¿Cómo reconocer una Casa de Umbanda?
Podemos tener la Umbanda como la “manifestación del espíritu para la práctica de la caridad pura, y en todas sus formas”, así como dijo el Caboclo de las Siete Encrucijadas. Por lo tanto, por esa definición visualizamos el verdadero sentido de esta religión.
Las casas, tiendas, templos, centros, Terreiros que tienen la pura esencia de Umbanda son aquellos:
-Donde se habla de Dios.
-Donde se predica la palabra y las enseñanzas de Jesucristo.
-Donde se habla de la Filosofía y Doctrina Espírita dictada a Allan Kardec.
-Donde se practica la caridad.
-Donde se da valor a la simplicidad y humildad.
-Donde no se cobra, pues los espíritus no precisan de dinero o negociación.
-Donde no hay matanza (corte) de animales, pues matar animales que son hijos de Dios, no es hacer caridad y matar un animal delante de Dios es como matar cualquier ser humano.
-Donde se predica la fe.
-Donde se predica el amor.
-Donde se predica el conocimiento.
-Donde se predica la justicia.
-Donde se predica la ley.
-Donde se predica la evolución.
-Donde se predica la vida.
Locales donde no se habla de Dios, Kardec, Jesús, donde se cobra y hay matanza (corte) de animales y donde son hechas cosas sin debido conocimiento, a través de la superstición, colocando el miedo en las personas que frecuentan, esos locales no pueden ser considerados titulares de la esencia de Umbanda y debemos alertar sobre su peligrosidad espiritual. Esos locales por tener bajo tenor vibratorio, tienden a ser frecuentados por personas y espíritus de baja moral (ya que semejante atrae semejante), deben ser evitados, con el riesgo de tenerse, a través de las leyes espirituales de la “acción y reacción” y del “karma”, serios daños a las personas, no solo en el aspecto financiero, como moral y espiritual. Por eso… ¡cuidado!
Estudie, conozca, investigue, infórmese…
¡Umbanda es caridad, Umbanda es paz, Umbanda es amor!
¡Paz y luz a todos los umbandistas! ¡Saravá!
Las casas, tiendas, templos, centros, Terreiros que tienen la pura esencia de Umbanda son aquellos:
-Donde se habla de Dios.
-Donde se predica la palabra y las enseñanzas de Jesucristo.
-Donde se habla de la Filosofía y Doctrina Espírita dictada a Allan Kardec.
-Donde se practica la caridad.
-Donde se da valor a la simplicidad y humildad.
-Donde no se cobra, pues los espíritus no precisan de dinero o negociación.
-Donde no hay matanza (corte) de animales, pues matar animales que son hijos de Dios, no es hacer caridad y matar un animal delante de Dios es como matar cualquier ser humano.
-Donde se predica la fe.
-Donde se predica el amor.
-Donde se predica el conocimiento.
-Donde se predica la justicia.
-Donde se predica la ley.
-Donde se predica la evolución.
-Donde se predica la vida.
Locales donde no se habla de Dios, Kardec, Jesús, donde se cobra y hay matanza (corte) de animales y donde son hechas cosas sin debido conocimiento, a través de la superstición, colocando el miedo en las personas que frecuentan, esos locales no pueden ser considerados titulares de la esencia de Umbanda y debemos alertar sobre su peligrosidad espiritual. Esos locales por tener bajo tenor vibratorio, tienden a ser frecuentados por personas y espíritus de baja moral (ya que semejante atrae semejante), deben ser evitados, con el riesgo de tenerse, a través de las leyes espirituales de la “acción y reacción” y del “karma”, serios daños a las personas, no solo en el aspecto financiero, como moral y espiritual. Por eso… ¡cuidado!
Estudie, conozca, investigue, infórmese…
¡Umbanda es caridad, Umbanda es paz, Umbanda es amor!
¡Paz y luz a todos los umbandistas! ¡Saravá!
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.