Estimados Hermanos y Hermanas; paso a transcribir un tema que me apasiona y escribí por allí: "Estimados Hermanos y Hermanas; he retomado este tema que considero de suma importancia para el mundo espiritual; por ello, traté de hacer un resumen de las bondades que el imán a representado a través de la historia, tratando también de dar una breve descripción de términos científicos relacionados con el tema, para por último poder llevarlo al terreno espiritual.
Así tenemos que, cuentan algunos historiadores que Cleopatra, dormía con una piedra imán sobre la frente para retrasar el proceso de envejecimiento; Aristóteles al referirse a las propiedades curativas de los imanes naturales, los llamaba "imanes blancos o buenos” por su bondad y efecto benefactor en los humanos; fueron utilizados desde la antigüedad para curar los problemas oculares, el estreñimiento, trastornos dolorosos, la depresión, la gota y los espasmos musculares.
Paracelso fue uno de los primeros en postular que la propia Tierra era un gran imán y decía que este era el rey de todos los secretos.
Mesmer aplicó también la curación magnética según una teoría astrológica según la cual el sol, la luna e incluso la tierra poseían energías magnéticas sutiles que pueden influir en el sistema nervioso humano y proporcionar energía al cuerpo; hasta que Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química por sus descubrimientos sobre las propiedades magnéticas de la hemoglobina, una sustancia presente en la sangre que contiene hierro.
Hoy día, sobre todo en México, está muy en uso el Bio-magnetísmo, según el cual aplicando imanes de una determinada fuerza y polaridad en puntos específicos del cuerpo, se consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de las enfermedades graves del hombre, incluso algunas en las que la medicina oficial no siempre reconoce una etiología microbiana como la diabetes, el cáncer, la artritis y otras.
Las corrientes eléctricas son las causantes de los campos magnéticos y viceversa, los campos magnéticos producen corrientes eléctricas; y esta es la parte fundamental o que nos interesa en el mundo espiritual; este campo se representa mediante líneas de fuerza, que son unas líneas imaginarias, cerradas, que van del polo norte al polo sur, por fuera del imán y en sentido contrario en el interior de éste. En el interior de la materia existen pequeñas corrientes cerradas debidas al movimiento de los electrones que contienen los átomos, cada una de ellas origina un microscópico imán o dipolo. Cuando estos pequeños imanes están orientados en todas direcciones sus efectos (ojo) se anulan mutuamente y el material no presenta propiedades magnéticas (trabajo para desmagnetizar algo o a alguien); en cambio si todos los imanes se alinean actúan como un único imán y en ese caso decimos que la sustancia se ha magnetizado. Los golpes fuertes pueden descolocar las partículas haciendo que el imán pierda su potencia; también, aplicando el frotamiento en sentido contrario o invirtiendo el sentido de la corriente, según sea el método que se usó para imantarlo.
El imán consta de varias partes, a saber: 1) Un eje magnético: que es una barra de la línea que une los dos polos. 2) Una línea neutral: que es una línea de la superficie de la barra que separa las zonas polarizadas; y 3) Los polos: que son los dos extremos del imán donde las fuerzas de atracción son más intensas. Estos polos son, el polo norte y el polo sur; los polos iguales se repelen y los diferentes se atraen (principio de la analogía de los contrarios). Existe una gran variedad de materiales y aparatos que se pueden dañar si se les aplica una cierta cantidad de magnetismo opuesto.
Ahora, Los materiales tienen momentos magnéticos, que podemos representar como pequeños vectores de fuerza. Cada uno de estos momentos magnéticos tiene una dirección y sentido. Si ante la aplicación de un campo magnético todos los momentos magnéticos se alinean de la misma forma, existe un momento magnético total resultante con la misma dirección y sentido que el resto. Los materiales que alinean sus momentos magnéticos ante la presencia de un campo magnético y los mantienen alineados, es decir que el material queda magnetizado, se denominan ferro-magnéticos. La facilidad con la que un material atrae y deja pasar a un campo magnético se denomina permeabilidad magnética. El grado en el que un material se magnetiza frente a un campo magnético se denomina susceptibilidad magnética. Los materiales que tienen un campo magnético más notable que la mayoría se denominan imanes.
