Las causas principales de las caídas y fracasos de los médiums
Estos son asuntos los cuales todo se excusan de hablar o de escribir y cuando lo hacen, es por encima e indirectamente. Vamos a abordar el asunto de manera más clara posible a fin de llevar un alerta a todos nuestros hermanos umbandistas, principalmente aquellos que están predispuestos a caer en estos errores ya que tenemos esperanzas de que esta advertencia venga a traer luz en cada espíritu y todavía pueda llegar a tiempo de cada uno retirarse a su regeneración.
No queremos de manera alguna hacer de jueces de las causas ajenas, pero sí, tras años de trabajo hemos observado médiums fracasados o cayendo, incurriendo en errores fundamentales y sin rehabilitarse, continuando en la practica de sus males, culminando sus caídas, muchas veces sin retorno.
Hemos observado que la mayoría de estos médiums viven un tormento interior, como llamaradas de fuego a quemarles la consciencia y ellos no tienen fuerzas para levantarse ya que están presos en las garras de los marginales del bajo astral y difícilmente consiguen liberarse de sus males y todavía por encima siendo alertados por sus Guías Espirituales constantemente, nada haciendo para liberarse de las garras de esos magos negros, por estar atascados hasta el cuello en el pantanal de la ignorancia del astral inferior, pues también no están contribuyendo y mucho en el manteniendo una vida impecable y con moral.
Eso ocurre debido a la ley de atracción, donde semejante atrae semejante.
Los kiumbas ya se dieron cuenta de que esos médiums están practicando hechos que son de común acuerdo con la confusión que rige los reinos inferiores, haciendo así con que surja un matrimonio fluidico médium/kiumba, pues los dos están en sintonía vibratoria.
Es muy difícil liberarse de un kiumba, todavía más cuando nosotros fuimos la causa de la aproximación de ese kiumba por atracción fluidica y cuando ese matrimonio fluidico perdura por años, el sistema neuro-psiquico-mediumnico se torna denigrado, haciendo con que sus Guías Espirituales no tengan condición de aproximarse por el hecho de no haber más simbiosis espiritual entre el médium y el Guía Espiritual.
El caso más grave es cuando los Guías Espirituales se apartan debido a las causas morales y el médium, incluso con las alertas, prefiere continuar en sus errores, o sea, no existe renuncia ni remordimiento por parte del médium, prefiriendo éste continuar su caminada incurriendo en las mismas causas que lo llevaron para el astral inferior.
Solo existe un medio de liberarse y ese medio solo el médium lo puede realizar, pues no tendrá ayuda directa a no ser subsidios, consejos, orientaciones, para así por si solo levantarse, haciendo que su sistema mediúmnico-espiritual se eleve nuevamente y entre en contacto con los planos superiores.
Será necesaria una intensa reforma íntima, crecida de renuncia de los errores pasados, mucha oración y practica de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, principalmente en la realización de la caridad desmedida y constante.
Para situarnos, vamos a abordar tres aspectos principales por los cuales el médium se precipita en los abismos de la caída mediumnica, aunque, no podemos olvidarnos de los demás errores y vicios tan divulgados por los Guías Espirituales, los cuales debemos estar en alerta para no adquirirlos.
-La vanidad excesiva que causa el entusiasmo por sentirnos especiales en todo lo que realizamos abriendo los canales mediúmnicos a toda suerte de influencias negativas.
-La ambición por el dinero fácil que viene a través de los sagrados que recibimos debido a un bien efectuado a alguien o por algún trabajo realizado haciendo que el médium vea la facilidad de adquirir bienes materiales a cambio de favores espirituales. En resultado de eso, existe la posibilidad de crecer en el interior del médium la ambición, haciendo que cada vez más cobre en todo y por todo.
-La condición sexual incontenida que le quita la razón por el hecho de ser una de las energías más poderosas existentes en el plano terrestre y ser una energía generadora, creativa y llena de deseo. Lo que ocurre es que comienza a existir intereses varios, donde el deseo y la sensualidad toman el frente, cuando la fascinación existente por el sacerdote toma un rumbo diferente de lo que debía ser.
Lo mismo ocurre con el cuerpo mediúmnico, o fuera del Templo, donde comienza a existir otros intereses que no sean la fraternidad, o el puro sentimiento.
En el caso de la vanidad excesiva, tiene su inicio en la práctica mediumnica. Quien tiene el don mediúmnico lo trae de cuna, pues adquirió a través de sucesivas encarnaciones el derecho de externar, por herencia, los dones de Dios.
En cierta altura de su vida, la mediumnidad comienza a aflorar y ahí es que surge el Caboclo, el Negro Viejo, el Bahiano, el Boiadeiro, y así por delante.
Con el desenvolver de la mediumnidad, comienzan a surgir los fenómenos tales como curas, descargas, aconsejamientos certeros, conocimientos irrefutables; y son tantos los casos positivos traídos por los Guías Espirituales, que se da el inicio al surgimiento de la vanidad en el médium.
Este se piensa poseedor de todos esos conocimientos y no más del Guía Espiritual.
También existe el caso del médium que piensa que su Guía Espiritual es el más poderoso.
Son tantos los casos positivos que ocurren en vuelta de ese médium que en torno del mismo se forma una corriente de admiración , muchas veces de fanatismo también.
Las personas en torno de este médium, delante de todo lo que ven comienzan a adularlo, a agradarlo con presentes y con eso van inconscientemente incentivando su vanidad.
