Planos O Dimensiones y nuestros Sentidos parte II
En otras palabras, delmundo que nos rodea, descubierto por la ciencia sólo conocemos octava parte, y las siete restantes permanecen ocultas para nuestra conciencia, y aún así creemos verlo TODO como realmente es...
Supongamos también que nuestros nervios estuvieran organizadosde otro modo, que no respondiesen a las ondas de luz, pero sí a las eléctricas. ¡Qué diferente sería entonces el mundo que nos rodea! Por más que el sol brillase para nosotros, no lo veríamos; la atmósfera quenos rodea sería opaca; pero donde quiera que hubiese un fenómeno eléctrico, veríamos.
[justify]Un hilo telefónico sería un hueco por medio del cual veríamos el mundo exterior, nuestras habitaciones estarían alumbradas, no por la luz de una bombilla eléctrica, sino por hilos eléctricosextendidos por las paredes. Realmente si nuestros sentidos respondiesena las ondas eléctricas, ni siquiera necesitaríamos hilos, veríamos por la luz emitida por los PROTONES y ELECTRONES de que se componenlos átomos. No tendríamos alternativa de noche y día, mientras los justifelectrones y protones girasen en sus revoluciones siempre sería de día.Poco a poco vamos comprendiendo que vivimos en un mundo de Ilusion, que tiene poca semejanza con lo real. Ciertamente nos parecever muchas estrellas en el cielo, pero (éstas no están donde a nuestros ojos parecen estar, ¡y claro acaso algunas no existen ya!.
Por otra partenos parece que nuestro cuerpo es sólido, pero la ciencia nos dice que toda la materia realmente sólida que contiene cabría en un dedal. Sabemos también que el tacto, el gusto y elolfato apenas hacen más quedarnos informaciones valiosas paranuestro bienestar físico. Hemosvisto que nuestro sentido del OÍDOabarca once octavas de vibracióndesde 16.000 a 32.000 vibraciones por segundo, pero muchosmamíferos, aves e insectos puedencaptar sonidos que están muchomás allá del límite que alcanzanuestra facultad. El CONCEPTOque ellos tienen de la REALIDADde la Naturaleza es con todaseguridad diferente al nuestro. Por otra parte, de 60 o más octavasconocidas de ondas radiantes, ¡ el
ojo humano solo puede captar UNA ! Y por desgracia o por suertedependemos más de la vista que de cualquier otro sentido.Tal es exactamente el principio fundamental de la
CLARIVIDENCIA
Nos rodean muchos tipos de vibraciones a que el mortal en general no puede responder. Está ciego, inconsciente, respecto a una parte del universo, dispuesto a revelársele si él fuera capaz de responder a sus vibraciones. Pero el Clarividente responde y por lo tanto VE más del mundo real que el que no lo es. Por supuesto que no todos los clarividentes son iguales en responder al mundo invisible: unos ven poco y otros mucho; unos adquieren un concepto claro de lo que ven y otros confuso e incoherente. Pero el principio de la clarividencia es exactamente el mismo de la visión ordinaria. Aún no conocemos qué desarrollo especial de los nervios y de los centros cerebrales es necesario para responder alas vibraciones del mundo invisible, pero la ciencia delmañana nos la descubrirá, descubriéndonos científicamente la"
FISIOLOGÍA OCULTA DEL CEREBRO
" y pondrá el mecanismode la clarividencia más a nuestro alcance que lo está hoy.El Teósofo
C. Jinarajadasa
agrega, respecto a su propia experiencia:
“Al hablar os de este mundo más extenso e invisible que nos rodea,no lo hago de segunda mano, sino también por propia observación yconocimiento. No sé lo que hay de especial en los centros de mi cerebro;pero es un hecho constante de mi conciencia que en todo mi alrededor,a través, dentro y fuera de todo, existe un mundo invisible, muy difícilde describir. Su visión apenas requiere esfuerzo de voluntad; no necesito mayor concentración que la de la vista física para ver un objeto. Es indiferente que los ojos estén abiertos o cerrados puesto que no se ve con ellos. La vista física y la interna son independientes entre sí y, sinembargo, ambas actúan simultáneamente. Mi ojo ve el papel en queescribo esto y al mismo tiempo mi algo (no sé cómo llamarlo ve elmundo invisible que hay encima, debajo, alrededor y a través del papel,de la mesa y de la habitación. Este mundo es luminoso, y parece quetodo punto de este espacio es un manantial de luz propia, diferente dela del mundo físico. Todo su espacio está en pleno movimiento; pero que sugiere de un modo confuso e indescriptible la idea de la Cuarta Dimensión”
En otras palabras, delmundo que nos rodea, descubierto por la ciencia sólo conocemos octava parte, y las siete restantes permanecen ocultas para nuestra conciencia, y aún así creemos verlo TODO como realmente es...
