Siguiendo la hipótesis de Pratchett, el octavo color del espectro, el que es la percepción personal el mago del "color de la magia", puede ser llamado octarina. Para mi, este es una particular sombra de rosado-púrpura eléctrico. Mis más significativas visiones han ocurrido todas en este tono, y lo visualizo como color para muchos de mis más importantes hechizos y sigilos sobre el astral. Antes de hacer a la mar un barco hecho a mano a través del mar de Arabia, fui engañado para aceptar una enorme y sin valor estrella de rubí por un mago en la India. Era de un tono exactamente octarina. Durante el más violento tifón que jamás he experimentado, me encontré gritando mis conjuraciones a Thor y Poseidón mientras me aferraba al bauprés cuando las olas montañosas rompían contra del bote y la octarina relampagueaba ruidosamente dentro del mar todo alrededor. Mirando hacia atrás parece milagroso que mi tripulación y yo sobreviviéramos. Guardé la piedra octarina, sin la certeza de si me había pasado como una maldición, una broma, una bendición, o una prueba, o todas estas cosas a la vez.
Otros magos perciben la octarina en formas diferentes. Mi percepción personal de la octarina es probablemente una consecuencia de que el sexo (púrpura) y la ira (rojo) son mis formas más efectivas de gnosis. Cada uno debería buscar el color de la magia para sí mismo.
El poder octarina es nuestro instinto conductor hacia la magia, el cual, si es permitido florecer, crea el Yo o personalidad del mago en la psique, y en afinidad con varias formas divinas de mago. El " Yo-del-Mago" varía naturalmente entre los magos, pero tiene las características generales del antinomianismo y la tortuosidad, con una predilección por la manipulación y lo bizarro. El antinomianismo del Yo-del-Mago se eleva a parte del alejamiento general de nuestra cultura desde la magia. El Yo-del-Mago por lo tanto tiende a tomar un interés en todo lo que no existe, o no debería existir, conforme al consenso ordinario de la realidad. Para el Yo-del-Mago "Nada es Antinatural". Una completa declaración de significados sin fin. La tortuosidad del Yo-del-Mago es una extensión natural de la destreza de la mente requerida para manipular lo invisible. Las formas divinas del poder octarina son aquellas que se corresponden más cercanamente con las características del Yo-del-Mago, y son realmente los modos más importantes de posesión para la inspiración puramente mágica. Bafomet, Pan, Odin, Loki, Tiamat, Ptah, Eris, Hécate, Babalon, Lilith e Istar son ejemplos de formas divinas que pueden ser usados en esta forma.
Alternativamente el mago puede desear formular una forma divina de mago sobre una base puramente idiosincrásica, en cuyo caso el simbolismo de la serpiente y el planeta Urano a menudo prueban ser útiles puntos de inicio.
El mago puede invocar tales formas divinas para la iluminación de varios aspectos del Yo-del-Mago, y para varios trabajos de magia pura más bien que aplicada. La categoría de la magia pura incluye actividades tales como el desarrollo de teorías mágicas y filosóficas, programas de entrenamiento mágico, diseño de sistemas simbólicos para uso en la adivinación, hechizos y encantamientos, y también la creación de lenguajes mágicos para propósitos similares. Es digno de notar aquí que los lenguajes mágicos del caos son realmente escritos en la actualidad en V-Primordial antes de la traducción a formas mágicas barbáricas. V-Primordial o Primordial Vernacular es simplemente el idioma nativo de uno mismo, en el que el uso de todos los tiempos del verbo "ser" son omitidos en conformidad con la metafísica cuántica. Todos los sin sentidos del transcendentalismo desaparecen bastante naturalmente, una vez esta táctica es adoptada. No hay ser, todo es hacer.
El poder octarina es invocado para inspirar al Yo-del-Mago y expandir los arcanos principales del mago. El personal arcano principal consiste en los símbolos fundamentales con los que él interpreta e interactúa con la realidad (cualquiera que pueda asaltar la percepción) mágicamente. Estos símbolos pueden ser teorías o cábalas, obsesiones, armas mágicas, astrales o físicas, o de hecho algo que se relacione con la práctica de la magia generalmente, que no está dedicado específicamente a uno de los otros poderes de la magia aplicada, cuyos símbolos forman el arcano personal secundario de la magia.
Desde el punto aventajado de la gnosis octarina, el Yo-del-Mago debería ser capaz de percibir las personalidades de los otros siete poderes, y ser capaz de ver sus interrelaciones dentro de su organismo total. Así el poder octarina trae alguna habilidad para la psiquiatría, que es el ajuste de la relación entre las personalidades en un organismo. La diferencia de base entre un mago y un civil es que para el último el poder octarina es un vestigio o algo sin desarrollar. El normal adormecimiento o modo neutral de un civil se corresponde a una expresión media del poder amarillo que él considera como su normal personalidad o "ego". El Yo-del-Mago sin embargo, es completamente consciente de que esta no es sino una de las ocho mayores herramientas que el organismo posee. Así, en un sentido, la "personalidad normal" del mago es una herramienta de su Yo-del-Mago (y, considerablemente, viceversa). Esta realización le da alguna ventaja sobre la gente ordinaria. Sin embargo el Yo-del-Mago en desarrollo, pronto realizará que no es superior en sí mismo a las otras personalidades de las que el organismo consta, pues hay muchas cosas que ellas pueden hacer y que él no.
El desarrollo del poder octarina a través de la filosofía y la práctica de la magia, tiende a proveer al mago con un segundo centro mayor entre las personalidades, para complementar al ego del poder amarillo. El despertar del poder octarina es algunas veces conocido como "ser mordido por una serpiente". Aquellos que lo han sido, son realmente tan instantáneamente reconocibles el uno para el otro como, por ejemplo, dos supervivientes de un bote salva vidas.
Quizás uno de los más grandes trucos de la destreza de la mente, es permitir al Yo-del-Mago y el ego danzar juntos dentro de la psique sin conflicto indebido. El mago que es incapaz de disfrazarse como una persona ordinaria, o que es incapaz de actuar independientemente de su propio ego, no es un mago después de todo.
No obstante, el crecimiento de la octarina, u octavo poder del Yo, y el descubrimiento del tipo de mago que uno quiere ser, y la identificación o síntesis de una forma divina para representarlo, tiende a crear un ser mutante, que ha avanzado dentro de un paradigma del que pocos son conscientes. No es fácil dar la vuelta una vez el viaje ha comenzado, aunque unos pocos han probado a abortar el viaje con varios narcóticos, incluido el misticismo. Es un peregrinaje a un destino desconocido, en el que uno despierta sucesivamente de una pesadilla a otra. Algunas parecen vastamente entretenidas a veces. Hay mundos dentro de nosotros, los abismos son las iniciaciones entre ellos.
La evocación de un servidor octarina puede crear una inapreciable herramienta para aquellos comprometidos con la investigación mágica. Las funciones principales de tales entidades son asistir realmente en el descubrimiento de información útil y contactos. Los resultados negativos no deberían ser ignorados aquí, el completo fallo de un servidor bien preparado para recuperar información sobre el hipotético "big bang" cósmico, fue un factor contribuyente en el desarrollo de la teoría Fiat Nox, por ejemplo.