Buenas hermanos la reina madre les bendiga y los espiritus de alta luz les iluminen........
Es sabido por muchos que me encantan los salmos y hoy he estado todo el dia en busca de uno bueno para compartir con ustedes y creo que este es el mas adecuado........
Es sabido por muchos que me encantan los salmos y hoy he estado todo el dia en busca de uno bueno para compartir con ustedes y creo que este es el mas adecuado........
El Señor protege el camino de los justos
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!
Él es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Por eso, no triunfarán los malvados en el juicio,
ni los pecadores en la asamblea de los justos;
porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.
La arrogancia y la prepotencia de los malvados
¿Por qué te quedas lejos, Señor,
y te ocultas en los momentos de peligro?
El pobre se consume por la soberbia del malvado
y queda envuelto en las intrigas tramadas contra él.
Porque el malvado se jacta de su ambición,
el codicioso blasfema y menosprecia al Señor;
el impío exclama en el colmo de su arrogancia:
"No hay ningún Dios que me pida cuenta".
Esto es lo único que piensa.
Sus caminos prosperan constantemente;
tus juicios, allá arriba, lo tienen sin cuidado;
elimina de un soplo a todos sus rivales
y se dice a sí mismo: "No vacilaré,
seré siempre feliz, no tendré contrariedades".
Su boca está llena de maldiciones,
de engaños y de violencias;
detrás de sus palabras hay malicia y opresión;
se pone al acecho en los poblados
y mata al inocente en lugares ocultos.
Sus ojos espían a los débiles;
acecha ocultamente como el león en su guarida;
se agazapa para atrapar al pobre,
y lo atrapa arrastrándolo en sus redes.
Espía, se inclina, se dobla,
y cae sobre el débil con todas sus fuerzas.
Luego piensa: "Dios lo olvida;
aparta su rostro y nunca ve nada".
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!
Él es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Por eso, no triunfarán los malvados en el juicio,
ni los pecadores en la asamblea de los justos;
porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.
La arrogancia y la prepotencia de los malvados
¿Por qué te quedas lejos, Señor,
y te ocultas en los momentos de peligro?
El pobre se consume por la soberbia del malvado
y queda envuelto en las intrigas tramadas contra él.
Porque el malvado se jacta de su ambición,
el codicioso blasfema y menosprecia al Señor;
el impío exclama en el colmo de su arrogancia:
"No hay ningún Dios que me pida cuenta".
Esto es lo único que piensa.
Sus caminos prosperan constantemente;
tus juicios, allá arriba, lo tienen sin cuidado;
elimina de un soplo a todos sus rivales
y se dice a sí mismo: "No vacilaré,
seré siempre feliz, no tendré contrariedades".
Su boca está llena de maldiciones,
de engaños y de violencias;
detrás de sus palabras hay malicia y opresión;
se pone al acecho en los poblados
y mata al inocente en lugares ocultos.
Sus ojos espían a los débiles;
acecha ocultamente como el león en su guarida;
se agazapa para atrapar al pobre,
y lo atrapa arrastrándolo en sus redes.
Espía, se inclina, se dobla,
y cae sobre el débil con todas sus fuerzas.
Luego piensa: "Dios lo olvida;
aparta su rostro y nunca ve nada".