Eso ocurre con el médium, muchas veces, por el hecho del mismo ser ignorante de conocimiento, y algunas veces, se rehúsa a estudiar el mediumnismo, sus causas y consecuencias.
El Guía Espiritual del médium hace de todo para alertarlo de las consecuencias de sus actos (respetando su libre albedrio), a través de señales, alertas, consejos, intuiciones, etc.
Pero, como el médium está predispuesto a la vanidad, deja de escuchar a su Guiá Espiritual, y llega al punto de juzgarse el tal, un maestro, un escogido, un mago, un semi-dios y que la fuerza es de él, llegando a pensar que es propiedad suya.
El médium va creciendo en vanidad, debido a las personas, el respetar y acatarlo en respetuoso silencio, sin cuestionar y de ahí va creciendo las exhibiciones mediúmnicas.
Lo que ocurre en esta altura es que el médium ya perdió el contacto mediúmnico de hecho, ejerciendo tan solamente el animismo.
Lo grave es cuando el médium está mediumnizado por un kiumba; allí sí es la caída total de él y de los que están a su vuelta. Las puertas de su mediumnidad están abiertas a las influencias negativas y toda suerte de manifestaciones mágicas destructivas.
Con el tiempo, el médium va acostumbrándose con los fluidos de los kiumbas, y no quiere perder el cartel por nada en ese mundo.
Pero, los fenómenos antes efectuados por manifestaciones mediúmnicas positivas, no ocurren más y las personas a su alrededor ya comienzan a mirarlo con cierto desprecio y se apartan haciendo todo tipo de comentario negativo aunque en un pasado se hayan beneficiado de ese médium.
El médium que se entregó a la vanidad excesiva se torna un sufriente, pues comienza a percibir que para incorporar ya comienza a tener que representar y el tormento toma cuenta de su cabeza.
Ahí entra la descreencia que es el golpe fatal para su persona. En el caso de la ambición por el dinero fácil, debemos diferenciar al médium que cae por el dinero fácil y los que podemos incluir a los millares que son los ladrones que usan el nombre de la Umbanda y de sus entidades a fin de explorar la ingenuidad de las personas de todas las maneras.
Esos (ladrones) son bien reconocidos, pues sus “Terreiros” son vistosos, con ropas multicoloridas, una gran profusión de “guías” en el cuello y otros adornos que sabemos son innecesarios en nuestros cultos.
Viven y hacen de todo una ganancia, sea en dinero o facilidades en la vida. Acostumbran hacer fiestas por cualquier motivo, todos regados a excentricidades en lo visual, mucha bebida alcohólica y carnes, muchas veces, llevando a esas fiestas religiosas en ambientes profanos, a fin de atraer un gran numero de admiradores y otros tantos que gustan de presentarse y mostrarse en publico a fin de tener reconocimiento.
Todo en ese ambiente es movimiento, escenificación, panorama y desfile. Por allí, todo se paga. Desde una consulta, hasta los tales despachos y ebbós. Hasta la famosa camarilla, donde ven mediumnidad en todos; y haya que firmar “santo” en la cabeza de las personas.
Son antros de exploración que revuelcan el nombre sagrado de la Umbanda, a defecto de grupo folclórico, a atender sus más mezquinos intereses.
Son verdaderas trampas donde todo es dudoso. Dentro de la Umbanda, es sabido que la practica de magia blanca hace parte, como un recursos Divinos, para atender la necesidad urgente de sus hijos.
Para la hechura de algunas magias, hay necesidad de ciertos materiales que correctamente deben ser adquiridos por la persona beneficiada. Muchas veces, en el caso de un consultante sin condiciones, damos lo que tenemos.
Cuando realmente hay necesidad de esa magia, nuestros Guías Espirituales piden el material necesario a la persona, sin grandes demandas, satisfaciendo la “ley de Salva”.
Todo lo que es manipulado por nuestras entidades espirituales acostumbra siempre a salir bien, pues tienen el discernimiento necesario para saber lo que necesitamos.
De todo esto surge un grave problema, por el hecho de las personas que deambulan por los “Terreiros” encontraron una gran facilidad pensando que es solo hacer un trabajito para resolver su vida. Gran ignorancia quien así piensa, tenemos que reformarnos interiormente, siguiendo los pasos y las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
Antiguamente, debido a la mala información y formación de sacerdotes y médiums conscientes de la realidad espiritual, muchos hacia del “despacho” o de “tales trabajitos” una panacea para todo.
Era solo tener un problemita o problemón, sea él cual fuera que inmediatamente tenía un despacho para resolver tal cuestión y hay despacho para todo.
Todo era resuelto en el despacho y hoy la cosa solamente cambió de nombre. Se cambió el nombre despacho para magia. Tienen magia para todo. Es solo tener un problemita o un problemón, sea él cual fuera que inmediatamente se encontraba una magia para resolver tal cuestión. ¿Se puede?
Quiero ver a alguien encontrar un despacho o magia para despertar nuestra fe, nuestro amor, nuestra devoción, magia para ser bondadoso, cariñoso, humilde. Magia para efectuarse reforma intima, para perdón. Magia para espiritualizar, tener moral, tener vida impecable. ¿No ven que estas tales magias son tan solamente para cosas materiales? ¿Para facilitar la vida material?
No ven que muchas de estas magias son utilizadas en momentos de revueltas, demandas, odios, retorno. Y hasta (sorprendentemente): “clonar” espíritus.
