Se le conoce también como Sandolphon y Sandolfon que proviene del griego que quiere decir: “co-hermano”. Pero se dice que su nombre proviene de su gusto por usar sandalias en la Presencia de Dios.
En el Mundo Briático, el Segundo, el Regente del Décimo Séfira, Malkuth, es Sandalphon.
Según la tradición judía, todos los profetas se convierten en ángeles al dejar el mundo físico, y Elías fue transformado en Sandalphon cuando fue llevado al cielo en un carro de fuego, según 2 Reyes 2:1/12; “Y sucedió que cuando el Señor quiso arrebatar al cielo a Elías en un torbellino, Elías y Eliseo partieron de Gálgala... Así proseguían su camino andando y hablando entre sí, cuando he aquí que un carro de fuego, sin caballos de fuego, separó al uno del otro; y Elías subió al cielo en un torbellino. Estaba Eliseo mirándole, y gritaba: Padre mío, Padre mío: Carro de Israel y conductor suyo. Y ya no e volvió a ver más. Entonces asió sus vestidos y los rasgó en dos partes”. De acuerdo a algunos autores, las deidades paganas que conocieron en cautiverio los judíos, se convirtieron en Ángeles unas y en Patriarcas otras; lo que explicaría el hecho de que sus patriarcas, al dejar el mundo material, regresen a su estado natural: Ángeles (los dioses de antaño).
Sandalphon es también el hermano gemelo de Metatrón y es tan alto que se tomaría 500 años viajar desde los dedos de sus pies hasta su cabeza. Excede en estatura al mismísimo Hadraniel, la “majestad de Dios”, quién es guardián de la Segunda Puerta Celestial. Se dice que cuando Moisés visitó el Tercer Cielo, la presencia de Sandalphon fue tan sobrecogedora, y su enorme estatura tan impresionante que le llamó el “Ángel Alto”. En el Talmud se dice que su cabeza llega hasta el cielo, aunque lo mismo se dice de Israfel y del gigante griego Tifón.
En el libro de Enoc, es el regente del Sexto Cielo, pero en Zohar es del Séptimo. Según una leyenda, es el Ángel que se encarga de escoger el sexto en el embrión, por eso se le relaciona con las mujeres que esperan Bebé; aunque es Gabriel el que más se menciona para este oficio. Está en batalla continua contra el perverso Samael.
Se le identifica con lágrimas por el dolor que le causa ver que la humanidad se ha desviado de su camino. Se le conoce como el Ángel de la Gloria y de la Oración. Dice la leyenda que Metatrón atraviesa 900 cielos para llevar las oraciones a Dios, pero cuando la oración es hecha en hebreo, Sandalfón se une a Metatrón para tejer una guirnalda con las oraciones de los fieles y con ella adornar la cabeza de Nuestro Creador.
También determina el sexo de los recién nacidos. Sandalfón habita indistintamente en el tercero, sexto y séptimo Cielos, según la literatura hebrea y el cuarto según la islámica. Se lo llama también Ángel de la Gloria y Eckard Strohm le considera el príncipe soberano de los ángeles de la guarda.
En el Mundo Briático, el Segundo, el Regente del Décimo Séfira, Malkuth, es Sandalphon.
Según la tradición judía, todos los profetas se convierten en ángeles al dejar el mundo físico, y Elías fue transformado en Sandalphon cuando fue llevado al cielo en un carro de fuego, según 2 Reyes 2:1/12; “Y sucedió que cuando el Señor quiso arrebatar al cielo a Elías en un torbellino, Elías y Eliseo partieron de Gálgala... Así proseguían su camino andando y hablando entre sí, cuando he aquí que un carro de fuego, sin caballos de fuego, separó al uno del otro; y Elías subió al cielo en un torbellino. Estaba Eliseo mirándole, y gritaba: Padre mío, Padre mío: Carro de Israel y conductor suyo. Y ya no e volvió a ver más. Entonces asió sus vestidos y los rasgó en dos partes”. De acuerdo a algunos autores, las deidades paganas que conocieron en cautiverio los judíos, se convirtieron en Ángeles unas y en Patriarcas otras; lo que explicaría el hecho de que sus patriarcas, al dejar el mundo material, regresen a su estado natural: Ángeles (los dioses de antaño).
Sandalphon es también el hermano gemelo de Metatrón y es tan alto que se tomaría 500 años viajar desde los dedos de sus pies hasta su cabeza. Excede en estatura al mismísimo Hadraniel, la “majestad de Dios”, quién es guardián de la Segunda Puerta Celestial. Se dice que cuando Moisés visitó el Tercer Cielo, la presencia de Sandalphon fue tan sobrecogedora, y su enorme estatura tan impresionante que le llamó el “Ángel Alto”. En el Talmud se dice que su cabeza llega hasta el cielo, aunque lo mismo se dice de Israfel y del gigante griego Tifón.
En el libro de Enoc, es el regente del Sexto Cielo, pero en Zohar es del Séptimo. Según una leyenda, es el Ángel que se encarga de escoger el sexto en el embrión, por eso se le relaciona con las mujeres que esperan Bebé; aunque es Gabriel el que más se menciona para este oficio. Está en batalla continua contra el perverso Samael.
Se le identifica con lágrimas por el dolor que le causa ver que la humanidad se ha desviado de su camino. Se le conoce como el Ángel de la Gloria y de la Oración. Dice la leyenda que Metatrón atraviesa 900 cielos para llevar las oraciones a Dios, pero cuando la oración es hecha en hebreo, Sandalfón se une a Metatrón para tejer una guirnalda con las oraciones de los fieles y con ella adornar la cabeza de Nuestro Creador.
También determina el sexo de los recién nacidos. Sandalfón habita indistintamente en el tercero, sexto y séptimo Cielos, según la literatura hebrea y el cuarto según la islámica. Se lo llama también Ángel de la Gloria y Eckard Strohm le considera el príncipe soberano de los ángeles de la guarda.