Entre los juegos espirituales más conocidos están:

  • El juego de la copa, donde algunas personas se reúnen y quedan con la mano sobre el cuerpo y esperan para ver si él se mueve.

  • El juego del lápiz, donde una o más personas se reúnen, dibujando el alfabeto y números en una hoja. El espíritu mueve el lápiz hasta las letras y los números.

  • La tabla, parecido con el juego de la copa solo que el diseño es realizado en un tablero de madera. Se puede utilizar la copa u otro tipo de instrumento para navegar en el tablero.


Los juegos en si no hacen mucha diferencia, el problema mayor se encuentra en la siguiente afirmación:

¡Los jugadores LLAMAN a los espíritus para comunicarse y terminan haciendo preguntas!

Aquel que atiende al llamado fue invitado y en su entendimiento las respuestas pueden ser consideradas favores para los que están participando del juego.

En una hora el espíritu comunicante va a querer compensación de esos “favores”. Él así procede por ser un espíritu, todavía preso al mundo físico, donde es muy común las leyes de compensación.

Los espíritus nobles que entran en contacto a través de médiums preparados y amorosos nada cobran, nada exigen, hacen su parte por amor a Jesús y la humanidad. Esos destajistas del bien no tienen tiempo disponible para terminar jugando con curiosos, por eso si tiene a alguien respondiendo preguntas en juegos espirituales, ese alguien es un “espíritu inferior”.

Vamos a explicar primero lo que ocurre. En la mayoría de las veces el juego ocurre si próximo (participando o no) estuviera un médium, que auxiliará donando el material eterico (ectoplasma) necesario para mover el objeto o tendrá mayor facilidad para entrar en contacto con los espíritus y mover el lápiz. La forma utilizada va a depender del tipo de juego.

Si paramos para pensar un poco llegaremos a la conclusión que los espíritus serios no tienen tiempo para responder juegos de encarnados ¡QUE NO TIENEN QUE HACER!

Por eso podemos intentar adivinar, quien va a responder al llamado para juego… Espíritus inferiores que estén próximos, sean ellos juguetones, inconscientes de su situación o vengadores.

Dada la formación moral del interlocutor ya podemos intentar adivinar las consecuencias…

Conforme el espíritu responde él se piensa en el derecho de ligarse a los encarnados, ya que fue por ellos invitado.

¡Después de las “presentaciones iniciales” todo comienza! Ese es un tipo de abertura que posibilita la obsesión, fascinación y vampirización. El obsesor todo hará para que los juegos continúen, ampliando su dominio sobre los que participan.

Infelizmente yo pasé por una situación parecida todavía muy nuevo, a los 15 años, y puedo atestiguar como es difícil desligarse de ese tipo de vínculo. Generalmente el más perjudicado del grupo de jugadores es el médium, plato favorito de los obsesores.

Para aquellos que desean mayores informaciones existe un romance espirita llamado “copas que andan”, de Vera Lúcia Marinzeck de Carvalho, la misma autora del consagrado “Violetas en la ventana”. En ese libro es relatado un caso de obsesión que se inició con los juegos espirituales. Vale la pena la lectura, el libro es bien interesante.


Señores, señoras, padres o madres, primos, hermanos, amigos, novios o novias... tomen en cuenta la importancia de conocer las consecuencias que trae la evocación de un espíritu. Siempre que se evoca algo deben de asumir que existe la latente posibilidad de que exista una respuesta ostensiva o no de parte del mundo espiritual y hoy día el interés desmedido de todos aquellos que en la curiosidad se toman con ligereza las consecuencias que pueden resultar de este tipo de juegos hace necesario que cada uno de nosotros sepamos con certeza lo que puede llegar a ocurrir y es que es necesario prevenir informando a quienes creamos posibles victima de este tipo de vinculo que se genera por medio del juego.

