Hermanos y hermanas mis saludos y mis respetos, que Dios y la Madre Reyna les abran los caminos y les den mas luces para su desarrollo, aquí les dejo un humilde aporte, me estoy iniciando en estos caminos y espero contar con todo su apoyo para continuar por el sendero de nuestros antepasados haciendo el bien y brindándole asistencia espiritual a los necesitados.
A continuación incluyo una plegaria Chinook, la cual refleja la conciencia que tienen los indígenas del lenguaje del Espíritu inherente a toda la naturaleza.
Acudimos a la tierra, nuestro hogar, con sus hermosas profundidades y cumbres elevadas, su vitalidad y abundancia de vida, y juntos le pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a las montañas, a las cascadas y a los montes, a las verdes sabanas y a las praderas de flores silvestres, a las nieves perpetuas, a las cimas del silencio absoluto, y le pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a las aguas que rodean nuestra tierra de un confín al otro, que fluyen por nuestros ríos y arroyos, que riegan nuestros jardines y campos, y le pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a la tierra que nos da el alimento, al suelo fértil, a los campos productivos, a los jardines y huertos abundantes, y les pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a los bosques, a los majestuosos árboles que se erigen firmemente hacia el firmamento con sus raíces en la tierra y sus ramas en los cielos; a los abetos, pinos y a los cedros, y les pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a las criaturas de los campos, bosques y mares, a nuestros hermanos lobos y ciervos, a las hermanas águilas y palomas, a las ballenas y al delfín, a la hermosa orca y al salmón, quienes comparten nuestras tierras del noroeste, y les pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a la luna, a las estrellas y al sol que gobiernan los siglos y las estaciones de nuestras vidas y nos recuerdan que somos parte de un universo grande y maravilloso, y les pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Acudimos a todos los que han vividos en estas tierras, a nuestros antepasados y amigos que soñaron lo mejor para las generaciones futuras y sobre quienes están modeladas nuestras vidas, y dándoles gracias les pedimos que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
Y finalmente, acudimos a lo más sagrado: a la presencia y al poder del Gran Espíritu de amor y verdad presente en todo el Universo… Qué esté con nosotros y que:
Nos enseñen y nos muestren el camino.
En realidad, la naturaleza y el universo tienen mucho qué enseñarnos y nos mostrará el camino. Lo único que debemos hacer es alinearnos con su perfección y percibir como se alinea con nosotros.
“Dios y nuestra Reyna con todas sus cortes nos Inspiran…..Y Cuando estamos Inspirados, nuestras fuerzas, facultades y talentos latentes cobran vida, y tú descubres ser una persona mucho más grande de lo nunca antes habías soñado”