EL ESTEREOTIPADO DOGMA DE LA ATÁVICA SEXUALIDAD PRECONCEBIDA EN EL SENO ESPIRITA
Hace tiempo que vengo observando la apologética de ciertos "espiritas" atacando diferentes ideologías mientras que al mismo tiempo reproducen los dogmatismos preconceptuosos atávicos tan enfáticamente criticados y censurados dentro de "SU" definición de lo moralmente correcto.
Uno de esos temas que es víctima de atavismos y que ponen en evidencia la falta de discernimiento doctrinario y conocimiento sobre la biología por parte de estos "difusores" – que más destruyen de lo que siembran – es lo referente al "rol de hombre y mujer y desenvolvimiento sexual", donde se encara la preferencia sexual homóloga o flexible (la homosexualidad y bisexualidad) basado en los estereotipos atávicos residuales del antiguo patriarcado que dogmatizaba la sexualidad, rol social, militar y político del hombre y la mujer.
Es un tema que encarado por estos "difusores espiritas" se afrontan con la misma ideología atávica con que lo hace un católico, un protestante, un musulmán o un judío y que es una consecuencia de la interpretación realizada dentro de los límites culturales e intelectuales de la época en que fueron concebidas tales estructuras y funciones sociales. Para el espirita, cuya doctrina se halla envuelta en lo novedoso de la ciencia y que se predispone a encarar las problemáticas sociales reconociendo los avances científicos, ¿de dónde surgen los elementos de juicio que son útiles para estos "difusores" juzgar y determinar la dirección correcta en que la sexualidad humana debe hallarse?, ¿cómo saben con precisión quién es hombre y quién es mujer? Pues, si en el pasado no había conocimiento avanzado sobre la biología para saber sobre el efecto de la genética y la acción fisiológica y fisiopatológica que involucra el desarrollo fenotípico de un individuo ni la comprensión de los factores psicológicos que influyen en la determinación de una identidad de género, ¿cuál es el origen de tamaña soberbia y garrafal desfachatez?
Según la doctrina espirita los Espíritus son agénero, por tal razón no son ni hombre ni mujer; por otro lado, ella asegura que el Espíritu participa activamente durante la embriogénesis y fetogénesis imprimiendo sus características periespirituales sobre la organización celular que se está desarrollando y todo esto tras planificar y sumergirse en la turbación propia del periodo gestacional. En ningún lado de los libros de la codificación se especifica cuál debe ser la identidad de género ni rol sexual de cada individuo, y ¿para qué hacerlo?, haciendo correcto uso del raciocinio ¿qué beneficios trae al mundo, al Espíritu e incluso a la propia doctrina espirita atender asuntos tan subjetivos y banales de interés individual como lo es la preferencia de un individuo por el pene o la vagina?
Pues, bien, acá en el programa de "Caso Cerrado" llega UNA de las diversas situaciones dentro de la cual la apariencia fenotípica de un individuo que lo identifica como un sexo u otro no coincide con su genotipo sexual, es decir, donde un individuo siendo hombre se haya desarrollado completamente como mujer. ¿Cómo encararían estos "difusores" que alardean y se jactan de la superioridad de su propia elección una situación como esta que cuestiona tajantemente el dogma que estereotipa la identidad sexual y rol sexual que agotan al momento de afrontar los desequilibrios que trae un individuo que atraviesa por una de estas situaciones?
Años atrás conocí el caso de una mujer que descubrió que sus alosomas (cromosomas sexuales) correspondían al del género masculino, es decir, XY y que fue sometida a un cambio de género en la madurez causándole grandes disturbios, pues, su vida psicológica y emocional le había hecho madurar como mujer y corresponder sexualmente al otro sexo (genéticamente, el sexo homólogo). He sabido de varios casos de pseudo-hermafrodismo en donde la desensibilización del huso embrionario gonadal a la hormona sexual correspondiente contribuyó al predominio de la hormona correspondiente al sexo opuesto desarrollando individuos sobredominantes (cuyo atributo exterior se expresa en demasía en ese carácter) fenotípicamente pero que no corresponden genéticamente al género que exhiben en apariencia y cuya organización biológica interior pertenece al sexo opuesto de lo que refleja, es decir, una mujer con rasgos muy femeninos pero que internamente y genéticamente es masculino. Está el caso del hermafrodismo donde el individuo es agénero y debe decidir e inducir la determinación de género basado en la preferencia PSICOLÓGICA y no en relación a qué alosomas posee el individuo. El caso expuesto en "Caso Cerrado" se conoce como "feminización testicular" y pertenece al género de trastornos conocidos como SÍNDROME DE INSENSIBILIDAD A LOS ANDRÓGENOS.
