Radicalmente se le puede decir que deje de asistir a ese lugar por los peligros a los que se expone pero acá yo debo traer un aprendizaje que me llegó de mi incursión en Umbanda donde se dice "el camino es individual" y que usted se mantenga ahí no quiere decir que forzosamente a usted le vaya a ir mal o se vaya a perjudicar como puede ser que sí. Al final en su proceder ensayo-error es que verá si el costo-beneficio determinan que le conviene mantenerse ahí o sencillamente retirarse porque sabemos que en la actual Venezuela y en la situación actual del culto nos cuesta mucho conseguir dónde realizar nuestras actividades de manera óptima y nos exponemos a situaciones moralmente incompatibles, incluso toleramos guerras internas que de por sí no deberían de existir con tal de desarrollar y llegar hasta cierto punto hasta poder uno emanciparse.
Otra cosa que se ha aprendido para aligerar el estrés en todos los sentidos es que uno como servidor no debe esforzarse más de la cuenta. Cuando uno ofrece un servicio de interceder espiritualmente y la persona no retorna, si se da el caso en que tú quedas preocupado y ansioso queriendo hacer algo para mover a esa persona para que desarrolle interés o voluntad de hacerse lo que necesita, a lo poco vas a empezar a ver desmejorar tu propia vida por andar gastando energía en situaciones que no te pertenecen y que según la manera de ser de la mayoría de las personas que acuden a estos servicios, manifiestan menos voluntad de la que se requiere mínimamente para uno proceder eficazmente; esto es algo donde uno da instrucciones estrictas paso a paso de todo lo que deben hacer y es raro que haya 1 paciente que lo cumpla a raja tabla y no porque hubieron situaciones excepcionales sino porque sencillamente la flojera, la mala voluntad, el desinterés y otros defectos predominaron por encima de su deseo y necesidad de ser atendido espiritualmente entonces hasta obstáculos le ponen a la fluidez del trabajo espiritual desgastando más a los involucrados como misioneros.
Puede ser que queramos ayudar a todo el mundo pero todo el mundo no pretender hacer el 1% del esfuerzo y como también tenemos una vida, una integridad espiritual, individuo que entra se atiende, al salir uno se debe desligar y desear lo mejor y no hacer que ellos se lleven de nosotros nuestra energía. Si no se hace así no vamos a rendir, al rato nos vamos a volver pacientes y esas personas generalmente no se darán cuenta siquiera de que tú perdiste toda tu estabilidad por quedarte preocupado y deseando que volvieran. Menciono esto porque el 100% de los misioneros que conozco básicamente le suplican al paciente que se deje atender, eso le dan cátedras, les incentivan, hasta le pagan todo y todavía así la actitud de esos pacientes no mejora mínimamente y se nota y siente cómo los fluidos de esos misioneros son extraídos en dirección a los individuos estos que están siendo llevados en sillón 5 estrellas para ser atendidos y consideran que sentarse es un esfuerzo demasiado grande. Nosotros décimos "ayúdate que yo te ayudaré" y eso es parte del aprendizaje que nos conduce a aceptar que parte de la cura es querer ser curado.
Yo conozco misiones grandes que el 100% lo dan gratuito, hasta los materiales y atienden cantidades enormes de personas todos los días y con sinceridad son los trabajadores más menospreciados. Como dicen algunos que cobran sin necesidad de ese dinero, pareciera que mientras más facilidades se les dan menos valoran lo que se les ponen en las manos pero cuando se les castiga el bolsillo, por lo menos por el dolor que les produce gastar realizan los esfuerzos que por su necesidad jamás harían. Esas misiones han levantado gente moribunda y les han retornado la salud, gente que quería pero no podía, lo único que dieron fue voluntad, pero el resto, que no tiene esa gravedad extrema que los haga querer de manera visceral hasta dicen que no sirve lo que hacen donde yo mismo he sido testigo de la certeza de eso, inclusive, Espíritus de otros astrales han reconocido esa labor que hacen. En esas misiones ni siquiera los Espíritus se enredan mucho la vida, si la persona no aporta suficiente voluntad, le echan la bendición y continúan trabajando sobre los que sí invierten el 100%. Al final, los que caemos en desequilibrio somos nosotros por querer ayudar al que ni se esfuerza en hacer acto de presencia.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.