Un imán puede ser natural o formado magnetizando un material con propiedades magnéticas como lo es el hierro. Un material (cuyas propiedades lo permitan) se magnetiza acercándolo a un campo magnético (por ejemplo a otro imán). Si se divide un imán, éste vuelve a tener nuevamente dos polos, pero más debilitados.
Existen también los electroimanes que son imanes que funcionan con una corriente eléctrica; presentan sus propiedades magnéticas al circular esta corriente y se puede variar su intensidad variando la cantidad de corriente.
En los materiales magnéticos existe el denominado comportamiento paramagnético que se produce cuando el campo magnético aplicado alinea todos los momentos magnéticos ya existentes en los átomos o moléculas individuales que componen el material. Esto produce un momento magnético global que se suma al campo magnético. Los materiales paramagnéticos suelen contener elementos de transición o lantánidos con electrones desapareados. El paramagnetismo en sustancias no metálicas suele caracterizarse por una dependencia de la temperatura: la intensidad del momento magnético inducido varía inversamente con la temperatura. Esto se debe a que al ir aumentando la temperatura, cada vez resulta más difícil alinear los momentos magnéticos de los átomos individuales en la dirección del campo magnético.
En conclusión, existe grandes y fabulosos estudios sobre “el rey de los secretos” de Paracelso, aplicados a casi todos los campos y no se podría escapar el espiritual; recuerden que los espíritus y nosotros mismos somos unidades energéticas y el magnetismo tiene mucho que ver, con las referencias a los puntos cardinales muy utilizados en las prácticas esotéricas; al principio de la analogía de los contrarios; al fenómeno de la vibración energética fantasmal o espiritual; a las prácticas curativas de los chamanes y curanderos, curiosos o rezanderos, mediante la postura o imposición de las manos magnetizadas; al uso de los reventamientos, volteos o retornos; el magnetizar el tabaco y luces; a la forma de hechizo mental y verbal voluntario o involuntario; en fin, a casi toda la práctica en el manejo de los fenómenos mágicos. Es sólo cuestión de que se pueda entender como es que funciona el campo magnético o el magnetismo en general y aplicarlo a las prácticas espirituales. Que la Luz y la Esperanza siempre los acompañen."
Así tenemos que, cuentan algunos historiadores que Cleopatra, dormía con una piedra imán sobre la frente para retrasar el proceso de envejecimiento; Aristóteles al referirse a las propiedades curativas de los imanes naturales, los llamaba "imanes blancos o buenos” por su bondad y efecto benefactor en los humanos; fueron utilizados desde la antigüedad para curar los problemas oculares, el estreñimiento, trastornos dolorosos, la depresión, la gota y los espasmos musculares.
Paracelso fue uno de los primeros en postular que la propia Tierra era un gran imán y decía que este era el rey de todos los secretos.
Mesmer aplicó también la curación magnética según una teoría astrológica según la cual el sol, la luna e incluso la tierra poseían energías magnéticas sutiles que pueden influir en el sistema nervioso humano y proporcionar energía al cuerpo; hasta que Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química por sus descubrimientos sobre las propiedades magnéticas de la hemoglobina, una sustancia presente en la sangre que contiene hierro.
Hoy día, sobre todo en México, está muy en uso el Bio-magnetísmo, según el cual aplicando imanes de una determinada fuerza y polaridad en puntos específicos del cuerpo, se consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de las enfermedades graves del hombre, incluso algunas en las que la medicina oficial no siempre reconoce una etiología microbiana como la diabetes, el cáncer, la artritis y otras.