El preconcepto es una imperfección del hombre y como tal no aporta beneficio sino todo lo contrario, crea discordia arruinando el campo práctico en donde proliferaría en condiciones distintas la fraternidad y comprensión poniendo fin a los incesantes juicios discriminatorios perpetuados por las diferentes opciones religiosas y que han prevalecido a los días de hoy reflejando en lo evidente cuán poco se ha avanzado en algunas áreas de lo ideológico y religioso. Al final, hace adolecer que en el seno del espiritismo haya "difusores" que mientras critican y destruyen todo lo bueno que de la religión han heredado los individuos pero que a su vez han incorporado a sí mismos lo que de peor han tenido las mismas, fomentando mayores juicios, discriminaciones, ramificaciones y dejando ver la esterilidad de un doble discurso en donde el amor y el bien común se usan como pretexto para intoxicar la salud mental, emocional y espiritual de las personas. Si tuviesen consciencia del mal que causan a la doctrina espirita y a los demás tomarían en consideración que un individuo que está ocupado en trabajar su propia tierra no tiene tiempo de criticar y menospreciar lo que siembra el agricultor vecino, pues, el sensato entiende que cada quien recibe conforme haya sido la cosecha. Es decir, procurarían corregirse más y atacar menos y lo que es más importante, se preocuparían por entender con claridad si lo que hacen es realmente correcto.
El Espíritu no es hombre ni mujer y es él quien ama y se identifica con lo que le gusta. Existen desequilibrios y actos de rebeldía asociados a identidad de género y sexual, sin embargo, estos extremos de lo patológico no es el caso ejemplificado. No es porque un hombre o una mujer amen de manera romántica a otro individuo de su mismo sexo que el individuo está equivocado o su Alma estará condenada sino que son los aspectos bondadosos, morales e intelectuales los que hallándose dentro de lo benéfico y benigno o dentro de lo perjudicial o maligno que influyen de manera significativa. No es el gusto por el pene o la vagina lo que te hace mejor Espíritu. Tampoco el desarrollar pectorales en lugar de senos si tus alosomas son XY pero padeces un síndrome de insensibilidad a los andrógenos que deberían haber propiciado algo distinto. El espiritismo profesa que la vida es planificada y que no ocurren errores de cálculos, todo se hace de manera muy meticulosa y si un individuo se halla en esa situación, habiendo descartado factores psicológicos, biológicos y espirituales, convendría bien apartarse de la crítica destructivas e ideologías que censuran y destruyen el auto-estima, ellos critican lo que Dios no te ha censurado; Jesús sólo dejó 1 ley máxima que es «amaos los unos a los otros» y claros estamos de que mientras un homosexual o bisexual como Espíritu no se aprisiona a la naturaleza de su cuerpo y ama y expresa ese amor, un heterosexual dentro del cumplimiento del estereotipo mientras incomprende y amedrenta no está cumpliendo con este mandamiento, pues no hay amor en quien censura, crítica y destruye al prójimo por una preferencia de este tipo.
El que por defecto ve al hombre como un Espíritu sumergido en una experiencia física no ve 2 penes (o vaginas) o 1 pene y 1 vagina que se relacionan entre sí. Eso no interesa al mundo espiritual. Es por tal razón, por la causa-efecto, que los grupos que se han negado a evolucionar hacia la fraternidad espiritual y siguen amedrentando al prójimo por cualquier absurdo como este ganan cada vez mayor rechazo por parte de las masas que sí se han emancipado de estas ideas atávicas y que los abren a un mundo de mayor humildad y aceptación. Es por tal motivo que en la "supremacía" de una doctrina hablada en lenguaje comprensible para el ciudadano moderno, a la par de la ciencia, con la experticia de un doctor de las ciencias, se diezma numéricamente mientras se inicia un éxodo y sincretización para permitir la comunión con Espíritus que por defecto son religiosos, pero bondadosos y ajenos a estos absurdos preconceptos nunca predicados por los Espíritus guías de la doctrina espirita pero sí fanáticamente defendidas por su comunidad en un hercúleo esfuerzo de no coexistir, comprender y aceptar al hermano tal cual es.
Acá se los dejo. Piensen en eso, ¡hasta luego!
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.