Infelizmente, es hecho real, que en la Umbanda están apareciendo mucho más “magos” y “maestros” de lo que servidores agradecidos, solamente interesados en servir la espiritualidad, haciendo todo para la honra y la gloria de Dios. Es mucho cacique para poco indio. En el comienzo, el médium obedece tan solamente lo que sus entidades espirituales piden para la realización de una magia. Con el tiempo, ese médium comienza a observar y piensa seriamente en la facilidad del dinero. Entonces él entra en la “ley de Salva”, tan conocida por los magos y abusa de esa ley en beneficio propio. Ahí comenzó a imperar en ese médium la ambición por la ganancia fácil, cuando comienza a exceder en la “ley de salva” (dentro de la magia), dando la disculpa de que necesita del dinero para su ángel de la guarda, para el cambono, o para “pagar el terreno”.
Concordamos que deba haber una remuneración suficiente para el médium adquirir materiales necesarios que consta de cierto numero de velas, elementos de la naturaleza, o incluso una cierta cantidad de dinero suficiente para que el médium que realizó el trabajo pueda utilizar ese dinero para su locomoción, o incluso comprar materiales necesarios a la manutención de su vida espiritual y nunca para sustentar sus vicios y lujos. Generalmente, pedimos al interesado el material necesario a la hechura de la magia y juntamente una pequeña cantidad de velas u otros materiales necesarios utilizados en el templo. En cuanto a la locomoción, pedimos gentilmente al interesado que nos proporcione una conducción. Cuando el interesado está pasando por dificultades financieras que impiden la compra de los materiales para la hechura de la magia, donamos de buen grado lo que tenemos.
Jamás aceptamos dinero como pago o incluso agrado; si hubiera interés de la personas en donar alguna cosa, que haga espontáneamente al templo o a alguna entidad asistencialista, y no al médium. Las personas, por el hecho de querer una mejoría de vida en todos los sentidos, pagan lo que fuera para que sus problemas sean resueltos, ahí está el peligro. En primer lugar, debemos esclarecer que magia solo debe ser usada cuando la persona no tiene competencia momentánea para resolver sus problemas.
En este momento, hacemos uso de la magia para levantar esa persona. Después del problema urgente resuelto, vamos para la reeducación de la persona, reforma intima, con consejos, y todo ordenado dentro de un conocimiento elevado, principalmente en el Evangelio de Jesús.
En este momento el médium ya comenzó a hacer trabajos por cuenta propia y todo, generalmente direccionado con Exu y Pomba Gira, va utilizando materiales cada vez más pesados (sangre, carnes, huesos, etc.) revolcándose tanto él como la persona beneficiada, incurriendo ahí en el riesgo de crear ligaciones peligrosas con lo que de más bajo existe en el astral inferior.
Cuando esos dichos trabajitos salen de la línea justa de la magia, hasta Exu y Pomba Gira se apartan del médium. Su Guía Espiritual, como es de práctica, ya lo alertó varias veces y él no dio oídos, pues el dinero está entrando lo que es una belleza.
Por él estar ciego y sordo, no oye a nadie y, ahí, su Guía respeta su elección, pues es sabido de la ley del libre albedrio. Cuando en una necesidad verdadera, ese médium clama por su Guía Espiritual, ahí él ve que no tiene respuesta, queda afligido.
Comienza a percibir que lo que está a la vuelta de él son verdaderos y poderosos kiumbas. Ese médium comienza a hacer todo lo que puede y sabe para que su Guía vuelva y nada. Incluso así, no se aleja del dinero fácil, pues está hundido en la ignorancia espiritual, cuando percibe que ese dinero es un dinero maldito, pues las consecuencias son nefastas.
El fin de todos ellos es muy triste. Entran en los vicios, falta de empleo, pierden todo lo que tenían en la vida, pues los Sagrados Orixás, los Guías Espirituales y los Guardianes no encubren errores de nadie; esos médiums se decepcionan con la religión, culpándola de sus problemas y perdiendo su fe en la Umbanda, van a procura de otras religiones a fin de rehacerse de la desgracia que adquirieron en sus vidas.
Pero incluso así, debido a la soberbia, no asumen sus errores y culpan a un presunto demonio, el cual desgració su vida pues estaban en la religión errada bajo la influencia de ese demonio que dirigía aquella religión.
Generalmente acaban convirtiéndose en ex-pais, ex-mães y ex-hijos de encostes, lo que no deja de ser verdad, pues esos médiums nunca sirvieron a Dios, a los Orixás ni a los Guías Espirituales y Guardianes verdaderos, pero sí, a encostes.
Debían, sí, observar que Dios les dio una oportunidad bendita y redentora en la practica de la caridad desmedida a través de la mediumnidad redentora y ellos, por ignorancia y muchas veces maldad, practicaron los hechos más absurdos, todo en nombre de la Umbanda.
No se olviden que somos espíritus endeudados, que estamos encarnados todos bajo la piel del cordero (que es nuestro cuerpo).
Todos tienen la misma oportunidad para levantarse, pero no tenemos condiciones de observar quien es quien; ahí que cada uno siembre bien, pues Jesús dijo:
“La siembra es libre pero la cosecha es obligatoria”, “y cada uno va a cosechar aquello que plantó”, “quien siembra somos nosotros, pero quien cosecha es Dios Padre Todo Poderoso”.
El tercer y último caso es el sexo fácil. Ese es uno de los aspectos más críticos y peligrosos y uno de los más difíciles de ser perdonados.
