DÍA DE IEMANJÁ EN UMBANDA
El día 02 de Febrero para los umbandistas es la festividad de la Orixá Iemanjá, diosa del mar que conjunto a Oxum tiene potestad sobre la fertilidad y maternidad. Sincretizada con Nuestra Señora de los Navegantes cuya iconografía ha sido asimilada a la de la Santísima Virgen María caracterizada entre los umbandistas por una mujer de rasgos bonitos, cabello largo y negro, piel blanca, entre un oleaje en un mundo lujoso de perlas y muy limpio y rosas blancas entre las olas, con vestido largo y de color blanco-azulado (del azul pasando por el celeste hasta el blanco), estrellas a semejanza de escarcha dorada brotando de sus manos y en el cielo un paisaje nocturno una luna "de cachito" y estrellas.
Señora del mar, es el propio mar divinizado. Representa la belleza, la familia, la maternidad y el amor. Sus funciones mágicas vienen de épocas remotas, pues todas las civilizaciones antiguas deidificaron a la mujer y sus atributos y le llamaron "diosa madre", asociada al satélite terrícola Luna y que tiene un fuerte impacto sobre la fisiología reproductiva y maternal.
Madre de los peces, reverenciada por los pescadores que la asocian la advocación mariana anteriormente mencionada, se le hacen procesiones de barcos en la playa en su homenaje.
También se le asocia a Nuestra Señora de la Gloria, Nuestra señora de las Candelas o de la Candelaria y Nuestra Señora de Aparecida, todas ellas asociaciones sólo vistas en Brasil. En el resto de Latinoamérica no prevalece el sincretismo, en su lugar, se comercializa la estatua antes descrita.
Su homenaje más representativo (sólo en Brasil) a este Orixá ocurre el 31 de Diciembre cuando millares de personas en todo el litoral brasileño, aprovechando la fiesta de fin de año le rinden homenaje con presentes que son lanzados al mar. En el resto de países concurren el 2 de Febrero a las playas a entregar ofrenda, y rendir un tributo por ocasión nocturno incluyendo una gira y acogiendo la llegada de las "sereias" o sirenas y caboclas de su línea.
Se saluda: Odociaba u Odoyá Iemanjá. Sus elementos naturales son el agua del mar, cristal y plata, aparte de la Luna. Su color en la Umbanda es el azul claro. Tarotistas la ligan con el Arcano XVII La Estrella, que indica un momento de esperanza. Coincidentemente la estrella de cinco puntas aparece con mucha frecuencia en los puntos riscados (oráculos y firmas) por entidades que trabajan en su línea.
Su importancia y prevalencia en Brasil se debe a la época de tráfico negrero de esclavos desde África hacia esta país vecino nuestro, en donde durante el viaje muchos negros africanos perecían y muchos se aferraron en su fe en ella mientras se encontraban en el mar, razón por la cual tan pronto llegaron a tierra, los que no perecieron, lo primero que hicieron al desembarcar fue erigir un altar a la diosa del mar para agradecer que no los hubiese llamado junto a ella, razonamiento derivado de la cosmovisión africana de estos africanos y el hecho de que la razón de muerte era por la implacabilidad del propio mar que literalmente devoraba a sus compañeros. De hecho, el mar es llamado "calunga grande" o gran cementerio.
Hay diversidad de homenajes que se hacen. Unos muy bonitos e higiénicos y otros muy aberrantes. En Uruguay hace unos años atrás hubo escándalo por la introducción de un carnero a la orilla de la playa y se le cortó el cuello ante la presencia de todos los turistas que rechazaron con repulsión el abuso tomado por este pequeño grupo de religiosos, pues si bien la libertad de cultos protege la libre práctica, la transgresión al derecho del resto de las personas ahí no es bien vista. Otros depositan barquitos hechos a mano donde colocan flores, alimentos y dejan ir mar adentro, creando una problemática ecológica. Son formas de homenaje contradictorios y que transmiten un concepto de amor todavía dentro de los parámetros de lo patológico y tóxico.
Lo más idóneo en su día es dirigirse al lado de mar y rendirle culto durante toda la noche, realizando actividades sobre la arena de las playas, se hacen cantos o alabanzas, se dan gracias por lo otorgado y también se hacen peticiones muy diversas. Los presentes deben ser biodegradables y de provecho, a fin de inspirar la mejor imagen posible y de no generar repulsión y odio hacia su culto.
