El Papa Francisco: otro candidato a la crucifixión
1 Es muy triste corroborar el resentimiento y la incapacidad de perdonar que posee el ser humano, muy a pesar de las grandes crisis y tragedias que están sucediendo, a orillas de una guerra que podría globalizarse. El ser humano está insensible y renuente a razonar; quiere un holocausto y una condena para siempre.
2 Tal parece que el Papa ha declarado: «La Navidad que está llegando será "falsa" e "inútil"» y expone que, las condiciones, no son ni compatibles a los valores cristianos ni admite las condiciones para un ambiente de júbilo y fraternidad en familia recordando la tradición católica que se asocia al nacimiento del Niño Jesús. La Navidad, es tradición en la cual la familia se junta, fraterniza, se une y evangeliza celebrando el nacimiento del Divino Redentor y Salvador, nuestro Señor, Jesucristo, tiempo en que, la paz, el perdón, la reconciliación y todo lo que se aspira en este espacio de valores fraternos se desea lograr y que, mientras el mundo esté haciendo la guerra, la tradición no podrá realizarse. Es lógico, ¿qué utilidad tiene reproducir una tradición y celebrar el nacimiento del Niño Jesús donde simultáneamente la violencia está repartida incluso dentro de nuestros propios hogares? Tal suceso es de hipocresía por su falsedad.
3 Cuando escribí La inquisición católica ya pasó; es momento de caminar y perdonar hice mención de los hechos históricos atroces ocurridos a lo largo de la historia de la Iglesia Católica, especialmente la Inquisición Católica (que no fue la única que hubo) donde expuse 2 marcos hipotéticos para quien piensa que se vive 1 sola vez (como se piensa entre los cristianos hoy día) y para quien piensa que se vive muchas veces (como pensó el cristiano hasta el año mil, más o menos, luego que se suprimió esta doctrina y se cambió) en los cuales las razones para hoy día, en el año 2015 sigamos aferrados a sucesos que en ambos contextos ya sucedieron y no nos afectó como individuos, los que somos actualmente, y que el hecho fue abolido e incluso se pagó un precio por esos errores, por tal razón, no es sensato sino resentimiento y prejuicio puro que se quiera cobrar por toda la eternidad a los católicos de la actualidad y a los Papas de turno que han ido viniendo y que no son los promotores de dichos eventos y es que de hecho, ni siquiera la Iglesia es la misma.
4 Esto se menciona con justa razón, lo digo porque, al Papa se le sigue cobrando, no importa que sea un Papa de este siglo, totalmente distinto y alejado de aquel entonces; tal parece que si hace 500 años en una institución hubo un líder y este líder fue un asesino, corrupto y promotor de vicios quien venga a ocupar su puesto 500 años después recibe la deuda moral que creó aquel hombre y la pregunta es ¿por qué? Cuando un mal presidente deja su puesto, no se lleva a la horca a todos los que vengan, a cada uno se le trata como un periodo distinto aunque la historia venga detrás de ellos recordando los errores pasados.
5 El Papa continúa diciendo que lo que queda de la guerra es «ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes. ¡Tantos! y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas» lamentando las muertes sucedidas tras los atentados terroristas y descalificando la guerra por no tener justificación que sea válida, a lo que un internauta comentó: «La Iglesia habla de los muertos de hoy en la Tercera Guerra de la Humanidad pero no lamenta los muertos de la Santa Inquisición, no lamenta los muertos de sus conquistas en América de los jesuitas, no lamenta los demás genocidios de su triste historia religiosa»; como verán, el fruto de la guerra no cambia ni para lo que fue el pasado ni para el presente, tampoco lo hará para el futuro y bajo la dirección pastoral evangelizadora de Francisco, el propósito es ecuménico y fraternal, procurando deshacer la raíz de los conflictos que nos colocan los unos a los otros como hombres, especialmente por razón de religión. Es una calumnia, de las tantas que todos los días se elaboran en contra del Papa, la Iglesia Católica y la religión Cristiana, primero porque el alegado desconoce que sí se ha lamentado todo fruto de la imposición violenta humana, debemos recordar que, este es Francisco, no Juan Pablo II, no Benedicto XVI, no otro de los tantos Papas que hubieron en la Iglesia por ende, es otra Iglesia, es otro gobierno, es otra consciencia, objetivos e ideales donde estos 3 Papas no han manifestado públicamente que no lamenten tales hechos, pero se sabe que si la intención no fuese difamar por causa del resentimiento y el odio, investigaría si no supiese que han pedido perdón por la deuda moral acuñada por los antecesores, pero la gente decide omitir el hecho porque necesitan omitir ese hecho para seguir siendo jueces implacables.
