Hola.. en realidad muchos taitas han dicho que palero gay no existe, y ya que han dicho que biologicamente estos no dan hijos debemos también pensar que biologicamente también hay hombres y mujeres predispuestos a ser homosexuales
Hermana, es posible que los Tatas cuando hablemos de hombre con hombre no da hijo, etc, hablemos en sentido metafórico.
Una persona heterosexual, pero con problemas de esterilidad, puede rayarse perfectamente. Si el problema fuesen los hijos, realmente un ser humano estéril no podría y no existirían casas que preferirían esperar a rayar a la mujer a su época de menopausia.
Los Tatas muchas cosas hablamos en metáfora, por tradición. Si lo examina con lógica, verá que los hijos no tienen nada que ver.
Lo dejo como apunte para dar a reflexionar.
Para abordar este tema, en todos los foros siempre he visto fuertes errores.
Primero hay que saber por qué Mayombe prohibió el acceso de homosexuales desde siempre, y después examinar esas razones y debatir en torno a ellas. Según he visto, aún no hay un sólo debate en Internet que explore el motivo por el que es tabú... yo desde luego, respeto otros hermanos, pero de tratado no voy a hablar.
Sugiero que empiecen por el principio, expongan porque gritaron en la colonia aquello de "Arriba Nganga no hay fasenda" y después se debata sobre las razones y cada usuario saque conclusiones. Por ahora no estoy viendo que nadie ni se acerque tan si quiera a la situación y la razón. Es todo un "Los Tatas dicen" ok... ¿por qué lo dicen? ¿Por qué se prohibió la consagración de homosexuales? Respondida esa pregunta, y respondida con fundamento, se podrá iniciar el debate en torno a esa razón.
Hasta el momento, nadie ni se acercó, insisto, a la razón...
Es mi consejo para que se de un debate productivo
Eso sí, les felicito por llevar este debate (peliagudo donde los haya) de una forma tan cordial y respetuosa. Están siendo un ejemplo para todos los foros.
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Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
(José Martí, 1891, Cuba)