Hemos visto en nuestra caminada por la Umbanda, varios médiums caer por el sexo. Inclusive actualmente, médiums “famosos”, casados, valiéndose de su influencia y aprovechando la carencia afectiva de algunas hermanas engañadas por pensar que están siendo “amadas” por alguien “iluminado” (los famosos semi-dioses, maestros, magos u Orixás encarnados), fuerzan una situación y se aprovechan sentimentalmente y sexualmente, satisfaciendo sus sórdidos deseos.
Estos casos son difíciles de ser perdonados porque la moral del médium queda en el barro en que el mismo se ensució. Por más que intente, nunca va a conseguir apagar el recuerdo de los actos cometidos y siempre va a tener a alguien a recordarlo de su caída, pues iludieron, engañaron y usaron personas desequilibradas en sus sentimientos.
Es una mancha que, incluso que nos rehabilitemos, nunca será apagada. Debido a los envolvimientos existentes con adulaciones y fanatismo, él constantemente es deidificado. De allí, para recibir elogios del sexo opuesto (o del mismo sexo) queda visualizado y tiene la propensión para dejarse fascinar, cuando se ve en una persona muy agradable.
Cuando trabajamos en la luz, constantemente somos combatidos por el bajo astral, que envía todas las formas existentes, principalmente en nuestras debilidades para que caigamos. Acuérdese de Jesús: “Ora y vigilad, para no caer en tentación”.
Luego, cuando el bajo astral ve una brecha y esa brecha es una fuerte predisposición sexual, es allí que ellos ven la oportunidad de atacarlo.
Lanzan mano de todos los recursos, hasta conseguir sus objetivos. El médium que está desprevenido, por ignorancia espiritual, o incluso por tener el espíritu enfermo, cae en las mallas del bajo astral y se entrega al sexo desmedido dentro del ambiente religioso. Como hemos dicho, el médium es constantemente vigilado por sus Guías Espirituales sobre todos los aspectos que lo cercan.
Están siempre vigilantes, pero acontece que ese médium, usando su libre albedrio ya dentro de una desenfrenada predisposición al sexo, cae y gira las costas a la moral, repeliendo automáticamente toda influencia benéfica que podría sacarlo de su caída.
Tanto por la fuerte incontinencia sexual, como por una sexualidad irrefrenable con los médiums del “terreiro”, no hay disculpas.
Cuando el médium comienza a sufrir las consecuencias de su acto insano, va a la procura de Guías Espirituales de otros médiums, a fin de resolver sus problemas. El Guía Espiritual, como es conocedor de la cuestión dice que: “en surra de Guía, yo no pongo la mano” o “cuando Caboclo golpea, no reparte golpe”. Y hay punición. Tras algunas disciplinas necesarias, algunos de estos médiums se enmiendan, terminan con miedo y procuran no errar más y se vuelven a las líneas justas de los trabajos espirituales.
Pero, la mayor parte de estos médiums, incluso pasando por una disciplina, no se enmiendan y continúan a practicar los mismos actos, como si nada hubiese ocurrido e infelizmente acaban denigrando la imagen de sus victimas, generalmente diciendo que ellos ya estaban siendo seducidos por una persona inescrupulosa y que esa persona es una servidora de las tinieblas para destruirlo.
Entonces los Guías Espirituales ven que no hay manera, y se apartan del médium, dejándolo a merced de su propia suerte.
Una cosa es verdad. Ninguno de estos médiums fracasados terminó con su Guía Espiritual en su guarda, pues erraron y persistieron en el error. Lo que ocurre mucho es que esos médiums acostumbran dar la disculpa que están con una demanda encima de ellos, muy fuerte.
La fuerza de pemba es tan grande encima de esos médiums, que rápidamente hacen que pierdan su fe en la Umbanda, y lo redireccionan a otra religión pues aquí no supieron sorber la Espiritualidad Superior emanada de nuestros Guías Espirituales.
Creo que todos tenían entendido bien todo lo que aquí está escrito y comprendieron bien, pues no es el error en si, porque errar es humano y todos podemos errar un día. La cuestión es cometer el mismo error, y persistir en los mismos errores.
Nuestros Guías Espirituales no son verdugos, pero no pueden encubrir nuestros errores ni la repetición de los mismos. Otro hecho, hasta inexcepcional en el medio umbandista es cuando tenemos personas a nuestro lado, diciendo ser nuestras(os) amigas(os), y cuando, por cualquier motivo se apartan de nosotros, acaban tornándose “enemigas/os” y a partir de allí, todo lo que ocurre de ruin en la vida de aquella persona es por fuerza de demanda.
El mínimo dolor de cabeza, falta de dinero, malestar, siempre será culpa del otro médium o del otro terreiro que está demandando contra él, queriendo destruirlo. Inclusive, ocurre también el hecho de que otras personas que también se apartaron de aquel terreiro, allegándose a aquella persona, a través de comentarios y chismes, con sus mentes perturbadas acaban siendo alertadas por aquel individuo que están con una demanda, también mandada por aquel terreiro y así la corriente de la discordia y de las mentiras va creciendo aterradoramente.
El bajo astral, astuto e inteligente, se apodera de estos médiums incautos y a través de persecución mental acaban convenciéndolos de la realidad de las demandas, inclusive haciendo hasta a“varios videntes” ver la demanda siendo hecha. Con eso, el médium incauto acaba realizando magias defensivas y ofensivas, cometiendo injusticias y ahí sí, cayendo a su vez en las mallas del bajo astral que sale victorioso.