6 Continúa el internauta diciendo: «señor Papa ya nadie cree en la fuerza de la imposición religiosa, ya nadie cree en el culto al poder de pocos, ya todos despiertan al proteccionismo cultural y eso es lo que usted no está viendo»; ¿son estas las palabras de alguien que conoce o se está desahogando? Claramente ignora que la Iglesia Católica no emplea la imposición en su apologética ni difusión en la actualidad, ¿o alguno podría quejarse de que un católico le ha obligado o persuadido a volverse al Catolicismo? ¡No! El que quiere ir a misa, es libre de hacerlo, el que no, también, casualmente, indiferente de si se es Católico o no, la recepción de los sacramentos es libre incluso para los religiosos que se declaran adeptos de esta religión y participes de esta Iglesia. Además, si el Papa estuviese manifestando oposición a la diversidad cultural, ideológica, religiosa no tendría ningún sentido su esfuerzo ecuménico de reconocer y respetar otras religiones, sabemos que incluso Divaldo Franco Pereira, hoy por hoy máximo exponente del Espiritismo, sucediendo a Francisco Cándido Xavier como la figura pública principal del Espiritismo, se reunió con el Papa Francisco, y este no lo condenó, le hizo proselitismo ni ofendió de ninguna manera su propia labor muy a pesar de que antiguamente la Iglesia estuvo renuente a otros credos, no obstante, la Iglesia está cambiando. Aquí sólo puede denunciarse el odio hacia el Catolicismo, y se lo digo yo, uno que odió pasionalmente el Catolicismo y asumía la misma actitud comprendiendo luego que, era un absurdo porque no había fundamento a tal negativa. ¿De dónde le viene la idea a este hombre en Internet este sentir de esta persona frente a hechos que dicen lo contrario?
7 Sigamos con el comentario: «la Navidad señor Papa nunca representó las culturas americanas, ni africanas, ni de Mesopotamia, fue una creación Católica que hoy tiene cada vez menos seguidores porque ya no creen en una religión genocida»; y tiene razón, justamente porque la Navidad es una celebración Católica para católicos y no católicos que quieren participar de ella, nadie está obligado a participar de ella y si la queja es por tradición seguro será más sensato reclamar a los padres quienes le inculcaron dicha práctica ajena a los valores y conocimiento de lo que representa, caso contrario, no tiene juicio que no siendo católico, alguien le dé mayor importancia a esta tradición al punto de juzgarse víctima de tener que participar de ella. Por cierto, la razón de que cada vez menos participen de ella se debe a que cada vez menos católicos conocen su religión y la practican; los llamados católicos light son precisamente los sincretistas que viven una vida no católica y sin embargo los jueces los juzgan como substituto a la doctrina.
8 «La Navidad siempre fue una farsa... no sólo hoy lo es»; no amigo, Navidad nunca ha sido falsa, ya que, como tradición cristiana-católica, existe y es real para los católicos. El que no es católico no debe esmerarse en reconocerla, participar de ella, comprenderla porque no tiene ese deber; su sentido de pertenencia no está ahí y por cierto, el Catolicismo es una religión ética, es decir, no depende del proceder literal de los hechos narrados sino del significado de sus simbolismos, su teología y los valores que representa. Ya se ha dicho, si se demuestra que todo es falso dentro de la Iglesia Católica, eso no adulterará la fe de ningún católico y si lo hace, nunca lo fue.
