Saludos y bendiciones.
No es que no se aprende de libros, ni que se aprenda mas de ellos.
La cosa es que si quien escribió el libro conoce de la materia y explica en detalle, el como, porque, cuando y donde de cada cosa, se aprende, porque se aprende.
Evidentemente los espíritus saben y enseñan mas, pero para los hermanos que no tienen la facilidad de ir o estar constantemente en un portal en sesión espiritual, para aprender, resulta bastante apropiado, solo restaría saber que autor es bueno.
Un ejemplo de ello es el caso del Rey Salmón, el recibió un gran conocimiento y sabiduría, dentro de los cuales se estaba el manejar y utilizar energías y espíritus de alta, y bajo luz, incluso dominar seres obscuros, este conocimiento lo plasmó al detalle en un diario y antes de morir lo deja a su hijo Roboam.
En librerías o por Internet se encuentran, varias versiones de un texto titulado Las Clavículas de Salomón y que no es ni más ni menos que uno de los más legendarios tratados de Magia.
Las Clavículas de Salomón se distribuiría en cuatro libros:
I) El primer libro tiene un evidente componente astrológico, que
reviste a la obra de un aparato cientifista. Tras una presentación de mano de
Salomón a modo de testamento con distintos avisos y primeras indicaciones,
se hace referencia a todo un conjunto de correspondencias que afectarían a
la feliz resolución de los rituales que se van a describir. Así en el texto y
mediante tablas se relacionan de una u otra forma las horas, los días de la
semana, los meses, las estaciones, los puntos cardinales, los planetas, los
signos del zodiaco, las piedras, los metales, los colores, los animales sagrados,
las aves, los peces, los árboles, las hierbas, los inciensos, los ángeles,
los príncipes, los espíritus o las legiones. Después, se nos ofrece un catálogo
de caracteres, sellos, letras y nombres mágicos de ángeles, espíritus y
planetas y que se aplicarán grabados o escritos durante el ritual (en pergaminos,
placas, figuritas, etc.) o en la elaboración de talismanes o pantáculos.
II) El segundo libro se ocupa de la preparación del lugar y su mobiliario,
el vestuario, el instrumental, los materiales, las víctimas de los sacrificios
y el libro del mago; recalcando la pulcritud y exactitud en los preparativos
y en la ejecución del ritual. Aquí ya empiezan a mencionarse distintas
oraciones, exorcismos e invocaciones mágicas.
III) El tercero versa de la práctica en sí, con una serie de operaciones
en cuya realización se requerirá un momento propicio y el empleo de
ciertos instrumentos, materiales, sahumerios, oraciones, etc. Se reitera la
advertencia de no violar ninguna ley divina ni dejarse llevar por las pasiones
humanas. No obstante, algunas de las quince prácticas reveladas versan
sobre asuntos que incurren en acciones no lícitas a ojos de la fe cristiana,
como hechizos para captar un amor o perjudicar a alguien. Las cuatro últimas
explican la elaboración de cuatro anillos astronómicos o talismanes.
IV) El cuarto y último libro nos describe la elaboración de treinta y
cinco pantáculos, para diversos fines, incluso, según su aplicación éstos tienen
diversos resultados. En general, se prestan a ese triple conjunto de objetivos
de las prácticas mágicas: de carácter profiláctico, terapéutico y traumatúrgico.
Al final de esta cuarta parte, se remata toda la obra con una nueva
advertencia que incide en el cuidado, la corrección, la literalidad, la fidelidad
a Dios, el hermetismo y la difusión selectiva por parte del mago.
Algunos de los Oráculos, mejor dicho Pantáculo o Pentáculos de Salomón son usados por espiritistas y no son para nada algo nuevo, ni autóctono del culto a la Reina.
La cuestión es que la practica de los trabajos en estos libros resultan muy trabajosa y complicada para nuestra época.
Hay quienes han aprendido las diferentes caídas de los Chamalongos de libros, y al iniciarse en Palería les preguntan los tatas como sabian, y al contarles estos, los tatas luego de probar si aprendieron correctamente, les han dicho que así estan bien, con uno de ellos me consulte y si sabe.
Saludos y bendiciones.