Tal y como comenta Jorge Mier Hoffman, en su ensayo “Bolívar Masón”. “(…) Dijo Bolívar: “Lo que es el pueblo: su credulidad e ignorancia, hacen de los católicos una secta de idólatras, que hecha peste sobre los paganos nativos de América, porque adoraban las estatuas de sus dioses, mientras imponían la adoración y al culto de estatuas de piedra, esculturas de madera groseramente esculpidas, y retazos de lienzos mal embadurnados, que le generan inmensas riquezas..! Ah, sacerdotes hipócritas e ignorantes. En estas dos clases los pongo a todos” (…)
(…) Para la doctrina masónica, el hombre es la “piedra bruta” que ha de ser tallada hasta convertirse en la piedra perfecta o, lo que es lo mismo, en el “hombre verdadero” con iniciativa, autoestima, capacidad de análisis; pero sobre todo, emprendedor de grandes obras… Como organización esotérica, la masonería es portadora de un “secreto” que constituye la esencia de su mensaje. Este a su vez se transmite por medio de causes secretos que ningún masón puede develar bajo juramento, pero que no es más, que las fórmulas que dicta la Sociedad Secreta para que el hombre logre una transformación interior, que lo lleva a descubrir por propia experiencia la paz interior, la verdad religiosa y el conocimiento universal, que en su conjunto constituyen el camino perfecto para la realización espiritual… A esta “verdad oculta” sólo pueden tener acceso quienes hayan sido debidamente iniciados, y después hayan recorrido el camino que se abre ante sus ojos. Para descubrir el sendero de la espiritualidad y el conocimiento universal, el iniciado deberá: leer profundamente la intelectualidad sin importar las corrientes, discutir el análisis aprendido con dominio de causa, y practicar con asiduidad y perseverancia el arte de la vida. (…)
(…) Bolívar ávido del conocimiento que se le abría ante sus ojos, le pide a su maestro penetrar en la Sociedad Secreta, ante la restricción que imponía la Orden, a la cual sólo podían llegar intelectuales llevados por otros masones… Es así como ambos Simones llegan a la Logia de Saint Alexandre D´Escoses ubicada en París, presentado por su maestro Simón Rodríguez en su condición de masón… La formación intelectual de Bolívar lo colocaba por encima del Grado de Aprendiz, tomando en cuenta la instrucción académica dada por su maestro masón, Simón Rodríguez; es por ello, que luego de siete meses de estudios, meditación y ejercicios iniciáticos, Bolívar adquiere el título de Masón en Segundo Grado: COMPAÑERO. (…)
(…) Un mundo de sabiduría se abrió ante sus ojos, donde se podían discutir todo tipo de temas, y lograr la formación intelectual que requería su mente ávida de conocimiento… Para su grata sorpresa, conoció que hombres de la talla de George Washington; Benjamín Franklin; José de San Martín; Ambrosio O’Higgins; Amadeus Mozart; Louis de Montesquieu; Napoleón Bonaparte; los filósofo de la época: Denis Diderot, Friedrich Hegel, Johann Herder; Alcalá Galiano; entre muchos otros personajes, así como los filósofos griegos de la antigua Alejandría, todos ellos eran masones practicantes y participaban en las Sociedades Secretas, y mucha de sus obras e inventos, surgieron en las Logias, como resultado de compartir ideas y conocimiento.(…)
(…) El 7 de enero de 1806 Bolívar hace su juramento ante los iniciadores de la masonería, términos filosóficos que sugiere “Arquitecto de una Moral Universal y Constructor del Templo Espiritual Invisible”:
“Juro por Dios y por San Juan, por la Escuadra y el Compás, someterme al juicio de todos, trabajar al servicio de mi Maestro en la honorable Logia, del lunes por la mañana al sábado, y guardar las llaves, bajo la pena de que me sea arrancada la lengua a través del mentón, y de ser enterrado bajo las olas, allá donde ningún hombre lo sabrá”(…)
