ESPIRITISMO:
Muchos seres humanos piensan que el Espiritismo es religión. Otros deciden llamarlo «Ciencia», algunos le dicen secta- Los demás le nombran « Estudio». Otros lo apodan «Magia». Aquellos de buena fe le llaman «Doctrina», cuando sabemos que el Espiritismo es la política del Creador para el gobierno del Universo y que comprime miles de doctrinas.
¿Cómo le conocemos nosotros los estudiantes del Espiritismo Luz y Verdad? ¿Cómo lo nombramos nosotros? ¿En qué forma lo designamos y entendemos?
Entre nosotros los estudiantes del Espiritismo como los dedos de una mano, tenemos de todo, desde el simplón, el mediocre, el asustadizo de su propia sombra, el timorato, el agua tibia, hasta aquellos, que sin andarlo diciendo han mostrado su fe por sus obras enormes y geniales de verdaderos hombre cabales y completos, trinos y progresistas que en diversas formas dejaron jalonada la senda de la Humanidad. Para los primeros entre los que nos contamos, decir Espiritista, es decir algo secreto y de origen dudoso, algo que haya que conversarlo escondidos entre los pliegues de la sotana que no hemos podido botar, algo que nos avergüenza y denigra porque entre nuestros compadres y amigotes se «dice» que los espiritista somos locos y chiflados que tenemos pacto con el diablo y hablamos con los «muertos». Por eso mantenemos nuestra pobre y misérrima convicción escondida y solo hablamos de Espiritismo con los «espiritistas» de a medio cuartillo, sólo mencionamos la vida del espíritu con aquellos que nos son de sobra conocidos como estudiante de Espiritismo, sea del color que sea. Pero en cuanto topamos con algún humano que no es de nuestro conocimiento comenzamos a esconder nuestras ideas y a darnos por más ignorantes de lo que realmente somos en el conocimiento de las leyes del espíritu. Digo lo anterior por que nosotros a quienes nos asusta y nunca lo hemos imaginado, no podemos tener una concepción exacta de lo que es el Espiritismo. En cambio a aquellos aguerridos y valientes espiritistas que han sobresalido en la faz del planeta como hombres faros, hombres soles que nos han brindado todo lo que tienen en aras del progreso humano, a aquellos que deslumbran con su luz en medio de su aparente humildad, a ellos y de ellos es de quienes hemos aprendido que Espiritismo es; Política del Creador para Gobierno del Universo Infinito. Así, secamente, sin más rodeos ni eufemismos porque sin Espiritismo no habría Universo, porque lo que no tiene ni sostiene orden ni concierto es anarquía y así no podrá jamás vivir el Universo Mundo.
¿Entonces?... ¿el Espiritismo es Ciencia? ¿Es doctrina? ¿Es religión? ¿Es magia? ¿Es estudio? Abránse las compuertas del entendimiento y acéptense los rudimentos espiritistas que hasta el momento conocemos como una primicia de lo que nos espera en un futuro cercano, cuando se nos descorra el velo que ahora oculta a nuestra mirada esos infinitos arcanos que uno a uno van siendo del dominio del hombre, espejo fiel y representante de Eloí, el Dios a quien amamos, respetamos y veneramos.
Al decir Espiritismo estamos diciendo TODO porque nada escapa a la función del Hacedor como Origen de Voluntad impresa en la Acción hecha Hombre para mover y remover y adelantar y progresar mundos y constelaciones y nebulosas con sólo el poder del que lo anima, único responsable de sus obras: el espíritu. De manera que queda involucrado en la palabra Espiritismo todo ese conjunto de espíritus que unidos los existentes y por unirse los que a juicio de su Voluntad existirán, empujan al Universo Mundo constantemente hacia el progreso cuya meta inalcanzable nos está llamando siempre para mejorar nuestra condición de espíritus y desde luego como humanos. Es a ese conjunto de espíritus mencionado arriba a lo que con justeza se denomina Espiritismo porque todos ellos labran la Política y Gobierno Divino que rige en su frente de Amor y Poder Omnímodo cada uno de los instantes vividos como Heredad.