El bajo astral es ingenioso y hace todo para convencer las personas, utilizando todos los medios a fin de convencerla para que acredite estar siendo perjudicada por otros. La cosa es grave, pues esos médiums incautos todavía no aprendieron el Evangelio, el amor, la bondad, el perdón y la fe. Quien es conocedor de la Ley de la Causa y Efecto y de la Ley del Retorno, jamás debería levantar su mano contra nadie, pues tendría la certeza de que la Divina Providencia estaría de su lado.
No queremos de manera alguna hacer de jueces de las causas ajenas, pero sí, tras años de trabajo hemos observado médiums fracasados o cayendo, incurriendo en errores fundamentales y sin rehabilitarse, continuando en la practica de sus males, culminando sus caídas, muchas veces sin retorno.
Hemos observado que la mayoría de estos médiums viven un tormento interior, como llamaradas de fuego a quemarles la consciencia y ellos no tienen fuerzas para levantarse ya que están presos en las garras de los marginales del bajo astral y difícilmente consiguen liberarse de sus males y todavía por encima siendo alertados por sus Guías Espirituales constantemente, nada haciendo para liberarse de las garras de esos magos negros, por estar atascados hasta el cuello en el pantanal de la ignorancia del astral inferior, pues también no están contribuyendo y mucho en el manteniendo una vida impecable y con moral.
Eso ocurre debido a la ley de atracción, donde semejante atrae semejante.
Los kiumbas ya se dieron cuenta de que esos médiums están practicando hechos que son de común acuerdo con la confusión que rige los reinos inferiores, haciendo así con que surja un matrimonio fluidico médium/kiumba, pues los dos están en sintonía vibratoria.
Es muy difícil liberarse de un kiumba, todavía más cuando nosotros fuimos la causa de la aproximación de ese kiumba por atracción fluidica y cuando ese matrimonio fluidico perdura por años, el sistema neuro-psiquico-mediumnico se torna denigrado, haciendo con que sus Guías Espirituales no tengan condición de aproximarse por el hecho de no haber más simbiosis espiritual entre el médium y el Guía Espiritual.
El caso más grave es cuando los Guías Espirituales se apartan debido a las causas morales y el médium, incluso con las alertas, prefiere continuar en sus errores, o sea, no existe renuncia ni remordimiento por parte del médium, prefiriendo éste continuar su caminada incurriendo en las mismas causas que lo llevaron para el astral inferior.
Solo existe un medio de liberarse y ese medio solo el médium lo puede realizar, pues no tendrá ayuda directa a no ser subsidios, consejos, orientaciones, para así por si solo levantarse, haciendo que su sistema mediúmnico-espiritual se eleve nuevamente y entre en contacto con los planos superiores.
Será necesaria una intensa reforma íntima, crecida de renuncia de los errores pasados, mucha oración y practica de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, principalmente en la realización de la caridad desmedida y constante.
Para situarnos, vamos a abordar tres aspectos principales por los cuales el médium se precipita en los abismos de la caída mediumnica, aunque, no podemos olvidarnos de los demás errores y vicios tan divulgados por los Guías Espirituales, los cuales debemos estar en alerta para no adquirirlos.
-La vanidad excesiva que causa el entusiasmo por sentirnos especiales en todo lo que realizamos abriendo los canales mediúmnicos a toda suerte de influencias negativas.
-La ambición por el dinero fácil que viene a través de los sagrados que recibimos debido a un bien efectuado a alguien o por algún trabajo realizado haciendo que el médium vea la facilidad de adquirir bienes materiales a cambio de favores espirituales. En resultado de eso, existe la posibilidad de crecer en el interior del médium la ambición, haciendo que cada vez más cobre en todo y por todo.
-La condición sexual incontenida que le quita la razón por el hecho de ser una de las energías más poderosas existentes en el plano terrestre y ser una energía generadora, creativa y llena de deseo. Lo que ocurre es que comienza a existir intereses varios, donde el deseo y la sensualidad toman el frente, cuando la fascinación existente por el sacerdote toma un rumbo diferente de lo que debía ser.
Lo mismo ocurre con el cuerpo mediúmnico, o fuera del Templo, donde comienza a existir otros intereses que no sean la fraternidad, o el puro sentimiento.
En el caso de la vanidad excesiva, tiene su inicio en la práctica mediumnica. Quien tiene el don mediúmnico lo trae de cuna, pues adquirió a través de sucesivas encarnaciones el derecho de externar, por herencia, los dones de Dios.
En cierta altura de su vida, la mediumnidad comienza a aflorar y ahí es que surge el Caboclo, el Negro Viejo, el Bahiano, el Boiadeiro, y así por delante.
Con el desenvolver de la mediumnidad, comienzan a surgir los fenómenos tales como curas, descargas, aconsejamientos certeros, conocimientos irrefutables; y son tantos los casos positivos traídos por los Guías Espirituales, que se da el inicio al surgimiento de la vanidad en el médium.
Este se piensa poseedor de todos esos conocimientos y no más del Guía Espiritual.
También existe el caso del médium que piensa que su Guía Espiritual es el más poderoso.
Son tantos los casos positivos que ocurren en vuelta de ese médium que en torno del mismo se forma una corriente de admiración , muchas veces de fanatismo también.
Las personas en torno de este médium, delante de todo lo que ven comienzan a adularlo, a agradarlo con presentes y con eso van inconscientemente incentivando su vanidad.
Eso ocurre con el médium, muchas veces, por el hecho del mismo ser ignorante de conocimiento, y algunas veces, se rehúsa a estudiar el mediumnismo, sus causas y consecuencias.
El Guía Espiritual del médium hace de todo para alertarlo de las consecuencias de sus actos (respetando su libre albedrio), a través de señales, alertas, consejos, intuiciones, etc.
