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El día de hoy Umbanda Sagrada ha emitido un audio con fines educativos en relación al uso del alcohol dentro de la religión Umbanda enfrentándose contra los mitos y tendencias que han proliferado y que intentan justificar excesos y alcoholismo escudados detrás de la necesidad de su uso a nivel religioso-espiritual. No profundizaré sobre muchos ya que se mencionan (más no se explican) en el audio y que constituyen un sinsentido.
Sabemos, gracias a las nociones espiritistas heredadas y transmitidas por la pedagogía umbandista que los desencarnados, si bien pudieran estar totalmente viciados, no tienen la capacidad de sentir ni saborear (por la falta del organismo físico que se corresponda con sensaciones físicas) aquellas pasiones compulsivas que se llevaron de la vida por ser vicios de orden psicológico, es decir, lo que preservan es aquel apego psicológico a determinada sensación y transmiten a su periespíritu su ansiedad, su angustia y siendo individuos lo bastante débiles como para en vida no haber puesto freno a sus compulsiones, tampoco tienen ahora la capacidad de resistirse a esos impulsos pasionales llegando a enloquecer y distorsionar su naturaleza humana. Recordemos que, en la vida, el cuerpo sirve como un modulador de la realidad espiritual, ello permite apaciguar angustias que pese a dichos mecanismos defensivos que posee la mente para reprimir la expresión de cierta información transmitida, igual lo resentimos y nos afligimos por apenas residuos que logran traspasar esa defensa, pues bien, imaginen que se quita el cuerpo que es capaz de frenar ese influjo que produce el desequilibrio del mundo espiritual con el que nos correspondemos, ahora recibimos el 100% del influjo y es un influjo permanente, ¿imaginan la magnitud del tormento percibido? Pues bien, eso justifica el desenfreno de ciertas criaturas de querer beber, fumar, copular, comer, etcétera..., de manera compulsiva y que transmiten esa ansiedad, sabores, olores y demás a la organización física del sujeto, llegando a querer apoderarse de un medio por el cual por la simbiosis reproducir instantáneamente aquellas experiencias insaciables en su libertad incorpórea. Sabemos eso, pero lo referimos a criaturas que por supuesto no son los estereotipos del guía o el protector de la religión que se espera, esté emancipado de dichas agonías a fin de que posibilite su andar constante en la polaridad positiva, es decir, que se correspondan con energías luminosas y pacíficas, incapaces de mal conducir a los que se asocien a ellas.
Por tal motivo, el mito de que el guía o la gira lo hace indispensable para que ocurra constituye un acto de ignorancia que a su vez puede ser la máscara que oculta una adicción tenida o adquirida. Los guías no sienten placer por lo que procede de la materia, y bajo la enseñanza del Terreiro, se esperará siempre que no haya aceptación hacia aquellos que se hallan estancados y sujetos a la materia de modo que sucumban ante sus apegos terrenales (hecho que es común a suceder por la conveniencia de ser también entidades que hacen favores por puro emocionalismo, son vulnerables a la manipulación a través de la lisonja e hipocresía). Así que no debe ser una referencia a fin de no atraerse a quiumbas que se disfracen bien y obtengan un auto-servicio pasivo por parte de los que le miran con expectativas de quien tiene ante sus ojos un emisario de Cristo en la Tierra a través de los médiums y las entidades guías.
Históricamente se ha registrado el uso de drogas que alteran la fisiología del organismo favoreciendo estados alterados de consciencia que favorecen las experiencias extracorpóreas. Ya sea por la facilidad que recibe el Espíritu de emanciparse cuando el cuerpo se haya alterado y cercano a un estado que le podría causar la muerte de no restaurarse la homeostasis o por la facilidad que tiene el mundo espiritual de transmitir fenómenos al alma de ese que se halla en un trance inducido por psicotrópicos. Estos estados alterados, que son comunes a los trances, y se han explicado y reproducido por científicos y religiosos que recurren al trance sin posesión mediante la auto-hipnosis, constituyen una fase necesaria para que ocurra el intercambio de manera más palpable y fácil, y es por eso que en las actividades de mediumnidad se ven presentes ya sea en el formato del alcohol, tabaco y el género de alucinógenos psicotrópicos parecidos a la Ayahuasca y que son una "muleta" en el sentido literal, pues, ellos contribuyen cada uno a alcanzar por vías artificiales esos estados previos al trance que van a favorecer el intercambio más fácil.
Acá hablamos del alcohol como un depresor del sistema nervioso que sensibiliza las terminaciones nerviosas favoreciendo al control mecánico por parte de las entidades; acá hablamos de la actividad adrenérgica de la nicotina que favorece la taquipnea (respiración acelerada), taquicardia (ritmo cardíaco acelerado), la hipernea (aumenta la cantidad de aire en ventilación) y todo ello produce una alcalosis metabólica que finalmente conduce a la disociación de la consciencia, produce alteraciones relacionadas al calcio que se traducen en tetanias y desmayos; esta es la fisiopatología que da origen al trance que típicamente llamamos en lenguaje criollo "micro-muerte" ya que literalmente las sensaciones registradas previas a perder la consciencia se traducen en un síndrome relacionados a graves estados de salud previos a sufrir algún tipo de ataque.