Seamos limpios de mente y amplios de concepto y no nos asustemos ante la Verdad incontrovertible de que el Espiritismo se empequeñece si queremos referirnos a El como una sola de las ramas que forman parte de Su Cuerpo. Ese cuerpo lo forman Filosofía, Leyes, Doctrinas, Cánones de Moralidad y Estudio, y es más que razonable comprender que si el Espiritismo lo es TODO, todo sea estudio de Espiritismo en donde abrevan los amores porque solo con amor estamos cerca de nuestro Creador y así lo comprendemos.
Si el Padre Creador no usara de su Sabía Política en el Gobierno de los mundos, el Universo como tal no existiría más que como semillero de los conflictos que como un espejo contemplaríamos los humanos sea en el planeta que sea, porque nuestro juicio rudimentario lo trastoca todo en la veleidad del momentáneo poder que podemos adjudicarnos en el torbellino de una existencia corporal. Pero la Política Divina conlleva en su constante ritmo el eterno fluir de vida que genera la placenta universal donde se nutre en su ebullición de vida desde el átomo principio hasta la materia sólida, blanda o putrefacta que confunde nuestro espíritu buscando siempre llenar su finalidad de encarnado: espiritualizar materia. Un árbol frondoso hasta lo infinito, con tantas ramas como conocimientos existan en todos los mundos, que solo puede crecer continuamente porque el progreso es permanente e imperturbable; un árbol al que no dañan las lacras ni lapas llamadas espiritualismo, parcherismo, supercherismo, sectas religiosas ni asociaciones del carácter y finalidad que sean, porque está a muchísima más altura que ellas, un árbol que cobija la humanidad entera sin pasiones ni preferencias de raza, color o tamaño brindándole páginas abiertas que las lee quien tiene ojos y aptitud; eterna fuente de amores, sabiduría racional al alcance de quien quiera estudiar despojado de prejuicios religiosos, horizontes despejados a la mente clara y receptora, caminos en toda dirección y hacia todos los rumbos siempre abiertos y ante todo la llave de la fraternización de la familia humana, eso y muchísimo más que no darían abasto toneladas de papel para escribirlo, eso es Espiritismo, apellidado para distinguirlo Luz y Verdad.
¿Quién fundo el Espiritismo?
Hablando, hablando así damos de repente con hermanos estudiantes de espiritismo, compañeros nuestros en busca de luz, quienes se refieren al «espiritismo», «que fundó Jesús», al «espiritismo que fundo Moisés», o al «espiritismo que fundó Kardec o Joaquín Trincado» queriendo decir con ello que el espiritismo nació exactamente cuando esos Maestros del pasado dieron a conocer polifacéticamente varias definiciones espiritistas que cada uno de ellos de verdad fundó una escuela nueva, pero nunca un espiritismo nuevo.
Ya hemos discurrido anteriormente sobre la base de que no hay más que un solo, único e indestructible Espiritismo, al cual se apellido Luz y Verdad, para distinguirlo de esa pantomima espiritera que nosotros denominamos espiritualismo como amalgama de religiones, ritos, cultos manoseados y mistificados con comunicación con los hermanos desencarnados. Pues bien, ese espiritismo Luz y Verdad, que nosotros estudiamos y al cual queremos referirnos no nació con Moisés, con Jesús, con Kardec, ni con Joaquín Trincado. Ellos fueron maestros que eficientemente nos pusieron a la mano una escuela de superación intelectual por medio de la metafísica descrita en libros espiritistas que son básicos y fundamentales como que son cimiento de la construcción de ahora se vislumbra.
De espiritismo no conocemos nosotros más que lo rudimentos y los Maestros citados no podían hacernos doctores sin haber cursado los grados elementales que nos enseñan el a, b, c del curso. Pero que de ahí a que el espiritismo haya nacido con ellos está demasiados distante por no decir imposible. El Espiritismo nació con el CREADOR, porque es el mismo, porque espiritismo es el total de espíritus y materia, más UNO, porque no se puede dejar de ser espiritista quien tiene espíritu ya sea individual o universal, pero espíritu al fin. Y ese conjunto masivo, infinito, omnipotente, es lo que conocemos como espiritismo. De ahí que sea un irrisión quererlo matar, perseguirlo, difamarlo, entorpecerlo porque estamos matándonos a nosotros mismos lo que no puede ser, estamos persiguiéndonos nosotros mismo lo que es estúpido, estamos difamándonos nosotros mismo lo que sería un fraude.