Pero, como el médium está predispuesto a la vanidad, deja de escuchar a su Guiá Espiritual, y llega al punto de juzgarse el tal, un maestro, un escogido, un mago, un semi-dios y que la fuerza es de él, llegando a pensar que es propiedad suya.
El médium va creciendo en vanidad, debido a las personas, el respetar y acatarlo en respetuoso silencio, sin cuestionar y de ahí va creciendo las exhibiciones mediúmnicas.
Lo que ocurre en esta altura es que el médium ya perdió el contacto mediúmnico de hecho, ejerciendo tan solamente el animismo.
Lo grave es cuando el médium está mediumnizado por un kiumba; allí sí es la caída total de él y de los que están a su vuelta. Las puertas de su mediumnidad están abiertas a las influencias negativas y toda suerte de manifestaciones mágicas destructivas.
Con el tiempo, el médium va acostumbrándose con los fluidos de los kiumbas, y no quiere perder el cartel por nada en ese mundo.
Pero, los fenómenos antes efectuados por manifestaciones mediúmnicas positivas, no ocurren más y las personas a su alrededor ya comienzan a mirarlo con cierto desprecio y se apartan haciendo todo tipo de comentario negativo aunque en un pasado se hayan beneficiado de ese médium.
El médium que se entregó a la vanidad excesiva se torna un sufriente, pues comienza a percibir que para incorporar ya comienza a tener que representar y el tormento toma cuenta de su cabeza.
Ahí entra la descreencia que es el golpe fatal para su persona. En el caso de la ambición por el dinero fácil, debemos diferenciar al médium que cae por el dinero fácil y los que podemos incluir a los millares que son los ladrones que usan el nombre de la Umbanda y de sus entidades a fin de explorar la ingenuidad de las personas de todas las maneras.
Esos (ladrones) son bien reconocidos, pues sus “Terreiros” son vistosos, con ropas multicoloridas, una gran profusión de “guías” en el cuello y otros adornos que sabemos son innecesarios en nuestros cultos.
Viven y hacen de todo una ganancia, sea en dinero o facilidades en la vida. Acostumbran hacer fiestas por cualquier motivo, todos regados a excentricidades en lo visual, mucha bebida alcohólica y carnes, muchas veces, llevando a esas fiestas religiosas en ambientes profanos, a fin de atraer un gran numero de admiradores y otros tantos que gustan de presentarse y mostrarse en publico a fin de tener reconocimiento.
Todo en ese ambiente es movimiento, escenificación, panorama y desfile. Por allí, todo se paga. Desde una consulta, hasta los tales despachos y ebbós. Hasta la famosa camarilla, donde ven mediumnidad en todos; y haya que firmar “santo” en la cabeza de las personas.
Son antros de exploración que revuelcan el nombre sagrado de la Umbanda, a defecto de grupo folclórico, a atender sus más mezquinos intereses.
Son verdaderas trampas donde todo es dudoso. Dentro de la Umbanda, es sabido que la practica de magia blanca hace parte, como un recursos Divinos, para atender la necesidad urgente de sus hijos.
Para la hechura de algunas magias, hay necesidad de ciertos materiales que correctamente deben ser adquiridos por la persona beneficiada. Muchas veces, en el caso de un consultante sin condiciones, damos lo que tenemos.
Cuando realmente hay necesidad de esa magia, nuestros Guías Espirituales piden el material necesario a la persona, sin grandes demandas, satisfaciendo la “ley de Salva”.
Todo lo que es manipulado por nuestras entidades espirituales acostumbra siempre a salir bien, pues tienen el discernimiento necesario para saber lo que necesitamos.
De todo esto surge un grave problema, por el hecho de las personas que deambulan por los “Terreiros” encontraron una gran facilidad pensando que es solo hacer un trabajito para resolver su vida. Gran ignorancia quien así piensa, tenemos que reformarnos interiormente, siguiendo los pasos y las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
Antiguamente, debido a la mala información y formación de sacerdotes y médiums conscientes de la realidad espiritual, muchos hacia del “despacho” o de “tales trabajitos” una panacea para todo.
Era solo tener un problemita o problemón, sea él cual fuera que inmediatamente tenía un despacho para resolver tal cuestión y hay despacho para todo.
Todo era resuelto en el despacho y hoy la cosa solamente cambió de nombre. Se cambió el nombre despacho para magia. Tienen magia para todo. Es solo tener un problemita o un problemón, sea él cual fuera que inmediatamente se encontraba una magia para resolver tal cuestión. ¿Se puede?
Quiero ver a alguien encontrar un despacho o magia para despertar nuestra fe, nuestro amor, nuestra devoción, magia para ser bondadoso, cariñoso, humilde. Magia para efectuarse reforma intima, para perdón. Magia para espiritualizar, tener moral, tener vida impecable. ¿No ven que estas tales magias son tan solamente para cosas materiales? ¿Para facilitar la vida material?
No ven que muchas de estas magias son utilizadas en momentos de revueltas, demandas, odios, retorno. Y hasta (sorprendentemente): “clonar” espíritus.
Infelizmente, es hecho real, que en la Umbanda están apareciendo mucho más “magos” y “maestros” de lo que servidores agradecidos, solamente interesados en servir la espiritualidad, haciendo todo para la honra y la gloria de Dios. Es mucho cacique para poco indio. En el comienzo, el médium obedece tan solamente lo que sus entidades espirituales piden para la realización de una magia. Con el tiempo, ese médium comienza a observar y piensa seriamente en la facilidad del dinero. Entonces él entra en la “ley de Salva”, tan conocida por los magos y abusa de esa ley en beneficio propio. Ahí comenzó a imperar en ese médium la ambición por la ganancia fácil, cuando comienza a exceder en la “ley de salva” (dentro de la magia), dando la disculpa de que necesita del dinero para su ángel de la guarda, para el cambono, o para “pagar el terreno”.