Recuerdo un caso que me fue comentado por un conocido, ocurrió en Venezuela en uno de los grupos que organizaba para realizar sesiones y procurar resolver ciertos problemas de las personas donde una madre reporta que su hijo por jugar a la tabla güija (ouija) quedó sufriendo ciertos trastornos, debo informar que el muchacho, un niño apenas entrando a la adolescencia realmente no tuvo una solución dentro de lo que pude llegar a conocer (quizá hoy esté mejor o peor) pero la respuesta que recibió de parte de éste conocido fue "¡Sencillo, él es médium y se puso a jugar con los espíritus y allí están las consecuencias!" y así han habido muchos que han sido reportado en otras escuelas por ejemplo en la Gnosis donde supe de casos de niños afectados únicamente por haber presenciado sesiones de grupos de naturaleza dudosa. Todo aquello que esté relacionado con espíritus debe ser tomado con la debida precaución reconociendo entre ellos que la mayoría que mora cerca del hombre son las almas de aquellos que muy apegados a la vida se han quedado encontrando en medio de esa desorientación actitudes peligrosas que los conllevan a adherirse a cualquier inocente como nosotros sabemos ocurre con mucha frecuencia, pero ¿qué pasa con los niños que conjuran el tabaco, las cartas, el café, las velas y otros elementos utilizados para abrir comunicación con los espíritus? ¿acaso ellos en su desconocimiento no están jugando con unas fuerzas que no conocen? ¿Que hay de aquellos que en medio de su inocencia juegan a los magos y pronuncian elaborados conjuros aprendidas quizá en Internet o en la televisión y que puede atraer inmediatamente a los merodeadores? son muchas las situaciones que más allá de la intención inicial se pueden considerar como juegos y que oficialmente permiten la simbiosis del ser espiritual desconocido con la persona la cual pasará de ahí en adelante a sufrir problemas en su vida desde diferentes ángulos, no será siempre el cuadro de posesión la primera señal de tener un vinculo poco saludable ni tampoco los malestares, en realidad hay obsesiones sutiles que pueden durar toda una vida y llegan a burlar los sistemas creados para identificarlos y que por el tiempo que tienen relacionándose la simbiosis llega a estar tan fuerte que se crea una dependencia de personalidades convirtiendo a su huésped en el defensor del agresor. No creo sea necesario advertir que de acuerdo al nivel de simbiosis se hace cada vez más difícil separarlos al punto de que hay individuos que en una vida no consiguen hacerlo.

¡Cuidado a los que van con médiums desconocidos y visitan altares y templos de manera mercenaria! Aquí o allá ¿qué diferencia hay donde se adhiera? solo sabremos que en algún momento el espíritu que está junto a nosotros recibió una invitación consciente o inconsciente y decidió quedarse junto a nosotros y sabemos que nuestra unión como reporta la mayoría (de los que conozco) se torna permanente. Procuremos protegernos y proteger a todo quien sea posible de vivir esa situación y para quienes ya tuvieron la experiencia tenemos comprendido que la mayor de las protecciones es la pureza espiritual, acá un extracto del libro "Copas que andan" que habla de como el evangelio y la oración sincera genera ambientes hostiles para los espíritus que ajenos al amor se adhieren solo para aprovecharse y causar muchas desgracias.

    “Y después de llamar a los Espíritus y respondidas las preguntas, quieren apartar a los que fueron invitados, prefiriendo oraciones decoradas, juntamente con ramos, hierbas o agua bendita. Pueden ciertas hierbas, cuando son quemadas ser toxicas e incomodaran a los Espíritus malos y ociosos. Pero vuelven después, más furiosos y rencorosos por haber sido expulsados. Solo no entraban en hogares donde la oración era sincera y el evangelio era estudiado y vivido, dejando fluidos que hacían una barrera por la cual no conseguía pasar. Ni Espíritus con mi experiencia pasan donde los pensamientos de caridad de sus moradores fluyen de un modo que favorece a los semejantes, o sea, con fluidos buenos se torna insoportable allí la presencia de los invasores de hogares ajenos, los inescrupulosos que siembran desgracias. Pero cuando fueron invitados o llamados se sienten entonces como dueños, tanto del lugar, como de las personas. Vampirizan fluidos como pago de las respuestas dadas y se juzgan todavía acreedores.


Allí hay algo muy interesante que dice que tras ser expulsados vuelven más furiosos, eso por lo general suele ser cierto y asumiendo que el espíritu esté muy firme en su posición solo se puede por medio de la imprudencia provocar su mayor descontento. Yo tuve una experiencia dentro del culto donde un amigo quiso ayudarme a apartar unos espíritus que tenía adheridos, no solo resistió con placer los ritos sino que aún incorporado (quien realizaba el rito) el espíritu no retrocedió en absoluto, tras ese rito que dio por resultado la limpieza del aura únicamente el ataque del espíritu fue tan fuerte que las contracturas, nauseas y demás malestares entre ellos gastrointestinales hicieron de esa ocasión una emergencia que fue tratada en una asistencia, una terapia de desobsesión, fue imprudente mi decisión de permitir aún sabiendo que poco resultaría que me hicieran los ritos, sin embargo, pensé que el alejamiento del espíritu por unos días sería tiempo ganado cuando en realidad obtuve por resultado que se adhirió aún más. Al retomar mis trabajos espirituales en lo referente a la consciencia y evangelización de personas el problema se solucionó.