¿Si yo me aparto del Centro de Umbanda los Guías me van a castigar?

¿Si yo me aparto del Centro de Umbanda los Guías me van a castigar? Castigo_fisico_ni%C3%B1os

El tema aquí abordado genera todavía en los días de hoy mucha discusión, pues escuchamos de algunos hermanos que visitan nuestra casa que fueron a determinado centro e infelizmente el dirigente de esta casa les informó que “su vida estaba andando para atrás, pues sus Guías se le habían volteado contra el mismo por él haber abandonado el terreiro”, esta información parte de personas supuestas trabajadoras de centros umbandistas. Eso infelizmente muestra que falta dentro de nuestra religión, estudio, doctrina y encima de todo buen sentido.

Cuando hablamos sobre “Guías de Umbanda” podemos de forma simple referirnos a “trabajadores de lo más alto” que militan en la ley de Umbanda y que hasta nosotros se dirigen, eso se da para que también nosotros podamos aprender y evolucionar. No podemos tropezar en la vida y desear enseñar a alguien a andar, lo que deseo decir es que estos espíritus sean de la línea a la que pertenezcan, son seres de luz, evolucionados y asociar “venganza” a los mismos es algo totalmente fuera de reflexión, mostrando total falta de preparación del médium o dirigente que de esta forma se refiere a los Guías, como si ellos fuesen espíritus ignorantes. Nosotros como seres en evolución todavía asociamos un terreiro como “una tienda de milagros” donde depositamos nuestros problemas en las manos de los Guías y esperamos que ellos resuelvan aquello que es de nuestra responsabilidad lo que de forma alguna existe. Movidos por nuestro ego herido y orgullo cuando percibimos que todo cambio externo requiere talar nuestros defectos interiores procuramos un culpable para huir de esta responsabilidad y el Guía, el terreiro y el dirigente serio siempre paga el plato. Nos apartamos y nuestra vida no anda hacia adelante simplemente porque nuestro interior está en desajuste y mientras no acomodemos eso, las cosas tienden a salir mal. Nos acordamos aquí de la Ley de Afinidad y nuestros enemigos por cuestión de vibración se ligan a nosotros actuando para que todo a nuestro alrededor salga mal y en el afán de desviarnos de un camino de luz, nos llevan a casas donde impera la indisciplina y el comercio de lo sagrado, donde dirigentes y muchas veces médiums poco preparados actuando dentro de un animismo nos informan que “nuestros Guías están cerrando nuestros caminos” atrayéndonos para una trampa donde se desenvolverá un gran proceso obsesivo.

Mis hermanos, el Guía no viene a tierra para resolver problemas de nadie, pues nosotros debemos aprender a ser responsables por nuestros actos. La función de un Guía es “orientar” y no “asumir” y militando dentro de la Ley y de la Justicia Divina jamás nos perjudicarían, pues los mismos aprendieron a respetar la ley del libre albedrío. Creer que un Guía de ley nos perjudicaría es menospreciar los fundamentos sagrados de nuestra Umbanda.

El Guía de ley no le persigue, lo que le persigue es su consciencia. Guía de ley no le perjudica, lo que le perjudica es su ignorancia espiritual. Guía de ley no cierra sus caminos, usted echa afuera las oportunidades que le son ofrecidas. Guía de ley no facilita las cosas, todo lo que conquistamos viene de nuestro esfuerzo y merecimiento. Esperamos haber contribuido para el esclarecimiento de todos y cerramos este texto con las palabras de un añorado Caboclo Mirim: Umbanda es cosa seria para gente seria. Con votos de mucha luz a todos.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.