Me complace saludar a mi comunidad de www.espiritismovenezuela.com, he estado ausente y participado poco en el foro hace un buen rato, me disculpo por ello. Pero ahora estoy aquí y eso es lo que importa y aquí les traigo un breve extracto de un capítulo entero que estaré publicando dividiéndolo por tópico, el mismo pertenece al libro Los guías y protectores espirituales de Padrinho Juruá, un libro federativo que alcancé a salvar mientras aún se hallaba vigente la federación umbandista de Brasil en la web y que acompaña al resto de material histórico recopilado sobre el paso de la Umbanda por la historia de Brasil desde su anunciación, instauración, desarrollo y consolidación desde Zélio Fernandino de Moraes hasta los días de hoy, a través de su descendencia y el legado que dejó escrito y grabado este pastor de la Umbanda.
Estas preguntas forman parte del capítulo Preguntas sobre la naturaleza e identidad de los Espíritus, un capítulo que trata una diversidad de asuntos pero en esta ocasión extraigo a selección las que tratan sobre la identidad de los Espíritus, y es que, ya he comentado y es poco sabido hoy día que si bien las falanges de la Umbanda está integrada por personajes de nombres simbólicos muy raros que improbablemente hayan servido para identificar a alguien en vida, así como fisionomías muy pintorescas que tampoco es probable hayan representado la imagen de alguna persona viva, estos nombres e imagen con que se presentan ellos no son auténticos o mejor dicho, no son los que tuvieron en vida. En la Umbanda, por decreto divino la identidad auténtica de los Espíritus se halla enmascarada por un disfraz y seudónimo simbólico relacionado al campo espiritual y función que ejerce dentro de las falanges espirituales, esto ha sido así debido a que en los años anteriores a la anunciación de la Umbanda por parte del Caboclo de las Siete Encrucijadas, era sabido que el Espiritismo dejado en síntesis por Allan Kardec era lo que regía la espiritualidad mediúmnica en Brasil pero como sabemos, el sistema de Kardec en la modernidad implica mucha selección y sólo se le permitía hablar e interceder a Espíritus en base a su currículo de vida, lo cual constituía una discriminación a todos aquellos que habían salido de una vida simple y no alcanzaron títulos de renombre con los cuales presentarse, lo cual era a su vez impedimento al progreso, después de todo ¿cómo iban a progresar si no les permitían ayudar? Eso era inadmisible, de tal manera nació la Umbanda y estableció una regla que ocultaba el currículo del Espíritu, ahora no sabiéndose cuál fue el ilustre médico y cuál fue el humilde campesino.
En esta religión es sabido que, un Pai Antonio de Aruanda no necesariamente es un personaje histórico conocido, y que este puede estar ligado a centenares de personas sin que necesariamente sea el mismo Espíritu y es que de hecho, para quien ha cruzado por la experiencia de la Umbanda, hay mucha variación de la calidad moral y sapiencia del Espíritu conforme al médium y conforme al centro donde se manifiesta, siendo que en ocasiones no domina el conocimiento que en otro sí y eso se debe mucho a esas variaciones evolutivas que hay entre los Espíritus que se ocultan detrás de esos disfraces espirituales prestados por la caridad divina para no ser rechazados o discriminados.
Sea como sea, el objetivo de este tema no es otro más que presentar la cosmovisión umbandista donde los Espíritus están por doquier y se manifiestan indiferente de las identidades tomando pedidos, afinándose con intenciones y formas de pensamiento, entre otros. Están tanto dentro de las iglesias, en los centros espiritistas y dondequiera que haya el ejercicio de la espiritualidad y se adaptan a las apariencias, nombres, costumbres culturales y demás elementos necesarios para ser mejor acogidos entre las personas a las que buscan auxiliar.
Muchos Espíritus protectores se presentan con nombres de santos o de personajes conocidos. ¿Qué debemos pensar de eso?-Todos los nombres de santos y de personajes conocidos no bastarían para designar al protector de cada criatura. Son pocos los Espíritu de nombres conocidos en la Tierra. Es por eso que casi nunca dan sus nombres. Pero en la mayoría de las veces queréis un nombre. Entonces, para satisfaceros ellos usan el de un hombre que conocéis y respetáis.Ese préstamo de nombre ¿puede ser considerado un fraude?-Sería un fraude si fuese hecho por un Espíritu malo que desease engañar. Pero siendo para el bien, Dios permite que así se haga entre los Espíritus del mismo orden, pues entre ellos existe solidaridad y similitud de pensamientos.Así, cuando un Espíritu protector se presenta como San Pablo, por ejemplo, ¿no es cierto que sea el Espíritu o Alma del apóstol de ese nombre?-De manera alguna, pues se encuentran millares de personas a las cuales dijeron que tienen a San Pablo como ángel guardián, u otro santo. Pero ¿qué importa, si el Espíritu que os protege es de la misma elevación del apóstol Pablo? Ya os dije: precisáis de un nombre y ellos se sirven de uno para que los llaméis y los reconozcáis. Es como hacéis con los nombres de bautismo para distinguiros de los demás miembros de la familia. Ellos pueden también tomar los nombres de los arcángeles Rafael, Miguel, etc., sin que eso traiga consecuencias.Por otro lado, cuanto más un Espíritu es elevado, más se multiplica su poder de irradiación. Sabed que un Espíritu protector de orden superior puede tutelar centenares de encarnados. Entre vosotros, en la Tierra, tienes a los notarios que se encargan de los negocios de cien o doscientas familias. ¿Por qué habría de ser menos aptos, espiritualmente hablando, en la dirección moral de los hombres, de lo que aquellos en la dirección material de sus intereses?¿Por qué los Espíritu comunicantes toman con tanta frecuencia nombres de santos?-Se identifican con los hábitos de aquellos a quien se dirigen. Toman los nombres más aptos a mejor impresionar al hombre, de acuerdo con las creencias de este.
Espero les haya gustado. Siempre están invitados a profundizar más en esta cosmovisión.