Ngando Nfinda escribió: [...] ahora bien Bolívar con todo el respeto que el se merece fue un ser humano como cualquier otro, el que haya liderado un grupo de militares para ayudar a liberar estas tierras del yugo español no considero y es mi opinión muy personal no lo hace merecedor automáticamente de unas luces especiales porque si al caso vamos todos los libertadores mataron gente en las tantas batallas y eso va en contra de lo que manda dios, todos esos procederes que estuvieron al lado de Bolívar tiene igual o inclusive mas luces que el mismo Bolívar y no los veo como espíritus inalcanzables estoy seguro que tienen todos sus muy buenas luces pero ninguno esta por encima de las 3 potencias [...]
Me ha gustado mucho su argumento y manera de razonarlo porque lo distancia de la idolatría en que el devoto se coloca frente a estos personajes célebres a los cuales no quiere cuestionar por considerarlo una ofensa hacia su memoria y nombre. Yo debo decir que estoy plenamente de acuerdo con usted. De hecho, para mí libertador y representante de la fuente causal asociada a aquello que mueve los procesos de rebeldía, revolución y liberación es Guaicaipuro sin desconocer el mérito de los demás.
A partir de ese razonamiento que usted hace (que es correcto) me involucré queriendo desvelar un poco de entendimiento con respecto a los puntos polémicos que envuelven a estos personajes y que pueden ser elementos de juicio severo.
Entre los enigmas que persisten a la actualidad y que según sé, jamás dentro del razonamiento humano tendrán respuesta se encuentran todos los asociados a la Ley de Destrucción que asociamos a la salud-enfermedad, vida-muerte, destrucción-regeneración, esclavitud-libertad, etcétera..., como factores que representan una dualidad y suponen dentro de la enseñanza espiritual que conforman los antagonismos que se suprimen mutuamente y favorecen a que exista un equilibrio. Todavía pensamos humanamente que todos los sucesos de destrucción son malos hasta que comprendemos que existe una destrucción necesaria sin la cual el desequilibrio reinaría y en ello también se involucra la muerte de otras criaturas como vemos en la explotación de las especies animales para diversos beneficios personales e incluso la ejecución de los marginales de sociedad que relegamos entre deberes a los cuerpos de investigación criminal. Es decir, existen factores que de acuerdo a lo que hablan los Espíritus, justifican o censuran una destrucción (incluyendo la muerte de otros seres humanos) y eso se aplica en absolutamente todo, incluso en la guerra donde el propio instinto de conservación se mantiene activo por voluntad de Dios y te obliga a responder si es necesario matando al adversario con tal de no morir prematuramente. Esta realidad es quizá la parte más cruel de la existencia y una de las que siembran temor cuando los propios Espíritus lo manejan indiferentes de sentimientos (en absoluta frialdad) y sobre esta cruel fuente causal y los eventos que derivan de ahí hemos creado mil y un mito para intentar crear en torno a ellos la simbología del mal aunque se nos dice que la Ley de Destrucción la creó Dios, por ende, Él creó a la muerte y la gobierna.
Lo delicado es que existe una fuente causal de energía que hemos expresado en alegorías distintas en todas las culturas y yo puedo mencionar a Marte y Ogum que son las referencias que tengo más cercanas y conozco mejor y a partir de las cuales comprendo todas las mutaciones de la energía que ellos representan y está asociada a la lucha, la guerra, la conservación, el progreso, la liberación, entre otros..., es decir, que contemplando esta energía causal, se llega fácil a la conclusión de que al actuar ella sobre los eventos que la constriñen, la única manera de que ocurra una inversión es a través de la coacción de ella sobre el factor constringente. Parecerá mentira pero personajes históricos todos que han cargado esta energía causal han sido símbolo de guerra y liberad, rebeldía y progreso y podemos contemplarlo entre personajes como el ya mencionado Guaicaipuro, Simón Bolívar, San Jorge, San Miguel Arcángel (no es histórico pero la representa), Espartaco, Besouro en Brasil, entre muchos otros a los cuales su nacimiento les trajo también un destino de vida en donde los enfrentamientos estarían presentes y es que en este último caso, el propio Ifá le reveló a Besouro su destino de rebelión, revolución y libertad al ser proclamado hijo de Ogum; en la Umbanda, toda persona que nace con estas fuentes belicosas, no hace falta sacarle itá para saber que en su destino la guerra será el día a día, y algunos individuos nacen con un destino especializado para ejercer este tipo de tareas y es que si analizamos ¿pudo suceder de otro modo la historia? Todos acá cumplimos un destino, algunos bien flexibles, otro bien estricto y por eso el juicio que se hace a las acciones de un héroe de estos es irrelevantes debido a que nuestro reconocimiento o no, no representa ninguna diferencia frente a lo que espiritualmente recibe por ejercer su papel acá. A menudo pienso lo siguiente: el modelo actual es el modelo de la hipocresía, esto debido a que los humanos para jactarnos de que somos buenos hemos relegado toda ejecución de los actos ruines y desagradables a Espíritus más compatibles con estas labores y así tenemos la conveniencia de poder ignorar que financiamos la industria del dolor, la explotación, la muerte, la enfermedad... ¿O no? La farmacología depende de la tortura a sujetos de experimentación mientras que los sistemas de producción no evalúan a las criaturas bajo concepto de dignidad (contrario al sistema ancestral que los asumía como vivos aunque entendía que debían matar para comer) y si calificamos los mataderos, son equiparables al infierno; por otro lado, en nuestra sociedad hacemos selección y descarte de individuos basado en preconceptos personales donde elegimos a los que son aptos para acompañarnos y cuáles no, sin embargo, estos últimos nos prestan los servicios sucios que nos encantan porque mientras calificamos de demonios a los funcionarios del CICPC pocos piensan que de no haber un cuerpo encargado de ejecutar al delincuente, seríamos nosotros personalmente quienes tendríamos que dar muerte a esos individuos en pro de nuestra conservación, ¿o no? A nadie le gusta lidiar con una neoplasia o carcinoma, entonces los oncólogos son unos cochinos por exponerse a eso al igual que los forenses al manipular un cadáver en fase enfisematosa (cuando se hincha y revienta el muerto) pero de ahí sacamos el beneficio de los diagnósticos, el control de las poblaciones, de las enfermedades, etcétera..., y te lo planteo así porque este ha sido un enigma de toda la vida ya que yo sólo me he dedicado a la medicina desde los primeros años de vida (en vez de ver televisión o juguetear, yo veía y estudiaba ciencia, biología, medicina...) y todos los días tengo esos antagonismos al mismo tiempo teniendo yo mismo que romper con la naturalidad de los hechos porque todos los días un profesional de la salud debe decidir quién va a morir, sea intencional o por error; acá lo que se penaliza es la destrucción innecesaria, lo que quiere decir que si en el proceder de la actuación de Simón Bolívar no había manera de evitar todas esas escenas dantescas, ¿quiénes somos para juzgarlo? No digo con ello que hay que exonerarlo, pero el hombre posee su estirpe espiritual y eso es sinónimo de que los factores que influyen en la evolución espiritual lo beneficiaron.