Supongamos también que nuestros nervios estuvieran organizadosde otro modo, que no respondiesen a las ondas de luz, pero sí a las eléctricas. ¡Qué diferente sería entonces el mundo que nos rodea! Por más que el sol brillase para nosotros, no lo veríamos; la atmósfera quenos rodea sería opaca; pero donde quiera que hubiese un fenómeno eléctrico, veríamos.
[justify]Un hilo telefónico sería un hueco por medio del cual veríamos el mundo exterior, nuestras habitaciones estarían alumbradas, no por la luz de una bombilla eléctrica, sino por hilos eléctricosextendidos por las paredes. Realmente si nuestros sentidos respondiesena las ondas eléctricas, ni siquiera necesitaríamos hilos, veríamos por la luz emitida por los PROTONES y ELECTRONES de que se componenlos átomos. No tendríamos alternativa de noche y día, mientras los justifelectrones y protones girasen en sus revoluciones siempre sería de día.Poco a poco vamos comprendiendo que vivimos en un mundo de Ilusion, que tiene poca semejanza con lo real. Ciertamente nos parecever muchas estrellas en el cielo, pero (éstas no están donde a nuestros ojos parecen estar, ¡y claro acaso algunas no existen ya!.
Por otra partenos parece que nuestro cuerpo es sólido, pero la ciencia nos dice que toda la materia realmente sólida que contiene cabría en un dedal. Sabemos también que el tacto, el gusto y elolfato apenas hacen más quedarnos informaciones valiosas paranuestro bienestar físico. Hemosvisto que nuestro sentido del OÍDOabarca once octavas de vibracióndesde 16.000 a 32.000 vibraciones por segundo, pero muchosmamíferos, aves e insectos puedencaptar sonidos que están muchomás allá del límite que alcanzanuestra facultad. El CONCEPTOque ellos tienen de la REALIDADde la Naturaleza es con todaseguridad diferente al nuestro. Por otra parte, de 60 o más octavasconocidas de ondas radiantes, ¡ el
ojo humano solo puede captar UNA ! Y por desgracia o por suertedependemos más de la vista que de cualquier otro sentido.Tal es exactamente el principio fundamental de la
CLARIVIDENCIA
Nos rodean muchos tipos de vibraciones a que el mortal en general no puede responder. Está ciego, inconsciente, respecto a una parte del universo, dispuesto a revelársele si él fuera capaz de responder a sus vibraciones. Pero el Clarividente responde y por lo tanto VE más del mundo real que el que no lo es. Por supuesto que no todos los clarividentes son iguales en responder al mundo invisible: unos ven poco y otros mucho; unos adquieren un concepto claro de lo que ven y otros confuso e incoherente. Pero el principio de la clarividencia es exactamente el mismo de la visión ordinaria. Aún no conocemos qué desarrollo especial de los nervios y de los centros cerebrales es necesario para responder alas vibraciones del mundo invisible, pero la ciencia delmañana nos la descubrirá, descubriéndonos científicamente la"
FISIOLOGÍA OCULTA DEL CEREBRO
" y pondrá el mecanismode la clarividencia más a nuestro alcance que lo está hoy.El Teósofo
C. Jinarajadasa
agrega, respecto a su propia experiencia:
“Al hablar os de este mundo más extenso e invisible que nos rodea,no lo hago de segunda mano, sino también por propia observación yconocimiento. No sé lo que hay de especial en los centros de mi cerebro;pero es un hecho constante de mi conciencia que en todo mi alrededor,a través, dentro y fuera de todo, existe un mundo invisible, muy difícilde describir. Su visión apenas requiere esfuerzo de voluntad; no necesito mayor concentración que la de la vista física para ver un objeto. Es indiferente que los ojos estén abiertos o cerrados puesto que no se ve con ellos. La vista física y la interna son independientes entre sí y, sinembargo, ambas actúan simultáneamente. Mi ojo ve el papel en queescribo esto y al mismo tiempo mi algo (no sé cómo llamarlo ve elmundo invisible que hay encima, debajo, alrededor y a través del papel,de la mesa y de la habitación. Este mundo es luminoso, y parece quetodo punto de este espacio es un manantial de luz propia, diferente dela del mundo físico. Todo su espacio está en pleno movimiento; pero que sugiere de un modo confuso e indescriptible la idea de la Cuarta Dimensión”