(…) Bolívar tenía alta estima por los individuos que en su rebeldía intelectual buscaban el conocimiento y la verdad, sin importar el veto impuesto por la iglesia; y que en su inquebrantables deseo de superación, se agrupaban en esa Sociedad Secreta conocida como Francmasonería, donde pregonaban la justicia social y la igualdad del hombre: “La francmasonería es una asociación universal, filantrópica, filosófica y progresiva, que procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las artes, los sentimientos de abnegación, filantropía y la tolerancia religiosa; que tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias y de intereses; uniendo a todos los hombres por los lazos de la solidaridad y confundiéndolos en un tierno afecto de mutua correspondencia. La Francmasonería es la predica de la moral universal, una e inmutable, más extendida, más universal que la de las religiones positivas, todas ellas exclusivistas, puesto que califican a los individuos en paganos, idólatras, cismáticos, sectarios… Su objeto puede resumirse en esta palabras: borrar entre los hombres las preocupaciones de casta, las distinciones convencionales de colores, orígenes, opiniones y nacionalidades, combatir el fanatismo y la superstición, extirpar los odios nacionales y con ellos el origen de la guerra. Dentro de su doctrina social, declara el derecho universal y eterno, según el cual cada individuo debe libre e integralmente desenvolver todas su facultades y concurrir en toda la plenitud de su poder al bien de todos, haciendo así del género humano una sola familia de hermanos unida por el amor la ciencia y el trabajo”
La masonería de entonces, respondía a un claro desarrollo intelectual del Ser humano, surgidos de la sociedad, como la congregación por excelencia de individuos, donde los misterios se concentraban en tres puntos: La Sagrada Doctrina, La Moral, y La Ciencia Exacta… Del Grado de Aprendiz se pasaba al segundo sin intermediario; pero una vez llegado al segundo grado de Compañero, largas preparaciones eran necesarias… Era solamente en el tercero de la Iniciación, en el grado de Maestro, que los misterios y la sabiduría eran expuestos para penetrar en el campo de la magia, las fábulas y las fantasías, como dignos representantes de la grandiosa manifestación de la Luz del Conocimiento.
Es por ello que podemos afirmar, que Bolívar fue masón a toda honra, y que todo lo que se ha dicho para inventar una aversión a la Gran Logia, no es más que el producto de la guerra informativa que siempre ha emprendido la iglesia, para justificar el adoctrinamiento católico, y restar crédito a la cristiandad y los sanos principios filantrópicos y llenos de sabiduría, que tuvieron un lugar preponderante en los orígenes de las Sociedades Secretas, en momentos en que el catolicismo torturaba y llevaba a la hoguera a millares de seres humanos en procura de lograr la ignorancia del individuo.(…).
De manera que Simón Bolívar nuestro Libertador, fue un Mago Masónico y ahora baja en los altares venezolanos en alas del poderoso culto a María Lionza.
(…) Para la doctrina masónica, el hombre es la “piedra bruta” que ha de ser tallada hasta convertirse en la piedra perfecta o, lo que es lo mismo, en el “hombre verdadero” con iniciativa, autoestima, capacidad de análisis; pero sobre todo, emprendedor de grandes obras… Como organización esotérica, la masonería es portadora de un “secreto” que constituye la esencia de su mensaje. Este a su vez se transmite por medio de causes secretos que ningún masón puede develar bajo juramento, pero que no es más, que las fórmulas que dicta la Sociedad Secreta para que el hombre logre una transformación interior, que lo lleva a descubrir por propia experiencia la paz interior, la verdad religiosa y el conocimiento universal, que en su conjunto constituyen el camino perfecto para la realización espiritual… A esta “verdad oculta” sólo pueden tener acceso quienes hayan sido debidamente iniciados, y después hayan recorrido el camino que se abre ante sus ojos. Para descubrir el sendero de la espiritualidad y el conocimiento universal, el iniciado deberá: leer profundamente la intelectualidad sin importar las corrientes, discutir el análisis aprendido con dominio de causa, y practicar con asiduidad y perseverancia el arte de la vida. (…)
(…) Bolívar ávido del conocimiento que se le abría ante sus ojos, le pide a su maestro penetrar en la Sociedad Secreta, ante la restricción que imponía la Orden, a la cual sólo podían llegar intelectuales llevados por otros masones… Es así como ambos Simones llegan a la Logia de Saint Alexandre D´Escoses ubicada en París, presentado por su maestro Simón Rodríguez en su condición de masón… La formación intelectual de Bolívar lo colocaba por encima del Grado de Aprendiz, tomando en cuenta la instrucción académica dada por su maestro masón, Simón Rodríguez; es por ello, que luego de siete meses de estudios, meditación y ejercicios iniciáticos, Bolívar adquiere el título de Masón en Segundo Grado: COMPAÑERO. (…)