Dicen los Espíritus que el hombre mientras está en la carne está sujeto a limitaciones de crecimiento, por eso el Espíritu cuando está libre es que se termina de elevar. Acá hay errores que se cometen que si no son capaces de anclar a un Espíritu a una situación penosa le son útiles como experiencia. Todavía hay incluso que pensar porqué Dios ha creado una fuente causal de energía asociada la guerra que produce destrucción cuando coacciona contra su adversario que es la muerte y que siempre existirá; otra cosa que dicen los Espíritus es que cuando los buenos dejen de estar de piernas cruzadas echando rezos en sus casas y se atrevan a dominar a los malos y mantenerlos arrinconados, ahí este mundo estará dominado por los buenos y no por líderes malos. ¿Algo sobre lo cual reflexionar? Matar está mal, pero las 24 horas estamos matando y por falta de consciencia espiritual lo pasamos desapercibido.
Con labores relevantes no he expresado que Simón Bolívar sea perfecto, apenas he dicho que el hecho de él tener especialidad en un campo de actuación lo hace mejor para esa función que cualquier otro individuo que ha tenido una vida simple como aquel hombre que trabaja, come, duerme, se reproduce y el mundo sigue igual que antes que naciera y seguirá igual cuando se haya muerto porque su vida no representó ningún progreso a la marcha de la Tierra. Los osados siempre serán discriminados y juzgados, y lo serán sólo por haberse atrevido y esa responsabilidad se la colocan las entidades de Umbanda directamente a los líderes del cristianismo que en épocas anteriores favoreció el ciudadano dócil que era perfecto para un imperio controlador como era el romano y otros lo adoptaron por verle la misma conveniencia, pero el hombre libre siempre será martirizado y discriminado a ejemplo de Jesús.
Yo no creo en el "pastor de ovejas" porque generalmente las ovejas suelen ser animales de inmolación y ellas representan al ciudadano común que al morir deambula sonámbulo entre los muertos, sin consciencia ni dirección mientras que las "cabras" son las que han destacado en este mundo, han sido origen de polémica, criticas, juicios, censuras, admiración y prosiguen a estar activos del otro lado llegando a dominar funciones que se atrevió a cumplir. Yo tengo mucha de esa energía causal de guerra y entiendo mi vida como guerra, en mi destino era necesario reconocer que yo era diferente, aceptarlo y asumirlo, así dejar de perder el tiempo querer encajar en el molde social y al hacerlo todo mejoró en un 1000% porque esa energía empezó a trabajar para mí. Quiero concluir que sobre esto nuestro juicio humano todavía tiene límites, pero es cierto que humanamente no hay individuos impecables sin impurezas.
Postdata: a los que quieran ver una película histórica y sobre los Orixás, hagan clic en Besouro y verán esta, la cual se remonta al origen de la Capoeira, un arte marcial subordinado a los Orixás y la historia de los negros en Brasil. Guaicaipuro, Negro Felipe y María Lionza son líderes de una misión espiritual. Al igual que ocurre en Umbanda, donde Espíritus puros han descendido a tierra, cuando se les encomienda a una entidad una misión espiritual, indiferente de su progreso debe manifestarse. Pero su lógica es correcta. Sobre la corte celestial, considerando que está compuesta por "santos" creados que no fueron en mayoría más honorables que cualquier anciano de nuestras comunidades, es un mito que no bajen, la realidad detrás de que no bajen los santos es que la brujería no les interesa y hacen uso de su libertad, se ocupan de funciones que les son más acordes a sus intereses ya que no están obligados a misionar acá ni allá. En Umbanda existe la llamada línea de Santo, son líneas donde un santo católico lidera la legión entera y según se describe (dicen los Espíritus) cubren funciones globales, por eso no se van a ocupar de que a fulano de tal se le fue el novio o la novia y hay que regresarlo, para eso hay otros Espíritus que se ocupan de eso. Esta es causa por la cual siempre se ha rechazado el crédito que se da a los santos y su actuación en este tipo de cultos cuando en realidad quienes atienden los pedidos de la corte celestial tienden a ser Espíritus anónimos cuyos nombres no han sido apreciados porque no tienen reputación construida, fueron hombres simples que crecieron mucho, pero no adquirieron popularidad.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.