Concordamos que deba haber una remuneración suficiente para el médium adquirir materiales necesarios que consta de cierto numero de velas, elementos de la naturaleza, o incluso una cierta cantidad de dinero suficiente para que el médium que realizó el trabajo pueda utilizar ese dinero para su locomoción, o incluso comprar materiales necesarios a la manutención de su vida espiritual y nunca para sustentar sus vicios y lujos. Generalmente, pedimos al interesado el material necesario a la hechura de la magia y juntamente una pequeña cantidad de velas u otros materiales necesarios utilizados en el templo. En cuanto a la locomoción, pedimos gentilmente al interesado que nos proporcione una conducción. Cuando el interesado está pasando por dificultades financieras que impiden la compra de los materiales para la hechura de la magia, donamos de buen grado lo que tenemos.
Jamás aceptamos dinero como pago o incluso agrado; si hubiera interés de la personas en donar alguna cosa, que haga espontáneamente al templo o a alguna entidad asistencialista, y no al médium. Las personas, por el hecho de querer una mejoría de vida en todos los sentidos, pagan lo que fuera para que sus problemas sean resueltos, ahí está el peligro. En primer lugar, debemos esclarecer que magia solo debe ser usada cuando la persona no tiene competencia momentánea para resolver sus problemas.
En este momento, hacemos uso de la magia para levantar esa persona. Después del problema urgente resuelto, vamos para la reeducación de la persona, reforma intima, con consejos, y todo ordenado dentro de un conocimiento elevado, principalmente en el Evangelio de Jesús.
En este momento el médium ya comenzó a hacer trabajos por cuenta propia y todo, generalmente direccionado con Exu y Pomba Gira, va utilizando materiales cada vez más pesados (sangre, carnes, huesos, etc.) revolcándose tanto él como la persona beneficiada, incurriendo ahí en el riesgo de crear ligaciones peligrosas con lo que de más bajo existe en el astral inferior.
Cuando esos dichos trabajitos salen de la línea justa de la magia, hasta Exu y Pomba Gira se apartan del médium. Su Guía Espiritual, como es de práctica, ya lo alertó varias veces y él no dio oídos, pues el dinero está entrando lo que es una belleza.
Por él estar ciego y sordo, no oye a nadie y, ahí, su Guía respeta su elección, pues es sabido de la ley del libre albedrio. Cuando en una necesidad verdadera, ese médium clama por su Guía Espiritual, ahí él ve que no tiene respuesta, queda afligido.
Comienza a percibir que lo que está a la vuelta de él son verdaderos y poderosos kiumbas. Ese médium comienza a hacer todo lo que puede y sabe para que su Guía vuelva y nada. Incluso así, no se aleja del dinero fácil, pues está hundido en la ignorancia espiritual, cuando percibe que ese dinero es un dinero maldito, pues las consecuencias son nefastas.
El fin de todos ellos es muy triste. Entran en los vicios, falta de empleo, pierden todo lo que tenían en la vida, pues los Sagrados Orixás, los Guías Espirituales y los Guardianes no encubren errores de nadie; esos médiums se decepcionan con la religión, culpándola de sus problemas y perdiendo su fe en la Umbanda, van a procura de otras religiones a fin de rehacerse de la desgracia que adquirieron en sus vidas.
Pero incluso así, debido a la soberbia, no asumen sus errores y culpan a un presunto demonio, el cual desgració su vida pues estaban en la religión errada bajo la influencia de ese demonio que dirigía aquella religión.
Generalmente acaban convirtiéndose en ex-pais, ex-mães y ex-hijos de encostes, lo que no deja de ser verdad, pues esos médiums nunca sirvieron a Dios, a los Orixás ni a los Guías Espirituales y Guardianes verdaderos, pero sí, a encostes.
Debían, sí, observar que Dios les dio una oportunidad bendita y redentora en la practica de la caridad desmedida a través de la mediumnidad redentora y ellos, por ignorancia y muchas veces maldad, practicaron los hechos más absurdos, todo en nombre de la Umbanda.
No se olviden que somos espíritus endeudados, que estamos encarnados todos bajo la piel del cordero (que es nuestro cuerpo).
Todos tienen la misma oportunidad para levantarse, pero no tenemos condiciones de observar quien es quien; ahí que cada uno siembre bien, pues Jesús dijo:
“La siembra es libre pero la cosecha es obligatoria”, “y cada uno va a cosechar aquello que plantó”, “quien siembra somos nosotros, pero quien cosecha es Dios Padre Todo Poderoso”.
El tercer y último caso es el sexo fácil. Ese es uno de los aspectos más críticos y peligrosos y uno de los más difíciles de ser perdonados.
Hemos visto en nuestra caminada por la Umbanda, varios médiums caer por el sexo. Inclusive actualmente, médiums “famosos”, casados, valiéndose de su influencia y aprovechando la carencia afectiva de algunas hermanas engañadas por pensar que están siendo “amadas” por alguien “iluminado” (los famosos semi-dioses, maestros, magos u Orixás encarnados), fuerzan una situación y se aprovechan sentimentalmente y sexualmente, satisfaciendo sus sórdidos deseos.
