanzando un desarrollo notable de virtudes como la caridad, la voluntad, la fe, etc., y esto le otorga una sólida base moral para afrontar nuevas existencias con una buena predisposición hacia el bien.
Este tipo de espíritus, por lo general, están comprendidos en las leyes universales y cuando encarnan conservan cierta intuición de la misión que han traído, intuición ésta que su espíritu protector se encarga de recordarles y, como han pedido esta misión por su propia voluntad, cuando les llega el momento de empezar a trabajar suelen aceptarlo sin poner reparos. En definitiva, estas pueden ser las características que reúnen este tipo de facultades:
Cuando descubren que vienen provistos de mediumnidad no se rebelan ante esta situación, sino que lo aceptan con predisposición positiva.
Estudian la mediumnidad y buscan personas con experiencia y conocimientos que puedan ayudarles a encaminarse positivamente.
Analizan aquellos obstáculos que pueden tener o defectos que les impidan poner en práctica la mediumnidad para eliminarlos.
Tratan de adaptarse y organizar su vida de modo que puedan cumplir con su misión lo mejor posible.
Rechazan cualquier tipo de ideas establecidas, prejuicios y convencionalismos sociales que les impidan llevar a cabo su labor.
Ponen al servicio de sus semejantes su mediumnidad sin idea de sacar un beneficio material o económico de la misma.
Tienen un sentimiento interior de responsabilidad ante su misión.
Por nuestra parte, deseamos remarcar este último aspecto cual es el de la responsabilidad que se adquiere cuando se viene con este compromiso como es el de la mediumnidad voluntaria, no olvidemos que lo hemos pedido voluntariamente y que se nos ha concedido porque el plano espiritual nos vio con posibilidades de llevar esa misión hacia adelante con éxito. De no hacerlo así, significa que nos hemos dejado vencer por las pruebas del mundo material y que hemos hecho oídos sordos a nuestra conciencia y a las indicaciones de nuestro protector, al cual habremos dejado de lado. Supone por nuestra parte un error gravísimo si después de haber venido preparados y con un gran trabajo hacia nosotros volcado desde el plano espiritual, nos olvidamos del mismo y vivimos nuestra vida con egoísmo sin responder al llamado de la conciencia.
Habremos perdido una existencia con todas las consecuencias que ello lleva consigo. Lo peor de todo será el remordimiento que recogeremos cuando después de desencarnar veamos lo que hemos hecho, entonces no podremos olvidar el error cometido, y viviremos con la angustia y la vergüenza que supone el reconocer las debilidades a las que hemos dado paso, y ese dolor interior no se pasa sino hasta que por karma tengamos que venir nuevamente en otra existencia a cumplir con la deuda que dejamos pendiente.
Pensemos en los beneficios que nos puede reportar la mediumnidad si la ejercitamos bien, en una sola vida podemos dar un salto de gigante y no solamente recuperar el tiempo perdido, sino superar viejas deudas y defectos que nos mantenían atados a vidas de bajeza moral y desconcierto espiritual.
Este tipo de iniciativas por parte de los espíritus desencarnados puede deberse bien porque llevan retraso en sus anteriores encarnaciones y quieren recuperar el tiempo perdido, o porque quieren probarse para ver si con el adelanto que ya han adquirido son capaces de cumplir con una misión de estas características.
Naturalmente, esta es una prueba importante para el espíritu en los mundos de expiación y prueba como el nuestro, puesto que hay una gran diferencia entre estar en el mundo espiritual, en donde se goza de una claridad de ideas y certidumbre sobre nuestro destino evolutivo, a estar inmersos en la materia y sumergidos en una sociedad materialista que cierra las puertas a la comprensión y profundización de los conceptos espirituales.
Pero el espíritu, cuando está libre en el espacio y comprende lo mucho que puede adelantar en una sola existencia, viéndose fuerte y con ganas de emprender una tarea ardua, pero provechosa, se atreve a pedir una misión con mediumnidad.
El compromiso que tiene una persona que viene con mediumnidad voluntaria no es otro que el de ayudar a sus semejantes por medio de la facultad que posee, con el servicio que presta a todos aquellos que pueda ayudar, se sitúa en la vía de la fraternidad más pura y desinteresada y comienza, si cumple fielmente con su misión, una etapa a no dudar de existencias positivas, puesto que en esta última se habrá fortalecido grandemente, alcanzando un desarrollo notable de virtudes como la caridad, la voluntad, la fe, etc., y esto le otorga una sólida base moral para afrontar nuevas existencias con una buena predisposición hacia el bien.
Este tipo de espíritus, por lo general, están comprendidos en las leyes universales y cuando encarnan conservan cierta intuición de la misión que han traído, intuición ésta que su espíritu protector se encarga de recordarles y, como han pedido esta misión por su propia voluntad, cuando les llega el momento de empezar a trabajar suelen aceptarlo sin poner reparos. En definitiva, estas pueden ser las características que reúnen este tipo de facultades:
Cuando descubren que vienen provistos de mediumnidad no se rebelan ante esta situación, sino que lo aceptan con predisposición positiva.
Estudian la mediumnidad y buscan personas con experiencia y conocimientos que puedan ayudarles a encaminarse positivamente.
Analizan aquellos obstáculos que pueden tener o defectos que les impidan poner en práctica la mediumnidad para eliminarlos.
Tratan de adaptarse y organizar su vida de modo que puedan cumplir con su misión lo mejor posible.
Rechazan cualquier tipo de ideas establecidas, prejuicios y convencionalismos sociales que les impidan llevar a cabo su labor.
Ponen al servicio de sus semejantes su mediumnidad sin idea de sacar un beneficio material o económico de la misma.
Tienen un sentimiento interior de responsabilidad ante su misión.
Por nuestra parte, deseamos remarcar este último aspecto cual es el de la responsabilidad que se adquiere cuando se viene con este compromiso como es el de la mediumnidad voluntaria, no olvidemos que lo hemos pedido voluntariamente y que se nos ha concedido porque el plano espiritual nos vio con posibilidades de llevar esa misión hacia adelante con éxito. De no hacerlo así, significa que nos hemos dejado vencer por las pruebas del mundo material y que hemos hecho oídos sordos a nuestra conciencia y a las indicaciones de nuestro protector, al cual habremos dejado de lado. Supone por nuestra parte un error gravísimo si después de haber venido preparados y con un gran trabajo hacia nosotros volcado desde el plano espiritual, nos olvidamos del mismo y vivimos nuestra vida con egoísmo sin responder al llamado de la conciencia.
Habremos perdido una existencia con todas las consecuencias que ello lleva consigo. Lo peor de todo será el remordimiento que recogeremos cuando después de desencarnar veamos lo que hemos hecho, entonces no podremos olvidar el error cometido, y viviremos con la angustia y la vergüenza que supone el reconocer las debilidades a las que hemos dado paso, y ese dolor interior no se pasa sino hasta que por karma tengamos que venir nuevamente en otra existencia a cumplir con la deuda que dejamos pendiente.
Pensemos en los beneficios que nos puede reportar la mediumnidad si la ejercitamos bien, en una sola vida podemos dar un salto de gigante y no solamente recuperar el tiempo perdido, sino superar viejas deudas y defectos que nos mantenían atados a vidas de bajeza moral y desconcierto espiritual.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.