Vivimos en una religión espiritualista, y por mucho podemos decir hasta que universalista. En nuestra religión, tenemos diversos guías, maestros y mentores, que son espíritus en evolución, otros en ascensión plena y otros hasta ascendidos, que dirigen los trabajos de Umbanda en otro plano amparados por los Sagrados Orixás.
Analizando eso, somos muy bien amparados y guiados, por espíritus que nos aman y que tienen una afinidad impar con nosotros. Muchos de nuestros guías más próximos poseen una ligación familiar de muchas vidas pasadas y traen como misión en este pasaje de la vida ampararnos y guiarnos conforme nuestras necesidades y merecimientos en cada momento de nuestras vidas.
Pero la gran pregunta es: ¿usted cree en su guía, o en su banda?
Veo a muchos médiums de Umbanda, por muchas veces dudar del trabajo de sus guías y hasta incluso cuestionando sus orientaciones para con usted y otras personas. Veo también la famosa frase: pero mi Guía no me ayudo, ¿por qué? ¿solo ayuda a otros?
Debemos primero entender que nosotros médiums somos canales, vehículos de espíritus evolucionados que nos guían, orientan y ayudan a quien necesita y merece (inclusive nosotros).
No confunda sus miedos, su incertidumbre con la fuerza y la capacidad de sus guías. Nuestros guías nos ayudan lo máximo que pueden, dentro de la Ley Mayor y de la Justicia Divina, y si por algún momento de su vida ellos “no te ayudasen”, puede tener certeza: es un momento que usted debe afirmar sus piernas en el suelo, ser fuerte y adentrar de cara en la situación, pues su vida quien debe vivirla es usted.
Nuestros guías no son muletas o mucho menos niñeras, para estar mimándonos o adulándonos. Los guías son espíritus que nos hacen crecer, pensar y principalmente ser racionales así andando con nuestras propias piernas.
Cuanto la incerteza golpea en su puerta, la vanidad, y el ego intentan acogerte, afirme su cabeza en Dios, en los Orixás, y en sus guías. Puede tener certeza que si usted cree, su mundo irá a cambiar, sus guías le mostrarán el camino para usted recorrer. Sus decisiones usted que debe tomar y aceptar las consecuencias también.
No importa si usted erra, falla, cae, los guías siempre irán a ampararte, desde que usted confíe en ellos y en Dios y tenga plena certeza de que usted está aquí para aprender, sea allá como fuera.
Confíe en usted, en su naturaleza, y con certeza a través de esa confianza sus guías se manifestarán en su vida naturalmente y con mucho poder de realización.
Confíe.