"Su espiritu quedó encantado, su estampa se impregna con el aroma que dejan las estrellas"
Su hablar es pausado, su canto sonoro, su danza inigualable... la paz que transmite arropa los sentidos del creyente. Hay quienes la confunden con la India Rosa, y su historia la recrean como un encanto de Maria Lionza. Guarda celosamente, a sus hijos, a quienes cuida y brinda protección, siempre y cuando estos sepan atenderlas. Es dulce, amable, coqueta y gusta trabajar con flores y aromas.
La India Luna, trasciende en el tiempo y se manifiesta como guardiana de la naturaleza, dicen que su belleza era sólo comparable con la luna, guarda secretos, especie de oraciones sagradas, que sólo revela a quien se las gana, a través de su hipnotizante canto. Su labor es comparable al de una especie de chamana o madre de la tribu, aún cuando representa al espíritu de una mujer joven.
Se le ofrendan luces de colores, rosadas, amarillas, verdes, blancas, doradas, anaranjada. Dulces como crema de batata, caramelos, frutas, flores, esencias e inciensos.
Su hablar es pausado, su canto sonoro, su danza inigualable... la paz que transmite arropa los sentidos del creyente. Hay quienes la confunden con la India Rosa, y su historia la recrean como un encanto de Maria Lionza. Guarda celosamente, a sus hijos, a quienes cuida y brinda protección, siempre y cuando estos sepan atenderlas. Es dulce, amable, coqueta y gusta trabajar con flores y aromas.
La India Luna, trasciende en el tiempo y se manifiesta como guardiana de la naturaleza, dicen que su belleza era sólo comparable con la luna, guarda secretos, especie de oraciones sagradas, que sólo revela a quien se las gana, a través de su hipnotizante canto. Su labor es comparable al de una especie de chamana o madre de la tribu, aún cuando representa al espíritu de una mujer joven.
Se le ofrendan luces de colores, rosadas, amarillas, verdes, blancas, doradas, anaranjada. Dulces como crema de batata, caramelos, frutas, flores, esencias e inciensos.