Sin embargo, sabemos por la dinámica de la mediumnidad bajo acción espiritual que si bien estos estados pueden producirse por la inducción de elementos exteriores como la música, el giro, la sugestión, como también con ayuda de drogas que también influyen sobre la actividad cerebral y nerviosa del cuerpo, no es el único camino a seguir (tampoco el idóneo) y según la enseñanza de la propia religión que persigue el dominio facultativo del medio para que opere a voluntad con sus facultades, y pueda participar de las actividades, de manera a aprender de todo lo que se desarrolla, captando de ambos mundos nociones importantísimas que harán cambiar su consciencia y le darán un combustible para realizar su reforma íntima, la vía artificial no sería la primera elección sino la última.
Se explica que, durante el trabajo el elemento puede usarse, pero ¿porque posee un misticismo particular y un poder sobrenatural? La Umbanda cometería un crimen de apoyar la existencia y perpetuidad de supersticiones que no hacen la diferencia. La única verdad es que si el guía o protector necesitan colocarse un tabaco en la boca y sorber el licor en el formato de su bebida preferida obedece a la necesidad de restar voluntad al medio para poder adquirir mayor dominio sobre ese cuerpo y emplear los recursos magnéticos a fin de mejor manipular su energía magnética y nerviosa en favor de la causa destinada; por otra, constituye un apoyo fisiológico que respalde al propio organismo a rápido metabolizar o amortiguar el efecto nocivo del uso de esta o aquella droga que pudiera ser necesario utilizarse, de ahí que también es permisible en la religión que las entidades consuman alimentos que no poseen tampoco un misticismo sobrenatural, son sencillamente los sustratos necesarios para sustentar un cuerpo que no por estar bajo el control de una entidad se hace invencible e incapaz de sucumbir en plena actividad (y bien lo sabemos al medir el índice de problemas causados por actividades que salieron mal, incluso puede referirse el homicidio a la Mae de Santo de la religión Candomblé quien fuese abatida por un disparo en el occipital por parte de un frecuentador y que la incorporación no impidió que la bala desconectara su sistema nervioso central del resto del organismo).
Porque sí, tales "muletas" causan estados alterados que para la fisiología del cuerpo se traducen en estados peligrosos a la salud, originan estados que habiendo un desequilibrio pueden favorecer la ocurrencia de una desgracia inmediata y sí, hacen daño, tanto el tabaco como el alcohol, respectivamente, afectan el complejo celular implicado, afectando el esmalte dental, el parénquima pulmonar, hígado, sangre, corazón, etcétera..., que no quiere decir que individuos con salud robusta y haciendo alarde de supersticiones porque no cae postrado en una cama el daño no ha ocurrido. Basta con tomarse un buen libro de fisiología humana y entender la base de la fisiología, la llamada homeostasis para explicar porqué para que ocurra primero una desgracia debe instaurarse una condición delicada, algo como un problema cardíaco, pulmonar o haberse degenerado el hígado al punto de que no haya la posibilidad de formar enzimas dependientes de sustrato que compensen la intoxicación constante en la que viven sometidos aquellos que caen en abuso. Un sujeto sano y normal, es capaz de beberse 2 litros de licor y volver en salud optima, pero ello se debe a la aceleración de la actividad celular, es decir, multiplicación del metabolismo para deshacerse de los agentes tóxicos del organismo pero a su precio; pero hay complejos celulares que no se regeneran, tal es el caso del esmalte, donde las lesiones por tabaco (por referir un ejemplo) serán visibles, sea que el individuo tenga una fe ciega en que el guía se lleva todo o no.
Esto no se trata de especulación seudo-médica, es medicina pura obedeciendo a la ley natural que conforme a las nociones heredadas del espiritismo, todo hecho, incluso espiritual ocurre dentro de la ley natural, de lo contrario, no puede ocurrir y en el particular caso esta ciencia ha sido impartida por los propios guías que aliados del espiritismo no son solamente talentosos manipuladores de energías y comprensivos de la dinámica espiritual, también son científicos de ambos mundos que trabajan para enseñar en el ámbito moral, espiritual e intelectual, para mejor disponer al hijo de religión para que se haga miembro de la dinámica espiritista a la que todos, conforme sean nuestras capacidades, nos compete integrarnos.
Umbanda no es fantasía y tampoco es superstición. Es una espiritualidad seria y fundamentada que le ha hecho frente a toda adversidad, incluyendo la ciencia, sin discriminarlos por ser parte del materialismo; si la ciencia ha querido desmentirla, ella le ha dado cátedras a la ciencia que reiteran que la Umbanda como astral se organizó y preparó lo bastante bien como para demostrarles que tienen suficiente dominio y conocimiento como para salir de la esfera de la especulación en la que otros se hallan agonizando y sin ninguna mejor respuesta que una sentencia despectiva al no poder debatir con los ilustres del materialismo. Es necesario que el umbandista sea capaz de pensar y razonar, de lo contrario, es un niño incapaz de aprender a dar sus primeros pasos e independizarse de la enseñanza básica heredada por las entidades y que deberían de servirle para construirse un Espíritu lo bastante competente como para dar origen a una nueva entidad, digna y útil a esta gran obra a la que Dios ha enviado a los umbandistas a la Tierra.
A continuación el audio:
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.