9 «Navidad... ¡que palabra más católica romana!, no habrá Navidad dice el Papa, ¿cuántos años ya hace que muchos abandonaron el hábito de usar el árbol de navidad? ¿Cuántos ya despertamos a otra ‘conciencia más auténtica espiritual’ y no creemos en Papá Noel?»; ¿qué sucede con el ser humano que se siente el ofendido e invadido por todo? Tradición católica + líder católico + discurso católico = emisión de un discurso u homilía dirigida a los católicos y no católicos que deseen escuchar, no obstante, ninguno tiene obligación de oír, reflexionar, entender ni asimilar.
10 Hemos llegado hasta aquí y todavía sigo sin comprender, ¿por qué esta persona se ofuscó tanto con algo que no iba dirigido hacia su persona? Esto porque su clara oposición da a suponer que no es un católico. Lo peor es hablar de “consciencia espiritual más auténtica” a quien no logra dejar de verse afectado por algo de lo que se ha desligado, y, en teoría siendo mejor, habría de producir un mejor resultado en cuanto a la calidad de su pensamiento y sentir. ¿Por qué el ser humano no respeta el libre albedrío? La gente que no compagina con católicos y evangélicos, tampoco con otras denominaciones cristianas protestantes, vive sumergida viendo, escuchando, leyendo y discutiendo con estas personas, arremetiendo contra ellos y colocando piedra de tropiezo a su fe, su labor, trayendo alboroto a su comunidad, claramente son perturbadores de la paz que ni bien representan su propia ideología, y ¿por qué otra razón adicional lo harían aparte de perjudicar?
11 No soy persona católica hoy día, sin embargo, confieso haber tenido un conflicto tan grande con el Catolicismo que yo no podía siquiera rezar un Padrenuestro, me paralizaba, me removía todo por dentro, y causa lógica no había. Sin embargo, los ciclos se abrieron a cambios, no sólo en la vida sino también en la consciencia, con lo que pude hacer un proceso de reconciliación donde pude voluntariamente investigar, corroborar, madurar y finalmente, he podido ir a una misa y no irrespetar ni despreciar elemento alguno de la religión que tiene relevancia para los que sí son católicos a los cuales admiré mucho, lo digo porque, en la misa me sentía como astronauta, donde todas esas personas estaban concentrados, esperanzados, realizando la liturgia del Santo Rosario, participando de la misa y homilía, los coros, todo muy integrado y por tanto, admirable para mí, que reconocí que tienen identidad propia y lo mejor de todo es que, por primera vez, gracias a ello, sentí la gracia del Espíritu Santo dentro de la Iglesia Católica.
12 Mi reiterado ataque a la Inquisición, mi exigencia al Papa sobre los problemas del mundo, mi sensación de ofensa que me hacía entender que cada palabra dicha por él hostigaba en mi contra muy a pesar que fueron siempre palabras dirigidas a su comunidad religiosa, eso y otras cosas, todo se esfumó en el preciso instante que en ausencia de fundamento y sin objeción, acaté 3 frases que Carl Jung habría dicho sobre los conflictos:
«Lo que niegas te somete, lo que aceptas se transforma»«Todo lo que nos irrita de los demás nos puede llevar a una comprensión de nosotros mismos»«Todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo»
13 Tenía un problema, sí, el rechazo me venía del inconsciente y era necesario aceptarlo, identificarlo y enfrentarlo y justo ahí, me transformé. Años atrás, muchos años atrás, me sucedió lo mismo en múltiples ocasiones, especialmente con mi madre; yo crecí sin mi madre, eso me marcó y crecí con la misma exigencia, refuta reiterada y desesperada, un resentimiento en simple resumen que me producía síntomas a lo largo de los años que tras identificar que lo que realmente estaba sucediendo es que tenía la necesidad de aceptar y perdonar a mi madre, seguir adelante, ahí superé ese hecho y luego descubrí que desde el momento que nací, en mi destino, ella no estaría, tal cual, fue una prueba que también compartió mi pareja, pero en ausencia de la figura paterna, hecho este cuyo propósito lo resguarda Dios, mientras que yo, especulo en la cacería de la lección que la vida y la prueba me impone.