Típicamente cuando sus hijos quieren hacerle un regalo, cuando tienen una petición especial que formular, compran o fabrican un pequeño barco pintado en plata, con una vela de metal coronada con una bandera. En el interior del barco colocan lo mejor que pueden: flores blancas, un pequeño frasco de perfume, una pastilla de jabón, un espejo, un peine, cigarrillos rubios… Todo lo que puede complacer a una mujer. Estiban en la barca todo con cintas de raso azules y blancas. Se dirigen por la noche a la playa y echan su pequeña embarcación al agua. Si la diosa acepta el presente, una ola se traga inmediatamente la barca y la hace desaparecer. Se adivina entonces que el deseo será satisfecho. Si la barca vuelve a encallarse en la arena, significa que la petición ha sido rechazada, que la diosa está irritada; es una mala señal. A veces, la diosa se apodera de los presentes y solo devuelve uno a la arena: el espejo, o el jabón, o cualquier otro; no hay que inquietarse: esto puede significar simplemente que la diosa juzga este presente superfluo; pero el deseo será igualmente satisfecho.
Son apreciaciones algo supersticiosas pero figuran dentro de la creencia simple de la comunidad. Acá en Venezuela hay quienes le han pedido especialmente por la oportunidad de ser madre, ocasionalmente la concepción ocurre en la propia playa y cuentan en las redes de la Umbanda Venezuela que algunos han suplicado específicamente por la determinación del sexo del niño a capricho, es decir, han pedido que sea niño o niña y no se sabe si ha sido simple coincidencia o un auténtico milagro pero se reporta un logro alcanzado.
Iemanjá es una diosa extraña, a veces inquietante. Ama a sus hijos hasta el punto de atraérselos a la fuerza. Es conocido el caso de una hija que le era particularmente fiel. El mar la obsesionaba. Lo soñaba a veces por la noche. Se despertaba sobresaltada y llorando decía a su marido: "Mi Madre me llama, debo ir allí". No podía pasearse al lado de la playa sin sentir el deseo de bañarse. Un día desapareció. En su cama había una carta escrita para su marido, decía así: "la llamada se hizo demasiado fuerte. Mi Madre me reclama a su lado. No puedo resistir más. Voy a nadar hasta alta mar para encontrarla". Sin embargo, yo he observado son personas con fuerte fobia al mar, reportan sentirse atraídas hacia el interior y al contemplarlo, especialmente durante el atardecer y noche les entra una angustia horrible porque se ven lanzándose hacia el mar y sumergiéndose; honestamente, no he podido develar nunca este misterio, sólo alego que ante tal circunstancia por prevención es mejor tener muy bien asegurada a estas mujeres (sólo lo he sabido de mujeres, nunca de hombres).
No me considero un experto en Iemanjá, he tenido menos envolvimiento con ella que con los típicos guerreros tanto masculinos como femeninos. Pero sí he tenido la oportunidad de conocer y reconocer sus cualidades; tratándose de una energía muy suave, muy dulce, es como una caricia de emotividad que te traslada a la orilla de una playa más o menos calma, donde la brisa es óptima y las olas se escuchan pero sin agresividad, es una sensación muy bonita y dulce que en momentos de angustia es muy oportuna, pues produce serenidad, paz, consuelo. Es una energía muy maternal, se parece mucho a lo experimentado cuando brinda homenaje a María, nada más que está ausente la nostalgia. Cuando te envuelve es un giro extremadamente lento y sutil, y literalmente el caballo o médium se convierte en una especie de ola que emula a una especie de sirena casi estática. Son todas las manifestaciones anímicas y sensitivas típicas, por eso ante momentos de angustia y soledad, es una de las opciones para pedir y para cantar, pues cuando se acerca esa irradiación energética hay un efecto sedativo inmediato. Por eso se le considera Orixá par ideal que compensa la naturaleza de Ogum, pues lo puede serenar y apaciguar de una manera distinta a otro Orixá que comparte dominios con Iemanjá que es Oxum, que se ocupa de los mismos efectos pero de maneras distintas en fases distintas.
Como es tradicionalmente acostumbrado aquí, voy a exhibir una síntesis arquetípica de lo que es su influencia anímica, corporal y propensiones energéticas más comunes.
Los hijos de ella, por ser ella el vientre de la Creación, normalmente sus hijas tienen una naturaleza muy maternal. Aquella que transmite a todos bondad, confianza, es gran consejera (en la madurez) y madre.
Tanto hombres como mujeres son en la mayoría de las veces de cuerpo delicado, bonitos (cuerpos esbeltos y delgados), de trazos finos, no muy gordos ni altos, pero poseen belleza acentuada. Reflejan limpieza. Son hogareñas y gustan del confort.
Se comportan gentilmente con todos, saben perdonar y comprender los errores de las personas con quienes se relacionan. Con el cónyuge, con los hijos y los parientes ceden bastante, pues hacen todo para mantener el ambiente familiar en paz.
