Claramente y con preocupación me doy cuenta de cuanto se están divirtiendo los espíritus burlones por doquier, no quiero descalificar la identidad de estos espíritus, puede ser que algunos de ellos sean espíritus auténticos como puede ser que no, pero en concreto, no se pueden identificar como miembros de algo a lo cual no pertenecen, el sistema de cortes fue un mecanismo ideado para catalogar y clasificar separando cada entidad para su respectivo estudio e identificación, la mayoría de las cortes muy populares actualmente aunque se citen dentro del culto no pertenecen a este sino que fueron anexadas por personas que traían esas creencias, estas están ejemplificadas en la corte africana introducida por los cultos africanistas, vudú introducida por sus adeptos, hindú introducida por allegados al hinduismo y sucesivamente siendo que en su mayoría las entidades que se manifiestan en estas cortes resultan ser únicamente un absurdo presenciar que distan mucho de lo sustentable, yo recomiendo lo que nos han recomendado en la doctrina espirita, a los espíritus hay que probarlos para ver si realmente son quienes dicen ser y no dar crédito a aquellos cuya procedencia no se puede comprobar ya que si allí hay un espíritu de verdad con ese nombre podrá dar información fácil de comprobar en la vida cotidiana.
Esos nombres que usted menciona son muy similares a los nombres de las entidades que enfermaron la mente de algunos promotores de la nueva era y que posteriormente se proclamaron cristos vivos, me parece al seudónimo muy utilizado en la teosofia la cual condena el espiritismo siendo que eso descarta la posibilidad de comprobar su procedencia desde ese punto. Hoy día, todos los espíritus quieren obtener un titulo con el cual identificarse para que así los hombres que se han acostumbrado a rendirle culto a los muertos les rindan culto a ellos también.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.