Saludos...
Este tema lo leí hace poco y me pareció interesante para compartirlos con ustedes...
Autor: John Baines...
"Múltiples y variados son los deseos que se originan en el ser humano. El desear algo es tan habitual y natural como respirar. El deseo es otro de los caminos a través de los cuales el hombre despilfarra su energía mental. Si nos observamos atentamente veremos que en un solo día deseamos infinidad de cosas sin mayor importancia. Si nos abstuviéramos de estos deseos fútiles y concentráramos nuestras energías en una sola cosa, nos sería mucho más fácil lograr lo que queremos, ya que el deseo es una poderosa fuerza atractiva que actúa tal como un imán que atrajera hasta nosotros lo que queremos.
El deseo es una de las fuerzas que mantienen al ser humano atado a la materia, ya que éste es esclavo de sus propios deseos. A fin de liberarse de estás ataduras, debe educarse a sí mismo para concebir solamente deseos de elevado orden que son los que nacen del espíritu, y que, lejos de esclavizar, liberan y elevan.
Hay deseos insatisfechos de orden instintivo y anímico que se convierten en una obsesión y que pueden conducir a la locura.
Tal como en el caso del pensamiento, el deseo es una fuerza creadora que da vida en el campo energético a un ser cuya vibración será acorde a la calidad del deseo.
Estos hijos invisibles se alimentan de su creador y no se separan de él hasta que toman vida en la materia o se agotan. Los deseos puramente pasionales e instintivos son verdaderas sanguijuelas que se adentran en la psiquis succionando la vitalidad.
Un vicio es un deseo desmedido e incontrolado, es decir, una formación de energía electromagnética que adquirió conciencia. Este ente-deseo solamente podrá mantener su existencia si recibe en forma regular cierta cantidad de energía que solamente podrá provenir de la satisfacción del deseo. Debido a esto cuesta tanto vencer un vicio determinado, ya que para lograrlo hay que desintegrar por medio de la voluntad esta coagulación negativa.
Los vicios se transmiten fácilmente, ya que en muchos casos ocurre que un ente-deseo al no lograr arrastrar a su padre nuevamente al vicio, busca un campo más propicio en otro sujeto. Un abstemio puede transformarse de la noche a la mañana en un bebedor consuetudinario.
Los incubos y súcubos son solamente entes-deseos de gran vitalidad, vampiros que buscan constantemente víctimas para poder alimentarse.
Hay ciertos individuos dignos de lástima que son verdaderos receptáculos de variados entes-deseos, donde cada cual lucha por su existencia y trata de devorar a sus congéneres. Estos hombres viven dominados por fuertes y contradictorias tendencias que se ven obligados a seguir para estar tranquilos, ya que estos vampiros les dejan un cierto respiro después de recibir su alimento.
No es posible establecer hasta qué punto la función mental se ve impedida por la acción de estas criaturas, pero sí es posible afirmar que un alto porcentaje de las decisiones y tendencias del hombre están dictadas por estos ladrones que interfieren el pensamiento con sus vibraciones pasionales.
Como un ejemplo interesante citaré el vicio del cigarrillo que da nacimiento a una particular entidad formada por la energía del tabaco al arder y el placer experimentado por el fumador. Esta entidad provoca constante inquietud al fumador, inquietud que sólo logra apaciguar al encender un cigarrillo.
Basándose en este ejemplo pueden los lectores analizar otros entes-deseos de carácter más delicado que mantienen esclavizados a sus creadores. "
Fin de la cita
Este tema lo leí hace poco y me pareció interesante para compartirlos con ustedes...
Autor: John Baines...
"Múltiples y variados son los deseos que se originan en el ser humano. El desear algo es tan habitual y natural como respirar. El deseo es otro de los caminos a través de los cuales el hombre despilfarra su energía mental. Si nos observamos atentamente veremos que en un solo día deseamos infinidad de cosas sin mayor importancia. Si nos abstuviéramos de estos deseos fútiles y concentráramos nuestras energías en una sola cosa, nos sería mucho más fácil lograr lo que queremos, ya que el deseo es una poderosa fuerza atractiva que actúa tal como un imán que atrajera hasta nosotros lo que queremos.
El deseo es una de las fuerzas que mantienen al ser humano atado a la materia, ya que éste es esclavo de sus propios deseos. A fin de liberarse de estás ataduras, debe educarse a sí mismo para concebir solamente deseos de elevado orden que son los que nacen del espíritu, y que, lejos de esclavizar, liberan y elevan.
Hay deseos insatisfechos de orden instintivo y anímico que se convierten en una obsesión y que pueden conducir a la locura.
Tal como en el caso del pensamiento, el deseo es una fuerza creadora que da vida en el campo energético a un ser cuya vibración será acorde a la calidad del deseo.
Estos hijos invisibles se alimentan de su creador y no se separan de él hasta que toman vida en la materia o se agotan. Los deseos puramente pasionales e instintivos son verdaderas sanguijuelas que se adentran en la psiquis succionando la vitalidad.
Un vicio es un deseo desmedido e incontrolado, es decir, una formación de energía electromagnética que adquirió conciencia. Este ente-deseo solamente podrá mantener su existencia si recibe en forma regular cierta cantidad de energía que solamente podrá provenir de la satisfacción del deseo. Debido a esto cuesta tanto vencer un vicio determinado, ya que para lograrlo hay que desintegrar por medio de la voluntad esta coagulación negativa.
Los vicios se transmiten fácilmente, ya que en muchos casos ocurre que un ente-deseo al no lograr arrastrar a su padre nuevamente al vicio, busca un campo más propicio en otro sujeto. Un abstemio puede transformarse de la noche a la mañana en un bebedor consuetudinario.
Los incubos y súcubos son solamente entes-deseos de gran vitalidad, vampiros que buscan constantemente víctimas para poder alimentarse.
Hay ciertos individuos dignos de lástima que son verdaderos receptáculos de variados entes-deseos, donde cada cual lucha por su existencia y trata de devorar a sus congéneres. Estos hombres viven dominados por fuertes y contradictorias tendencias que se ven obligados a seguir para estar tranquilos, ya que estos vampiros les dejan un cierto respiro después de recibir su alimento.
No es posible establecer hasta qué punto la función mental se ve impedida por la acción de estas criaturas, pero sí es posible afirmar que un alto porcentaje de las decisiones y tendencias del hombre están dictadas por estos ladrones que interfieren el pensamiento con sus vibraciones pasionales.
Como un ejemplo interesante citaré el vicio del cigarrillo que da nacimiento a una particular entidad formada por la energía del tabaco al arder y el placer experimentado por el fumador. Esta entidad provoca constante inquietud al fumador, inquietud que sólo logra apaciguar al encender un cigarrillo.
Basándose en este ejemplo pueden los lectores analizar otros entes-deseos de carácter más delicado que mantienen esclavizados a sus creadores. "
Fin de la cita