Manaure hombre pacífico y negociante apreciaba la paz como sistema de vida. Su relación con los españoles se complicaba en ocasiones, pero no por su culpa. Los conquistadores irrespetaban la autoridad de los caciques y ni siquiera consideran a aquellos jefes que se convertían en sus aliados. Fue jefe de la nación caquetía o caiquetía, la cual estaba ubicada en la zona que hoy ocupa el estado Falcón.
Era un hombre valeroso, pero prudente, que ostentaba un cacicazgo muy al estilo de las cortes europeas. A diferencia de Guaicaipuro y, en general, los jefes caribes, no sufrió penurias y pruebas antes de ser designado cacique. Representaba a una nación que tenía como principio servir al jefe, brindándole toda clase de comodidades. En sus recorridos, el jefe caquetio era transportado en hamaca o en andas, cargado por sirvientes de su propia tribu.
Su área de influencia abarcaba además las islas circunvecinas, hoy llamadas Aruba y Curazao. Su centro de poder lo tenía ubicado en el poblado de Todariquiba, cerca de la actual Sabaneta. Luego de la fundación de Coro, en 1527, se traslada a esa ciudad. Entró en contacto con los españoles a través de sus guerreros Baracuyra y Baltasar. En principio, negociaron la paz con Gonzalo de Sevilla, asistente de Juan de Ampíes, hacia el año 1522. En 1525 un grupo de traficantes de esclavos asaltan la zona y toman prisioneros a varios parientes de Manaure. Ampíes los socorre y los rescata de sus captores, que los habían llevado a Santo Domingo para venderlos, y Manaure quedó para siempre agradecido de Ampíes, quien lo bautiza en 1528 con el nombre de Martín. Cuando Ambrosio Alfinger asume el poder, procede a expulsar a Ampíes y apresa a Manaure. Luego de su liberación, Manaure se retira a unos 300 kilómetros de Coro.
Según Arcaya, después de atravesar los llanos, se internó en la región del Meta. Parcialmente esto coincidiría con una versión , transmitida por tradicional oral en San Fernando de Apure, la cual refiere que Manaure terminó su peregrinaje en este lugar, donde fue recibido con muestras de amistad y gran respeto por el cacique Biruaca, uno de los Jefes de los Achaguas, quien lo alojó en su tribu. Según la leyenda, Manaure llegó muy enfermo, acosado por la fiebre, y murió poco tiempo después a orillas de la laguna hoy llamada de San Rafael, situada la sureste de la ciudad de San Fernando, donde fue enterrado con todos los tesoros que traía.De documentos encontrados por el Hermano Nectario María en el archivo general de las Indias, se deduce que de Coro salió Manaure para Capatárida y que, un año después, muerto el cacique, regresaron a Coro sus familiares.
Era un hombre valeroso, pero prudente, que ostentaba un cacicazgo muy al estilo de las cortes europeas. A diferencia de Guaicaipuro y, en general, los jefes caribes, no sufrió penurias y pruebas antes de ser designado cacique. Representaba a una nación que tenía como principio servir al jefe, brindándole toda clase de comodidades. En sus recorridos, el jefe caquetio era transportado en hamaca o en andas, cargado por sirvientes de su propia tribu.
Su área de influencia abarcaba además las islas circunvecinas, hoy llamadas Aruba y Curazao. Su centro de poder lo tenía ubicado en el poblado de Todariquiba, cerca de la actual Sabaneta. Luego de la fundación de Coro, en 1527, se traslada a esa ciudad. Entró en contacto con los españoles a través de sus guerreros Baracuyra y Baltasar. En principio, negociaron la paz con Gonzalo de Sevilla, asistente de Juan de Ampíes, hacia el año 1522. En 1525 un grupo de traficantes de esclavos asaltan la zona y toman prisioneros a varios parientes de Manaure. Ampíes los socorre y los rescata de sus captores, que los habían llevado a Santo Domingo para venderlos, y Manaure quedó para siempre agradecido de Ampíes, quien lo bautiza en 1528 con el nombre de Martín. Cuando Ambrosio Alfinger asume el poder, procede a expulsar a Ampíes y apresa a Manaure. Luego de su liberación, Manaure se retira a unos 300 kilómetros de Coro.
Según Arcaya, después de atravesar los llanos, se internó en la región del Meta. Parcialmente esto coincidiría con una versión , transmitida por tradicional oral en San Fernando de Apure, la cual refiere que Manaure terminó su peregrinaje en este lugar, donde fue recibido con muestras de amistad y gran respeto por el cacique Biruaca, uno de los Jefes de los Achaguas, quien lo alojó en su tribu. Según la leyenda, Manaure llegó muy enfermo, acosado por la fiebre, y murió poco tiempo después a orillas de la laguna hoy llamada de San Rafael, situada la sureste de la ciudad de San Fernando, donde fue enterrado con todos los tesoros que traía.De documentos encontrados por el Hermano Nectario María en el archivo general de las Indias, se deduce que de Coro salió Manaure para Capatárida y que, un año después, muerto el cacique, regresaron a Coro sus familiares.