Se dice que era hija de un indio que llegó al poblado después de acabarse la Guerra Federal procedente del estado Falcón, huyendo para que no le arrebataran un tesoro que traía, botín que enterró en el cerro La Mina. Algunos pobladores afirman que ven al indio en la esquina del mercado, mientras que otros aseguran que con el empleo de conocimientos sobrenaturales encantó a su hija en el mismo cerro con todo el tesoro, para que ella lo cuidara. Se dice que podía controlar elementos de la naturaleza como el rayo y la tempestad, podía ayudar para obtener una buena pesca y buenas cosechas y tornar de color oscuro la montaña cuando estaba molesto, aparte de poder desaparecer o convertirse en cualquier animal. Cuando la gente quiere invocarlo y pedirle ayuda le ofrecen chimó, tabaco y miche, por ser algunos de sus productos preferidos.