14 Mis hermanos, no hay cosa más fea que la hipocresía; si estamos en una espiritualidad definida, que nos insta a ser mejores, especialmente una donde se contempla cualquier idea cristiana, aunque sea la atribución de Dios y Jesús como figuras divinas, cabe ser ejemplo esforzado de lo que nuestra espiritualidad representa. No es maduro, especialmente en ausencia de fundamento irrefutable, convertirse en víbora venenosa a la gestión de otro que no está ejerciendo un perjuicio, y es que pareciéramos que nos volviéramos instrumentos de demonios y del mismo Diablo delante de estas personas, considerando que, conocemos infinidad de criaturas que andan difundiendo ideas perniciosas y realizando actos dañinos para toda la sociedad, incluso dentro de la propia espiritualidad que nos identifica, y con ellos no somos severos, quizá hasta los ignoramos, ¿por qué somos así? Si alguien cree en Dios y Jesucristo ha fracasado en lo que Jesús en Juan 8:1-7 nos enseña, y especialmente, si reza el Padrenuestro no lo ha comprendido sino que lo ha aborrecido al pronunciar con cinismo «perdonadnos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden» porque aquel que cree en Dios y Jesucristo, esa persona no debe participar de estas actitudes las cuales debe revisar y por supuesto, combatir.
15 Esta Navidad será una farsa e inútil, no sólo porque hay guerra, violencia, egoísmo y separación sino también porque, los que se dicen hombres espirituales constituyen el principal obstáculo a la paz que tanto buscan pero que arruinan toda posibilidad de lograrla desde el primer momento en que su vida y obra se convierte en hostigar al sembrador de las bienaventuranzas para favorecer al cizañero. Señores, reflexionen en Lucas 6:44, 45; si no contribuimos con la paz, contribuimos con la guerra, y a nadie le gusta que hayan atracos, violaciones, asesinatos, pero mientras no están dispuestos en mayoría a hacer algo para impedir esos hechos, desentendidos del deber moral que tienen con ello, sí tienen toda la disposición para odiar, calumniar, difamar y todavía así con descaro se dice “yo tengo una religión y soy criatura espiritual”.
16 Respetemos el libre albedrío y respetemos una sana tradición; dejemos que el Papa cumpla con su labor, con los cristianos-católicos ya que él no es nuestro enemigo. Es la ignorancia y prejuicio los que nos conducen a asumir tales actitudes. Sean sinceros, y si son malos, declaren su maldad y no ensucien con hipocresía la reputación digna de las religiones redentoras. No practiquemos el bullying religioso y recordemos que, una religión sin moral es un vulgar disfraz de lo que nunca lograremos ser. Si este fuese el tiempo en que sucedió la crucifixión, junto a Jesús, mandaríamos a sacrificar al Papa Francisco, como han maldecido y condenado a sus antecesores muy a pesar de que individualmente no alberguen tamaña culpa.
::Chico Xavier de Òşờớsí::
Este artículo persigue un propósito ecuménico y fraterno, acatando el deber que con la difusión escrita tengo con el Bien Común, expresa en la siguiente cita:
¿El escritor de determinada obra será juzgado por los efectos producidos por su labor intelectual en la Tierra?El libro es igualmente como la siembra. El escritor correcto, sincero y bien intencionado es el labrador precavido que alcanzará la cosecha abundante y la elevada retribución de las leyes divinas a su actividad. El literato fútil, amigo de la insignificancia y de la vanidad, es como aquel trabajador ocioso y nulo que “siembra vientos para recoger tempestades”. Y el hombre de inteligencia que vende su pluma, su opinión y su pensamiento, en el mercado de la calumnia, del interés, de la ambición y de la maldad, es el agricultor criminal que humilla las posibilidades generosas de la Tierra, que roba a los vecinos, que no planta y no permite el desarrollo de la siembra ajena, cultivando espinos y agravando responsabilidades por las cuales responderá un día, cuando hubiera despedido la indumentaria del mundo, para comparecer ante las verdades del Infinito.