[size=39]Reflexiones herbales[/size]





Reflexiones herbales AlbahacaFruto de las informaciones y simplistas del pensamiento New Age (y sus movimiento pseudo-espirituales asociados), las comunidades de origen mágico-doctrinal, sean o no de naturaleza religiosa, poseen un pensamiento errado sobre el uso de las hierbas. Pareciese que cierta hierba, por el mero hecho de ser “esa hierba“, posee una serie de propiedades a utilizar. De este modo, vemos casas con romero “por evitar el mal de ojo”, o bien conhierbabuena “para atraer la prosperidad”. Lo propio ocurre con la utilización de minerales, pese a que la cantidad enorme de matices al respecto, en lo que a Mayombe se refiere, merece otro artículo aparte.
Ni el el Palo Mayombe, ni en numerosas sociedades indígenas (famosas por la utilización se elementos naturales con estos fines), ni en otros cultos de origen afroamericano se basa en estos planteamientos.
Para comenzar a entender los fundamentos prácticos de todo esto, debemos entender lo siguiente: las plantas, las hierbas, poseen un tipo de wanga (energía) que bien puede considerarse afin para una serie de propósitos; pero como energía, es de naturaleza maleable y por ende programable por necesidad. Un trozo de hierba, por sí mismo, no sólo no tiene por qué tener actuación unilateral sobre su ambiente sino que incluso ignorando el hecho cierto de que en sí mismo es una dualidad y posee un polo positivo y otro negativo, su aplicación incluso puede ser perjudicial; cuando no totalmente inocua.
Resumiéndonos a Mayombe entendemos que, siendo como hemos sido presentados, a ciertos fenómenos que viven en la naturaleza en momentos previos a nuestra iniciación: cumpliendo una serie de patrones tomaremos las hierbas apoderándonos también de su virtud. Esto queda reflejado en el número de rezos, mambos e incluso pago de derecho desde el primer momento que ingresamos al monte incluso para recoger un diminuto matojo. A posteriori y llegados al Nzo Nganga o Munanzo, la trataremos para que dicha fuerza (bien fuese desde un polo positivo o negativo) se programe de forma coherente a nuestro propósito ya que entendemos un número entidades asociadas a esa planta en cuestión. Después, procederemos a utilizarla según el tratado de turno: bien fuese la elaboración de un baño, resguardo, ungüento, o trabajo en general.
Cuando lo que necesitamos es un código herbal, es decir, una secuencia de varias hierbas, nuestro conocimiento tiene que ser suficientemente profundo para entender como actúan de tal modo que entre ellas no exista una contradicción que conlleve resultados contraprudecentes. Y por supuesto (y eminentemente importante) dichas hierbas deben vibrar en armonía con el astral de la persona sobre la cual se va a aplicar: gracias a los sistemas de adivinación y registro con la propia Nganga, obtenemos esta información cuando consultamos a la persona y obtenemos del fundamento esta información en momentos previos del inicio de la composición que haremos para ella.
Tomemos la hierba “paraíso“, como popularmente llamamos a la Melia Azederach, esta hierba es de gran relevancia para muchos practicantes de Mayombe por ciertas propiedades muy poderosas que actúan sobre el astral de una persona. Sin embargo, muchos Tatas han considerado esto como algo incondicionalmente absoluto, mientras otros hemos podido observar como dicha hierba, precisamente por su vibración y conexión con ciertos fenómenos, en otros astrales muy concretos puede resultar incluso nociva. Debemos entender, pues, que el conocimiento profundo (o lo suficientemente profundo) del astral del ser humano (ahijado, paciente, amigo, familiar… lo que sea) es algo vitalmente necesario a la hora de emplear cualquier tipo de elemento (herbal o no) de una manera segura, esto es: que nos permita asegurarnos de que su utilización sobre esa persona en concreto, generará un “efecto armonía” necesario que producirá el efecto resolutivo que dicha persona vino buscando. Tal vez esta materia sea más sencilla de cumplir con un ahijado, cuya educación religiosa está a nuestro cargo, y sobre el que se han hecho varias investigaciones antes de iniciarle dentro del culto; permitiendo dicho conocimiento. Aquí nuevamente entramos en lo imprescindible que es el estudio, la experiencia y la destreza a la hora de “servir a la comunidad” en términos generales. Infelizmente, muchos religiosos comienzan a hacerlo nada más tener la posibilidad, muchas veces sin el conocimiento necesario, produciendo problemas de irresolución o perjuicio tan comunes hoy en día.
