Hermanos la reina madre los bendiga y los espiritus de alta luz les iluminen.
Con motivo del mes de la virgen del valle quise traer un poco de su historia, la cual pienso que algunos aun no conocen.
La Virgen del Valle es una de las principales y más celebradas advocaciones en Venezuela. Es venerada de un modo particular por los Margariteños y su fiesta se conmemora el 8 de septiembre, fiesta de la natividad de la Virgen María.
En 1911, Monseñor Antonio María Durán, VII obispo de Guayana, actuando como legado del Papa Pío X, coronó canónicamente la imagen de Nuestra Señora del Valle y el 5 de septiembre del 1921, fue declarada patrona principal de la diócesis de Guayana, a la que pertenecía entonces la isla de Margarita, por el Mons. Sixto Sosa, gran devoto de la excelsa Madre de Dios.
Cuando Cubagua estaba en pleno desarrollo, encargaron para una de las dos iglesias de aquella isla, probablemente para la parroquial de Santiago, una piadosa imagen de la madre de Dios, en su privilegio y representación de Inmaculada Concepción o de Purísima, según expresión general de todos los fieles.
Si hay la plena y absoluta certeza de que la imagen de Nuestra Señora del Valle, que entonces designaban de la Purísima, llegó al principio a la isla de Cubagua, no se ha podido fijar la fecha exacta de su arribo a esta isla; se presume, sin embargo, que haya sido anterior al año de 1530.
La venerada Imagen sería solemnemente bendecida y entronizada en el templo de la pequeña isla por el virtuoso padre D. Antonio Meléndez, que en aquellos años era el beneficiario de aquel curato, o más posiblemente, por el vicario de la isla, el presbítero Francisco de Villacorta.
La isla de Cubagua pasó por terribles y varias destrucciones, que obligaron a sus vecinos a pasarse para Margarita, donde su párroco, Francisco de Villacorta, había poblado la Villa del Espíritu Santo.
El 25 de diciembre de 1541, un terrible ciclón arrasó la Nueva Cádiz, haciendo víctimas y destruyendo la totalidad de sus casas, incluso la parroquial de Santiago.
Tampoco se conoce el año del traslado de la Imagen desde Nueva Cádiz para la isla de Margarita, pero se presume hubo de ser, a más tardar, en el año de 1542, cuando se pasaron para aquella isla gran parte de sus vecinos, llevándose consigo las cosas de su propiedad.
Como muchos de los enseres de la iglesia parroquial fueron trasladados para Margarita, la misma suerte tendría entonces la imagen de la Purísima. Unos vecinos se la llevarían entonces, con otros efectos de la iglesia cubaguense, para el Valle del Espíritu Santo y la depositaron en la ermita que por tener tierras en sus inmediaciones o ser ellos quienes desde muchos años antes existían en aquel lugar, posiblemente habrían sufragado su adquisición.
Con motivo del mes de la virgen del valle quise traer un poco de su historia, la cual pienso que algunos aun no conocen.
La Virgen del Valle es una de las principales y más celebradas advocaciones en Venezuela. Es venerada de un modo particular por los Margariteños y su fiesta se conmemora el 8 de septiembre, fiesta de la natividad de la Virgen María.
En 1911, Monseñor Antonio María Durán, VII obispo de Guayana, actuando como legado del Papa Pío X, coronó canónicamente la imagen de Nuestra Señora del Valle y el 5 de septiembre del 1921, fue declarada patrona principal de la diócesis de Guayana, a la que pertenecía entonces la isla de Margarita, por el Mons. Sixto Sosa, gran devoto de la excelsa Madre de Dios.
Cuando Cubagua estaba en pleno desarrollo, encargaron para una de las dos iglesias de aquella isla, probablemente para la parroquial de Santiago, una piadosa imagen de la madre de Dios, en su privilegio y representación de Inmaculada Concepción o de Purísima, según expresión general de todos los fieles.
Si hay la plena y absoluta certeza de que la imagen de Nuestra Señora del Valle, que entonces designaban de la Purísima, llegó al principio a la isla de Cubagua, no se ha podido fijar la fecha exacta de su arribo a esta isla; se presume, sin embargo, que haya sido anterior al año de 1530.
La venerada Imagen sería solemnemente bendecida y entronizada en el templo de la pequeña isla por el virtuoso padre D. Antonio Meléndez, que en aquellos años era el beneficiario de aquel curato, o más posiblemente, por el vicario de la isla, el presbítero Francisco de Villacorta.
La isla de Cubagua pasó por terribles y varias destrucciones, que obligaron a sus vecinos a pasarse para Margarita, donde su párroco, Francisco de Villacorta, había poblado la Villa del Espíritu Santo.
El 25 de diciembre de 1541, un terrible ciclón arrasó la Nueva Cádiz, haciendo víctimas y destruyendo la totalidad de sus casas, incluso la parroquial de Santiago.
Tampoco se conoce el año del traslado de la Imagen desde Nueva Cádiz para la isla de Margarita, pero se presume hubo de ser, a más tardar, en el año de 1542, cuando se pasaron para aquella isla gran parte de sus vecinos, llevándose consigo las cosas de su propiedad.
Como muchos de los enseres de la iglesia parroquial fueron trasladados para Margarita, la misma suerte tendría entonces la imagen de la Purísima. Unos vecinos se la llevarían entonces, con otros efectos de la iglesia cubaguense, para el Valle del Espíritu Santo y la depositaron en la ermita que por tener tierras en sus inmediaciones o ser ellos quienes desde muchos años antes existían en aquel lugar, posiblemente habrían sufragado su adquisición.