“Decapitación” de estatua de Iemanjá causa revuelta en Paraíba 1309643

“Decapitación” de estatua de Iemanjá causa revuelta en Paraíba

Para las autoridades paraibanas, no pasó de vandalismo. Para militantes de los derechos humanos y del movimiento negro, fue un acto de intolerancia religiosa.

El hecho es que la estatua de Iemanjá que está en la plaza del mismo nombre en la playa turística del Cabo Branco, en João Pessoa, amaneció decapitada al inicio de semana.

La cabeza fue colocada en el suelo, al lado de la imagen de concreto, que tiene cerca de 2,5 metros y casi 20 años. La base fue escavada.

Fue intolerancia. Estamos tristes e indignados. ¿Por qué decapitar y dejar la cabeza en el suelo?, dice la mãe Renilda, presidente de la federación de cultos afro-brasileros de Paraíba.

El episodio llevó al Consejo Estatal de los Derechos Humanos – que es presidido por un padre – a publicar nota de repudio contra el irrespeto a la diversidad religiosa.

Las personas agredidas, principalmente, son las adeptas de las religiones matrices africanas y amerindias, candomblecistas, umbandistas y juremeiros, afirma la nota.

La seccional de la OAB (Orden de los Abogados de Brasil) en Paraíba prepara una nota de repudio, que hasta la tarde de ayer había sido subscrita por otras siete entidades – entre ellas, la Convención Nacional de Pastores y Teólogos, que representa a evangélicos.

Para mañana, militantes y simpatizantes marcaron un acto frente a la estatua a las 9 horas (horario en Brasil), por respeto a las religiones y más seguridad en el local.

Fue una cosa brutal, sin precedentes, que choca, dice Fernando Milanez Neto, jefe de la Coordinación del Patrimonio Cultural de la prefectura, sobre la decapitación.

Pero no quiero creer que haya sido por intolerancia religiosa, porque así va a ser difícil convivir en sociedad. No tenemos nada que pruebe eso todavía, afirma.

Según Milanez Neto, la cabeza fue recolocada ayer. La plaza y el entorno serán revitalizados en breve, dijo.

La delegacia en la plaza vecina de Tambaú informó que el caso no fue registrado y que no abrió investigación pues nadie prestó queja. En 2011, las manos de la misma Iemanjá habían sido arrancadas.