Sólo por esta estrategia de infiltración y aceptación sigilosamente se han degenerado y cambiado los preceptos de la sana espiritualidad para que el colectivo acepte esa decadencia como progreso y se coloque de rodilla ante cualquier absurdo proveniente de las sombras del submundo. ¿Para qué decir que no? En el escepticismo sobre la guerra espiritual nace la oportunidad para actuar libremente sin oposición y hasta las iglesias han caído en la apostasía de sus principios admitiendo también las profecías y "dones" de los seres de las tinieblas muy a pesar de la claridad del mensaje de NSJC que nos saca de las sombras de la ignorancia y nos regresa la videncia.
Por la experiencia, el buen aprendizaje o el juicio que Dios nos da para evaluar las cosas existen individuos vacunados hasta cierto punto contra ese tipo de fechorías, no obstante, no puede hablarse igual de los más ingenuos que subestiman la gravedad de absolutamente todo en la vida que son los adolescentes y adultos jóvenes.
Algo que sí les voy a sugerir es emprender una acción mínima que si bien no erradicará esta falsedad, al menos minará la libertad con que obran. Denuncien esos vídeos en la red de YouTube a fin de que los censuren. No hay razón alguna para aceptar ni ser participe de la propaganda a dichas figuras que luego a simple vista y apoyados de la ignorancia serán la referencia de quienes lo acepten como tal, que de entrada se estarán ligando a la sombra.
Por mi parte, yo ya resolví ese dilema de si reír o llorar; a saber por la terrible situación en que andan y que desconocen las penas que les asechan desde el silencio, nada más puedo sentir pesar por la gran infelicidad espiritual que convierte a más y más habitantes del mundo en pobladores del bajo astral.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.