(…) Un mundo de sabiduría se abrió ante sus ojos, donde se podían discutir todo tipo de temas, y lograr la formación intelectual que requería su mente ávida de conocimiento… Para su grata sorpresa, conoció que hombres de la talla de George Washington; Benjamín Franklin; José de San Martín; Ambrosio O’Higgins; Amadeus Mozart; Louis de Montesquieu; Napoleón Bonaparte; los filósofo de la época: Denis Diderot, Friedrich Hegel, Johann Herder; Alcalá Galiano; entre muchos otros personajes, así como los filósofos griegos de la antigua Alejandría, todos ellos eran masones practicantes y participaban en las Sociedades Secretas, y mucha de sus obras e inventos, surgieron en las Logias, como resultado de compartir ideas y conocimiento.(…)
(…) El 7 de enero de 1806 Bolívar hace su juramento ante los iniciadores de la masonería, términos filosóficos que sugiere “Arquitecto de una Moral Universal y Constructor del Templo Espiritual Invisible”:
“Juro por Dios y por San Juan, por la Escuadra y el Compás, someterme al juicio de todos, trabajar al servicio de mi Maestro en la honorable Logia, del lunes por la mañana al sábado, y guardar las llaves, bajo la pena de que me sea arrancada la lengua a través del mentón, y de ser enterrado bajo las olas, allá donde ningún hombre lo sabrá”(…)
(…) Bolívar tenía alta estima por los individuos que en su rebeldía intelectual buscaban el conocimiento y la verdad, sin importar el veto impuesto por la iglesia; y que en su inquebrantables deseo de superación, se agrupaban en esa Sociedad Secreta conocida como Francmasonería, donde pregonaban la justicia social y la igualdad del hombre: “La francmasonería es una asociación universal, filantrópica, filosófica y progresiva, que procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las artes, los sentimientos de abnegación, filantropía y la tolerancia religiosa; que tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias y de intereses; uniendo a todos los hombres por los lazos de la solidaridad y confundiéndolos en un tierno afecto de mutua correspondencia. La Francmasonería es la predica de la moral universal, una e inmutable, más extendida, más universal que la de las religiones positivas, todas ellas exclusivistas, puesto que califican a los individuos en paganos, idólatras, cismáticos, sectarios… Su objeto puede resumirse en esta palabras: borrar entre los hombres las preocupaciones de casta, las distinciones convencionales de colores, orígenes, opiniones y nacionalidades, combatir el fanatismo y la superstición, extirpar los odios nacionales y con ellos el origen de la guerra. Dentro de su doctrina social, declara el derecho universal y eterno, según el cual cada individuo debe libre e integralmente desenvolver todas su facultades y concurrir en toda la plenitud de su poder al bien de todos, haciendo así del género humano una sola familia de hermanos unida por el amor la ciencia y el trabajo”
La masonería de entonces, respondía a un claro desarrollo intelectual del Ser humano, surgidos de la sociedad, como la congregación por excelencia de individuos, donde los misterios se concentraban en tres puntos: La Sagrada Doctrina, La Moral, y La Ciencia Exacta… Del Grado de Aprendiz se pasaba al segundo sin intermediario; pero una vez llegado al segundo grado de Compañero, largas preparaciones eran necesarias… Era solamente en el tercero de la Iniciación, en el grado de Maestro, que los misterios y la sabiduría eran expuestos para penetrar en el campo de la magia, las fábulas y las fantasías, como dignos representantes de la grandiosa manifestación de la Luz del Conocimiento.
Es por ello que podemos afirmar, que Bolívar fue masón a toda honra, y que todo lo que se ha dicho para inventar una aversión a la Gran Logia, no es más que el producto de la guerra informativa que siempre ha emprendido la iglesia, para justificar el adoctrinamiento católico, y restar crédito a la cristiandad y los sanos principios filantrópicos y llenos de sabiduría, que tuvieron un lugar preponderante en los orígenes de las Sociedades Secretas, en momentos en que el catolicismo torturaba y llevaba a la hoguera a millares de seres humanos en procura de lograr la ignorancia del individuo.(…).
De manera que Simón Bolívar nuestro Libertador, fue un Mago Masónico y ahora baja en los altares venezolanos en alas del poderoso culto a María Lionza.