El espiritismo no es viejo, ni joven, ni anciano, ni adulto, Es Eterno. Es inconmovible porque nada puede amenguar su presencia y potencia ya que en su austeridad abarca lo conocido y por conocerse. Es fuerte de vida y provecho porque de su conjunto se deriva la Sabiduría a la orden de todos sus componentes, quienes toman lo que son capaces por asimilación. El espiritismo en su acepción genuina no necesita de ti, de mí, de mil millones de planetas habitados inmensamente más grandes que la Tierra, porque es el Universo mismo Espiritismo todo porque no hay vida sin espíritu.
Así vemos en un pasado demasiado cercano como que no pasa de unos 4.000 años a un Mesías llamado Moisés, prohibiendo el uso o mejor el abuso del espiritismo, rompiendo testas a tablazos para imponer su autoridad un tanto mermada ante el vellocino de oro. Encontramos después otro Maestro llamado Jesús, encaminando pueblos por medio de las teorías y tesis espiritistas. En seguida Kardec y luego Trincado. Todos ellos han divulgado el mismo espiritismo el mismísimo que vio la luz con el Creador mismo al poblar de espíritus plenipotentes del universo. Lo que pasa es que hemos recibido la instrucción con cuenta-gotas debido a nuestro desprecio por todo aquello que signifique progreso y aún hemos llegado a la criminalidad de sacrificar la materia de los Maestros crucificándolos en una grotesca cruz.
Porque todos ellos han practicado espiritismos y la bondad de sus palabras aceptadas por ricos y pobres, por poderosos y humildes y blancos y negros y de todo color y raza, fue cabalmente el incentivo de que hombre falaces edificaran la vergüenza de los siglos y por los siglos de la religión 666 que acaparó un crecido porcentaje de esas doctrinas sumando a reducido volumen de las otras religiones, porque se sabía de antemano que prédicas espiritistas humanas, tan sencillas y al mismo tiempo tan elevado concepto, serían aceptadas por todo el mundo conocido, pero… en esa mistificación sin precedentes, apenas se puede encontrar el espíritu de la palabra… ya que solo queda la muestra de la concupiscencia de seres que a todo trance quisieron amontonar oro y poder.
El espiritismo es conocido de todos. No se puede -imaginar que cada uno niegue su propia existencia como hombre o mujer, y por lo mismo es espiritista ya que pertenece al conglomerado de espíritus que forman el universo. Por lo mismo, es mucha honra reconocerse como espiritista porque ello indica que no estaremos en renuencia en la aceptación de las leyes universales y por ende de DIOS. Y venimos nosotros negándonos a nosotros mismos porque nos avergonzamos de llamarnos o que nos llamen espiritistas, nosotros los que estamos estudiando esa filosofía sabía, que nos abre amplios horizontes para encontrarnos nosotros mismos en el laberinto de definiciones que nos empalagan. Si el espiritismo está enfermo en este planeta, curémoslo inmediatamente y no dejemos que esa plaga horrorosa que se llama espiritualismo siga difamándolo más, no dejemos que ellos nos pongan en la triste situación de ser el hazmerreír de los hombres dúos, porque francamente, con esas prácticas de hechicería, y fanatismo religioso, es el descrédito de lo que preparan para el espiritismo ya que nadie que piense ni que como dicen, tenga dos dedos de frente, puede permitir a un fantoche que lo engañe y lo haga una piltrafa de sus convicciones.
No negamos que hay quienes tratan de matar al espiritismo, practicándolo burdamente y según sus pasiones e interés, porque como el espiritismo es tan grande y tan poderoso todo está incluido en el mismo. Sus múltiples ramas, sus inacabables dones se prodigan a todo aquel que la busca no importa que sea con mala o buena intención. Los hermanos desencarnados sirven por igual a sus fines, a su pedido. Por eso, cada nido de espiritualismo debe ser destruido y en su lugar edificar una escuela de estudio racionalista donde se conozca en todo su plenitud cuál es el camino que nos lleva a la confraternidad universal por medio del Espiritismo Luz y Verdad.
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"Que el Gran AMOR Infinito de el DIOS UNO Padre-Madre te envuelvan en la Suprema LUZ Divina. "