Se trata de una mujer asesinada por su esposo en el año 1944 y cuyos restos reposan en el Cementerio Municipal de San Cristóbal, personaje sobre el cual se tiene una gran variedad de cuentos y leyendas.

El cementerio municipal de San Cristóbal está lleno de cuentos y leyendas. Algunos movidos por la fe y otros por la superstición. Desde hace muchos años, este campo santo se ha convertido en escenario de devoción por algunos personajes, que según la creencia popular, se mueven desde el mas allá, para intervenir en la solución de los problemas de los vivos.

Uno de estos personajes es Anunciación Orduz de Ochoa, quien según una pequeña biografía que se puede adquirir en las inmediaciones de su tumba, fue una obrera nacida en Bucaramanga, Colombia, quien por algunos años trabajó en una fabrica de tabacos en San Cristóbal y después, optó por laborar en su propia casa del sector Cantarranas, hoy Barrio Lourdes.

Dicen quienes le profesan fe, que esta mujer se distinguió por su honradez y espíritu de servicio, con su modesto trabajo contribuía al sostenimiento de su hogar, pues su marido, un bueno para nada, veía transcurrir el tiempo envuelto entre vapores etílicos.

Era un hombre celoso y pendenciero. Una noche, el once de julio de 1944, ella regresaba de la bodega en Barrio Obrero, cuando era esperada por el beodo que vil mente la atacó a cuchillo, hasta causarle la muerte.

Este crimen causó consternación e indignación, ya que para la época, no existían los índices de criminalidad que hay ahora.

Albacea

Gladys Gómez, se ha convertido por voluntad propia en una especie de albacea de Anunciación Orduz de Ochoa. Ella es la encargada de cuidar su tumba en el campo santo de la capital tachirense y repetir una y mil veces más, la historia de quien hoy consideran como una especie de santa que hace milagros.

"Hace unos cincuenta años, la sacaron de la tumba y estaba enterita, completamente conservada y por eso la volvieron a enterrar", dijo Gladis Gómez, al enfatizar que desde hace mas de 40 años está en el lugar cuidando la tumba. "Mi papá era sepulturero en este cementerio y vio cuando la sacaron", expresó más adelante para agregar que fue a partir de ese momento que la fe de las personas con problemas se volcó sobre Anunciación.

"Ay muchas manifestaciones de fe, se la tienen porque se ha visto la realidad, hay mucha gente que llega aquí llorando, pidiéndole a Anunciación solución de sus problemas, algunos me los cuentan y yo les digo que no me lo cuenten mi, díganselo a ella, expóngales sus problemas, que yo lo que hago es rezarle y pedirle a Dios" contó mas adelante.

Al preguntársele si conoce algún milagro atribuido a Orduz de Ochoa exclamó: Ay, imagínese muchas cosas, mucha gente que ha llegado con problemas en el hogar, llegan llorando y piden con devoción. Se les soluciona ese problema, después llegan agradecidos, a dar las gracias".

A ella le piden por todo, por las salud, por la casa, por la esposa, llegan muchos estudiantes, bastante choferes, agregó luego.

Cosas de familia

Gladys Gómez, cuenta que primero era su mamá quien cuidaba "Pero se cayó y se fracturó, está en una cama y tiene 96 años de edad y desde entonces yo seguí con esa tarea. Tenemos más de 40 años, y vengo todos los días a limpiar y mantener esto aseado. "Yo ya conocía la historia porque tenía cuatro años cuando la mataron en lo que es hoy la carrera 17 con calle 9 de Barrio Obrero y en ese tiempo he visto, mucha, pero mucha gente, que ha conseguido solución a sus problemas".

Algunos robos

Gladys Gómez dijo que gracias a Dios, nunca se han presentado problemas graves, como con los malandros por ejemplo, pero, muchas veces han violentado la tumba, pero volvemos y arreglamos de inmediato. Hace poco tuvimos que hacer un gran esfuerzo, porque mire usted, esta lámina tan gruesa que es y la han desbaratado.

Rompen la tumba para sacar una tontería, la gente no deja billetes grandes, se lleva la limosna que uno utiliza en comprar los productos de limpieza y el aseo de la tumba, yo no me explico por qué la gente rompe eso, antes de Semana Santa me rompieron para llevarse unas velas.

Sólo fe

Para ella lo que ocurre con Anunciación no es superstición, sino verdaderas y genuinas manifestaciones de fe. "La gente tiene fe, yo veo gente llorando, desesperada y les digo que pidan con fe y verán como se le soluciona el problema., dijo a manera de aclaratoria.

"En estos días vino un señor llorando porque tenia muchos problemas con la esposa y el hogar le dije, le voy a hacer los siete lunes y usted viene y le pide con fe, venía todos los lunes y un día antes de cumplir los siete lunes dijo que estaba acostado durmiendo y llegó mi esposa y le pidió perdón y ahí está con ella".

"Otro señor que llegó y tenia un problema con un carro, no lo podía vender. Ese día yo estaba buscando los lentes que se me habían perdido, y me dijo que hago yo señora estoy desesperado, tengo seis meses vendiendo el carro y no puedo venderlo, le dije haga los siete lunes a Anunciación y me contestó yo no se rezar. No importa, le contestó, yo se los hago y usted haga una obra de caridad y me dijo si a mi me cumple Anunciación yo le compro los lentes, al cuarto lunes se presentó y me mandó a hacer los lentes porque ya había vendido el carro"

Lunes de devoción

Esto se lo pasa full, gran cantidad de placas que por favores recibidos le han traído es una muestra de la fe y el agradecimiento por parte de la gente, hay veces en que se produce un impresionante desfile de personas, unos vienen por devoción, otros a pedir solución a sus problemas y algunos por curiosidad, tratando de conocer la historia de Anunciación.

Sin embargo, son los días lunes en que esto se llena y entonces uno ve como la gente cree y a quienes con verdadero agradecimiento, vienen a dar las gracias porque se le solucionó su problema, dijo Gladys Gómez.