Estos casos son difíciles de ser perdonados porque la moral del médium queda en el barro en que el mismo se ensució. Por más que intente, nunca va a conseguir apagar el recuerdo de los actos cometidos y siempre va a tener a alguien a recordarlo de su caída, pues iludieron, engañaron y usaron personas desequilibradas en sus sentimientos.
Es una mancha que, incluso que nos rehabilitemos, nunca será apagada. Debido a los envolvimientos existentes con adulaciones y fanatismo, él constantemente es deidificado. De allí, para recibir elogios del sexo opuesto (o del mismo sexo) queda visualizado y tiene la propensión para dejarse fascinar, cuando se ve en una persona muy agradable.
Cuando trabajamos en la luz, constantemente somos combatidos por el bajo astral, que envía todas las formas existentes, principalmente en nuestras debilidades para que caigamos. Acuérdese de Jesús: “Ora y vigilad, para no caer en tentación”.
Luego, cuando el bajo astral ve una brecha y esa brecha es una fuerte predisposición sexual, es allí que ellos ven la oportunidad de atacarlo.
Lanzan mano de todos los recursos, hasta conseguir sus objetivos. El médium que está desprevenido, por ignorancia espiritual, o incluso por tener el espíritu enfermo, cae en las mallas del bajo astral y se entrega al sexo desmedido dentro del ambiente religioso. Como hemos dicho, el médium es constantemente vigilado por sus Guías Espirituales sobre todos los aspectos que lo cercan.
Están siempre vigilantes, pero acontece que ese médium, usando su libre albedrio ya dentro de una desenfrenada predisposición al sexo, cae y gira las costas a la moral, repeliendo automáticamente toda influencia benéfica que podría sacarlo de su caída.
Tanto por la fuerte incontinencia sexual, como por una sexualidad irrefrenable con los médiums del “terreiro”, no hay disculpas.
Cuando el médium comienza a sufrir las consecuencias de su acto insano, va a la procura de Guías Espirituales de otros médiums, a fin de resolver sus problemas. El Guía Espiritual, como es conocedor de la cuestión dice que: “en surra de Guía, yo no pongo la mano” o “cuando Caboclo golpea, no reparte golpe”. Y hay punición. Tras algunas disciplinas necesarias, algunos de estos médiums se enmiendan, terminan con miedo y procuran no errar más y se vuelven a las líneas justas de los trabajos espirituales.
Pero, la mayor parte de estos médiums, incluso pasando por una disciplina, no se enmiendan y continúan a practicar los mismos actos, como si nada hubiese ocurrido e infelizmente acaban denigrando la imagen de sus victimas, generalmente diciendo que ellos ya estaban siendo seducidos por una persona inescrupulosa y que esa persona es una servidora de las tinieblas para destruirlo.
Entonces los Guías Espirituales ven que no hay manera, y se apartan del médium, dejándolo a merced de su propia suerte.
Una cosa es verdad. Ninguno de estos médiums fracasados terminó con su Guía Espiritual en su guarda, pues erraron y persistieron en el error. Lo que ocurre mucho es que esos médiums acostumbran dar la disculpa que están con una demanda encima de ellos, muy fuerte.
La fuerza de pemba es tan grande encima de esos médiums, que rápidamente hacen que pierdan su fe en la Umbanda, y lo redireccionan a otra religión pues aquí no supieron sorber la Espiritualidad Superior emanada de nuestros Guías Espirituales.
Creo que todos tenían entendido bien todo lo que aquí está escrito y comprendieron bien, pues no es el error en si, porque errar es humano y todos podemos errar un día. La cuestión es cometer el mismo error, y persistir en los mismos errores.
Nuestros Guías Espirituales no son verdugos, pero no pueden encubrir nuestros errores ni la repetición de los mismos. Otro hecho, hasta inexcepcional en el medio umbandista es cuando tenemos personas a nuestro lado, diciendo ser nuestras(os) amigas(os), y cuando, por cualquier motivo se apartan de nosotros, acaban tornándose “enemigas/os” y a partir de allí, todo lo que ocurre de ruin en la vida de aquella persona es por fuerza de demanda.
El mínimo dolor de cabeza, falta de dinero, malestar, siempre será culpa del otro médium o del otro terreiro que está demandando contra él, queriendo destruirlo. Inclusive, ocurre también el hecho de que otras personas que también se apartaron de aquel terreiro, allegándose a aquella persona, a través de comentarios y chismes, con sus mentes perturbadas acaban siendo alertadas por aquel individuo que están con una demanda, también mandada por aquel terreiro y así la corriente de la discordia y de las mentiras va creciendo aterradoramente.
El bajo astral, astuto e inteligente, se apodera de estos médiums incautos y a través de persecución mental acaban convenciéndolos de la realidad de las demandas, inclusive haciendo hasta a“varios videntes” ver la demanda siendo hecha. Con eso, el médium incauto acaba realizando magias defensivas y ofensivas, cometiendo injusticias y ahí sí, cayendo a su vez en las mallas del bajo astral que sale victorioso.
El bajo astral es ingenioso y hace todo para convencer las personas, utilizando todos los medios a fin de convencerla para que acredite estar siendo perjudicada por otros. La cosa es grave, pues esos médiums incautos todavía no aprendieron el Evangelio, el amor, la bondad, el perdón y la fe. Quien es conocedor de la Ley de la Causa y Efecto y de la Ley del Retorno, jamás debería levantar su mano contra nadie, pues tendría la certeza de que la Divina Providencia estaría de su lado.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.