Diferencias de la preparación
Muchas hierbas deben ser rezadas de la manera sabida, otras por el contrario deben de ser enterradas en determinados árboles o “plazas” naturales. Algunas deben ser expuestas sobre firmas ante determinados astros, dependiendo los propósitos, e incluso algunas antes de su utilización necesitan de “comer” ciertos animales. Desde luego, personalmente no me iba a dar mucha confianza un “baño” preparado en dos horas si tengo el conocimiento de que en ese baño entra un código de siete o nueve hierbas distintas. Algo así, requerirá una preparación individual de cada elemento, un orden prestablecido a la hora de ir introduciéndolas; y por supuesto una posterior exposición a elementos que vibren con esas fuerzas: bien sea la sombra del fundamento, el sol, la luna, cierto árbol, etc… sea sobre firmas concretas, enterrados, etc ¿como hacer esto en dos horas? o bien ¿como calcular el buen proceder de esos productos embotellados que venden en tiendas, si lo que realmente sacamos en claro de todo esto es el grado personalísimo de preparación para una persona en concreto?
Con este artículo pretendemos, más que señalar un buen o mal proceder, apremiar a la comunidad religiosa a arroparse con sus mayores (no Internet, libros, etc: en su mayoría con información distorsionada o parcial) para obtener el aprendizaje profundo que exige estas y otras materias que claramente se simplifican en muchas ocasiones. Cada planta, cada tratado, cada situación: un conocimiento que tomaba años y años a nuestros antepasados y que hoy en día se vuelve endeble con Nganguleros que no logran explotar todo el potencial del Mayombe a falta de la profundidad de conocimientos; muchas veces responsables los mayores por su hermetismo, otras veces (la mayoría) responsabilidad de los ahijados por conformarse con la superficialidad del conocimiento y querer pasar a volar cuando aún están por gatear.
Ahora ¿qué hay de este tema, cuando hablamos de un rayamiento o el armamento de una Nganga? Es bien sabido que durante el rayamiento se producen ciertos baños de compleja elaboración. De tan compleja, me temo que podemos tildarla de incomparable en cuanto a cualquier trabajo. También sabemos que ese”microuniverso” que llamamos Nganga lleva de ciertas hierbas (dependiendo el tratado de armamento, unas u otras) cuya elaboración y preparación es idénticamente compleja ¡Y no sólo eso! Sino que su situación, orden y localización debe de ser calculada, ya que una Nganga necesita contener todas esas fuerzas de manera armónica. Del mismo modo que si se desviase un planeta de su órbita sería un caos, la ausencia de armonía de las fuerzas contenidas dentro de la Nganga producirá un mal funcionamiento de la misma, en el mejor de los casos, o bien un nulo funcionamiento.
El aprendizaje verdadero con respecto a este tema, pasa por entender paradigmáticamente qué es para nosotros la naturaleza, como comprendemos las diferentes de la misma (monte, montaña, mar, pantano, etc) para, después, comprender lo que ahí encontramos; como ingresar a esos lugares, qué hacer, cómo y cuando recoger determinados elementos, conocerlos y conocer bien los fenómenos que se relacionan a X hierba o X palo; como tratarlo individualmente, etc. Es fruto, lejos de libros botánicos a menudo inútiles, de una crianza a la sombra y cuidado del mayor (el padrino de uno) y una observancia, memorización y anotación que prolongará por algunos años pero cuyo resultado será un conocimiento genuino que diferenciará a un Tata Nkisi de un religioso mal formado y a menudo improvisado.
Fuente: https://malembedotorg.wordpress.com/2015/04/22/reflexiones-herbales/
Saludos...