¡Buenas noches hermanita @Erikha! Hermanita, el engaño y la mistificación1 son un hecho que castiga especialmente a los más crédulos e inexpertos porque se sabe que los Espíritus, especialmente los menos escrupulosos, ellos son unos expertos en falsificar lo santo. Para discernir cabe escudriñar bien para separar el trigo de la cizaña no vaya a ser que se le ceda la credibilidad a los mentirosos; la duda es sana, especialmente cuando los hechos son contradictorios a lo que se supone. No alegaría que ellos jamás se revelan porque eso no sería cierto, de hecho, soy uno de los que ha tenido una revelación tan tajante que han sido ellos quienes han agotado todos sus recursos con el fin de demostrar su presencia mientras sí se han ocultado ante los demás o expresan un mensaje cuyo lenguaje codificado solamente lo puedo comprender yo. Sin embargo, esta afirmación va con relación a los guías y protectores que uno comprende como amigos y familiares, es decir, Espíritus de cualquier lugar que por empatía se ligan a nosotros porque en lo que respecta al guía y protector de nacimiento, al que hemos de bautizar como ángel de la guarda, no sé de ningún caso que haya ocurrido ni ayer ni hoy de que se haya dado 1 caso donde se haya revelado y no se haya evidenciado luego las contradicciones que lo ponen en duda.
Creo que lo más saludable para usted es saber porqué creer, porqué dudar y porqué no creer en particular caso y no tomar como criterio lo que otro dice; esto no dice que vaya a invalidar la experiencia de otro que le hace una advertencia que es una realidad con mayoría estadística en nuestro país por la mala praxis espiritual de quienes entusiastas no aprenden bien el oficio de interactuar con la sana espiritualidad y entonces padecen por el vínculo a criaturas mentirosas que luego llenan las iglesias cristianas protestantes de testimonios de gente que ha sido víctima del Demonio, precisamente porque conocieron el engaño y no algo positivo. Alguien cercano a mí fue orientado por un querido chamarrero admirado por la totalidad, el señor Nicanor, y este le dijo que dudara hasta de él, eso porque es una persona a la cual los Espíritus le dedican día y noche a buscar manera de disfrazarse incluso de ángel para engañarle y eso es una guerra de 24 horas, 7 días ya que yo le colaboro cuestionando todo lo que pasa a fin de no ser engañada, eso porque al creer en un engaño la vida se le vuelve nada en tiempo récord, una cosa de le creí y a la hora me andan buscando para asesinarme; la experiencia de otro, bien analizada nos sirve para aprender sin necesidad de pasar por lo mismo.
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1 DE LAS MIXTIFICACIONES
303. Si es desagradable el ser engañado, lo es más aún el ser mixtificado; por otra parte es uno de los inconvenientes más fáciles de salvar. Los medios de descubrir las astucias de los Espíritus mentirosos se han manifestado en todas las instrucciones precedentes; por esto hablaremos poco sobre el particular. Aquí están las respuestas de los Espíritus sobre este asunto:
1. Las mixtificaciones son uno de los escollos más desagradables del Espiritismo práctico; ¿hay un medio de preservarse de ellas?
Me parece que podéis encontrar la respuesta en todo aquello que se os ha enseñado. Sí, cierto, hay para esto un medio sencillo, es no pedir al Espiritismo más que aquello que puede y debe daros; su objeto es el mejoramiento moral de la Humanidad; si no os separáis de esto nunca seréis engañados, porque no hay dos modos de comprender la verdadera moral, la que puede admitir todo hombre de buen sentido.
Los Espíritus vienen a instruiros y a guiaros por el camino del bien, y no por el de los honores y de la fortuna o para serviros en vuestras mezquinas pasiones. Si nunca se les pidiera nada trivial o que esté fuera de sus atribuciones, no se daría motivo a los Espíritus mentirosos; de donde debéis sacar en consecuencia que el que es mixtificado es porque lo merece.