Las corrientes eléctricas son las causantes de los campos magnéticos y viceversa, los campos magnéticos producen corrientes eléctricas; y esta es la parte fundamental o que nos interesa en el mundo espiritual; este campo se representa mediante líneas de fuerza, que son unas líneas imaginarias, cerradas, que van del polo norte al polo sur, por fuera del imán y en sentido contrario en el interior de éste. En el interior de la materia existen pequeñas corrientes cerradas debidas al movimiento de los electrones que contienen los átomos, cada una de ellas origina un microscópico imán o dipolo. Cuando estos pequeños imanes están orientados en todas direcciones sus efectos (ojo) se anulan mutuamente y el material no presenta propiedades magnéticas (trabajo para desmagnetizar algo o a alguien); en cambio si todos los imanes se alinean actúan como un único imán y en ese caso decimos que la sustancia se ha magnetizado. Los golpes fuertes pueden descolocar las partículas haciendo que el imán pierda su potencia; también, aplicando el frotamiento en sentido contrario o invirtiendo el sentido de la corriente, según sea el método que se usó para imantarlo.
El imán consta de varias partes, a saber: 1) Un eje magnético: que es una barra de la línea que une los dos polos. 2) Una línea neutral: que es una línea de la superficie de la barra que separa las zonas polarizadas; y 3) Los polos: que son los dos extremos del imán donde las fuerzas de atracción son más intensas. Estos polos son, el polo norte y el polo sur; los polos iguales se repelen y los diferentes se atraen (principio de la analogía de los contrarios). Existe una gran variedad de materiales y aparatos que se pueden dañar si se les aplica una cierta cantidad de magnetismo opuesto.
Ahora, Los materiales tienen momentos magnéticos, que podemos representar como pequeños vectores de fuerza. Cada uno de estos momentos magnéticos tiene una dirección y sentido. Si ante la aplicación de un campo magnético todos los momentos magnéticos se alinean de la misma forma, existe un momento magnético total resultante con la misma dirección y sentido que el resto. Los materiales que alinean sus momentos magnéticos ante la presencia de un campo magnético y los mantienen alineados, es decir que el material queda magnetizado, se denominan ferro-magnéticos. La facilidad con la que un material atrae y deja pasar a un campo magnético se denomina permeabilidad magnética. El grado en el que un material se magnetiza frente a un campo magnético se denomina susceptibilidad magnética. Los materiales que tienen un campo magnético más notable que la mayoría se denominan imanes.
Un imán puede ser natural o formado magnetizando un material con propiedades magnéticas como lo es el hierro. Un material (cuyas propiedades lo permitan) se magnetiza acercándolo a un campo magnético (por ejemplo a otro imán). Si se divide un imán, éste vuelve a tener nuevamente dos polos, pero más debilitados.
Existen también los electroimanes que son imanes que funcionan con una corriente eléctrica; presentan sus propiedades magnéticas al circular esta corriente y se puede variar su intensidad variando la cantidad de corriente.
En los materiales magnéticos existe el denominado comportamiento paramagnético que se produce cuando el campo magnético aplicado alinea todos los momentos magnéticos ya existentes en los átomos o moléculas individuales que componen el material. Esto produce un momento magnético global que se suma al campo magnético. Los materiales paramagnéticos suelen contener elementos de transición o lantánidos con electrones desapareados. El paramagnetismo en sustancias no metálicas suele caracterizarse por una dependencia de la temperatura: la intensidad del momento magnético inducido varía inversamente con la temperatura. Esto se debe a que al ir aumentando la temperatura, cada vez resulta más difícil alinear los momentos magnéticos de los átomos individuales en la dirección del campo magnético.
En conclusión, existe grandes y fabulosos estudios sobre “el rey de los secretos” de Paracelso, aplicados a casi todos los campos y no se podría escapar el espiritual; recuerden que los espíritus y nosotros mismos somos unidades energéticas y el magnetismo tiene mucho que ver, con las referencias a los puntos cardinales muy utilizados en las prácticas esotéricas; al principio de la analogía de los contrarios; al fenómeno de la vibración energética fantasmal o espiritual; a las prácticas curativas de los chamanes y curanderos, curiosos o rezanderos, mediante la postura o imposición de las manos magnetizadas; al uso de los reventamientos, volteos o retornos; el magnetizar el tabaco y luces; a la forma de hechizo mental y verbal voluntario o involuntario; en fin, a casi toda la práctica en el manejo de los fenómenos mágicos. Es sólo cuestión de que se pueda entender como es que funciona el campo magnético o el magnetismo en general y aplicarlo a las prácticas espirituales. Que la Luz y la Esperanza siempre los acompañen."