La misión de los Espíritus no es para enseñaros las cosas de este mundo, sino para guiaros con seguridad en lo que pueda seros útil para el otro. Cuando os hablan de cosas de aquí abajo, es porque lo juzgan necesario, pero esto no es según vuestra pregunta. Si vieseis en los Espíritus los substitutos de los adivinos y de los hechiceros, entonces sería cuando quedarías engañado.
Si los hombres sólo tuvieren que dirigirse a los Espíritus para saberlo todo, no tendrían ya su libre albedrío y se saldrían de la vía que Dios ha trazado a la Humanidad. El hombre debe obrar por sí mismo; Dios no envía a los Espíritus para allanarles el camino material de la vida, sino para preparar el del porvenir.
–¿Pero hay personas que no piden nada y son engañadas indignamente por los Espíritus que vienen espontáneamente sin que nadie les llame?
Si no piden nada, dejan que digan, que viene a ser lo mismo. Si acogiesen con reserva y desconfianza todo lo que se separa del objeto esencial del Espiritismo, los Espíritus ligeros no les engañarían tan fácilmente.
2. ¿Por qué permite Dios que personas sinceras que aceptan el Espiritismo de buena fe sean mixtificadas? ¿No podría esto tener por inconveniente el hacerles vacilar en su creencia?
Si esto hiciera vacilar su creencia, su fe no sería muy sólida; los que renunciasen al Espiritismo por una simple contrariedad, probarían que no lo comprenden y que no se dedican a la parte formal. Dios permite las mixtificaciones para probar la perseverancia de los verdaderos adeptos, y castigar a aquellos que hacen de él un objeto de diversión.
El Espíritu de Verdad.
Observación. — La truhanería de los Espíritus mixtificadores, sobrepuja muchas veces a todo lo que uno puede imaginarse; el arte con que dirigen sus baterías y combinan los medios de persuadir, sería una cosa curiosa, si sólo se tratase siempre de bromas inocentes, pero estas mixtificaciones pueden tener consecuencias desagradables para aquellos que se descuidan; somos bastante felices por haber podido abrir a tiempo los ojos a muchas personas que quisieron pedirnos nuestro consejo y haberles evitado acciones ridículas y comprometidas. Entre los medios que emplean estos Espíritus, es menester colocar en primera línea, como los más frecuentes, los que tienen por objeto tentar la avaricia, como la revelación de los pretendidos tesoros ocultos, el anunciar herencias u otros bienes de fortuna. También es menester mirar como sospechosos en primer grado los pronósticos en épocas fijas, así como todas las indicaciones precisas tocante a intereses materiales; guardarse de dar ningún paso prescrito o aconsejado por los Espíritus, cuando el objeto nos es eminentemente racional; no dejarse nunca cegar por los hombres que toman los Espíritus para dar una apariencia de verdad a sus palabras; desconfiar de las teorías y sistemas científicos aventurados; en fin, de todo lo que separa del objeto moral de las manifestaciones. Podríamos llenar un volumen muy curioso con la historia de todas las mixtificaciones que han venido a nuestro conocimiento.
:::Chico Xavier de Òşờớsí:::
Lo escrito aquí persigue un propósito ecuménico y fraterno, acatando el deber que con la difusión escrita tengo con el Bien Común, expresa en la siguiente cita:
¿El escritor de determinada obra será juzgado por los efectos producidos por su labor intelectual en la Tierra?
El libro es igualmente como la siembra. El escritor correcto, sincero y bien intencionado es el labrador precavido que alcanzará la cosecha abundante y la elevada retribución de las leyes divinas a su actividad. El literato fútil, amigo de la insignificancia y de la vanidad, es como aquel trabajador ocioso y nulo que “siembra vientos para recoger tempestades”. Y el hombre de inteligencia que vende su pluma, su opinión y su pensamiento, en el mercado de la calumnia, del interés, de la ambición y de la maldad, es el agricultor criminal que humilla las posibilidades generosas de la Tierra, que roba a los vecinos, que no planta y no permite el desarrollo de la siembra ajena, cultivando espinos y agravando responsabilidades por las cuales responderá un día, cuando hubiera despedido la indumentaria del mundo, para comparecer ante las verdades del Infinito.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.