Trabajan diligentemente, pero sin prisa, siguiendo una rutina diaria constante. Siguen las tradiciones, los patrones ya fijados por la sociedad sin pensar en alterarlos. Sus acciones son previsibles, quien convive con ese hijo sabe exactamente lo que él hará en esta o aquella situación. Pero a pesar de eso es agradable estar en su compañía, pues él no acumula las situaciones. Su estado de ánimo es variable, sus oscilaciones son sutiles, es necesario observar bien para ver cómo ocurren a todo instante porque en verdad cambia tanto como la luna y los mares, sólo que procura mantener un comportamiento externo igual, cuando consigue, para que los otros no oscilen junto con él o ella.
Este hijo consigue lo que quiere sin alboroto, no usa la fuerza o violencia para intimidar a los otros. La fe, la generosidad y la simpatía son armas que usa para alcanzar sus propósitos. Son más maternales con sus afectos de lo que sensuales. Cuando se enamoran usan el raciocinio y reflexión para vivir este momento equilibradamente. Su sensibilidad artística es grande.
Cuando no se envuelve directamente con el mundo de las artes de apreciarlas. El amor al hogar y al lugar de donde viene hace que siempre vuelvan de viajes, nostálgicos y felices.
La futilidad y la superficialidad de las apariencias son defectos que cuando ocurren perjudican su vida financiera. Gustan de objetos caros y de poca utilidad.
Socialmente muy admirado y su compañía es afable y tranquila, cortés con todos, tienen amigos que conserva a través de los años. No acostumbran abrir la boca para agredir ni para hablar mal de otros. Es buen oyente y acostumbra dar consejos equilibrados.
Cuando son llamados a resolver casos conflictivos normalmente tiene decisiones acertadas. El celo que el hijo de Iemanjá tiene de sus cosas es grande, pero no se manifiesta agresivamente. La limpieza, el confort y la seguridad del hogar son muy importantes, la mujer de Iemanjá vive preocupada por la higiene de la casa llegando a algunos casos al fanatismo, ya el hombre necesita tener en su casa un ambiente armónico sin escándalo.
Para cautivar un hijo de Iemanjá el primer camino es elogiarlo, ellos gustan de eso, pues son inseguros de sus cualidades. La aprobación y el apoyo hacen que ellos se sientan estimulados.
Uno de sus defectos es tener teoría de fraternidad que él mismo no practica, pues aunque defienda un mundo donde todos se dan las manos y trabajan por un objetivo común, él mismo es egoísta y preocupado de más por sus problemas personales.
Su intuición acentuada aliada a dones mediúmnicos puede ser fuente de desarrollo espiritual que conducirá a la iluminación. Muchas veces sin percibir lo que dicen consiguen prever hechos, pero también son impresionables y pueden asustarse cuando perciben su mediumnidad, en estos casos necesitan de orientación segura y firme para desarrollarse de forma sana y correcta, ya que pueden ser víctimas de charlatanismo.
Sus defectos son la inconstancia, la indecisión, el desánimo, la intriga que deben ser combatidos con sus cualidades más vibrantes como la amistad, la paz, la imparcialidad, la sociabilidad, diplomacia.
Ellos gustan de vivir en un mundo de imaginación. Aprecian estar sentados a veces por horas dejando la mente divagar. En este momento crean ilusiones románticas, ideas que satisfacen sus anhelos profundos. Si consiguen usar la imaginación como ejercicio de visualización que los conduzca al camino del progreso personal conseguirán concretar sus amores y éxitos profesionales.
Ahora esto se volverá un problema si él comienza a satisfacerse apenas con los momentos en que divagan.
En el amor y matrimonio pueden ser comprensivos, armoniosos, pacientes, afectuosos e idealistas. Su naturaleza ardiente es controlada y la apariencia no siempre traduce lo que hay en lo íntimo; la calma y el equilibrio muchas veces parece poca pasión. La búsqueda constante de la armonía define el tipo de relación que el hijo procura, pero cuando encuentra a alguien que le parece perfecto él acostumbra vacilar.
La sonrisa es seductora, sus palabras cautivan, su dulzura aprisiona. Cuando ellos quieren conquistar nada es hecho de forma común. Sus argumentos son usados con arte, sus trucos son sutiles y su atracción es natural.
Las leyendas dicen que Iemanjá seducía a los pescadores y los lleva al fondo del mar.
Sus hijos son prácticamente irresistibles y preocupados en agradar a sus parejas. Sin embargo, fallan en no percibir cuáles son las reales necesidades íntimas de sus parejas, ellos no tienen el poder de análisis del hijo de otros Orixás, se engañan en cuanto a lo que es importante y toman decisiones equivocadas por falta de percepción.
Cuando son jóvenes sus hijos son enamoradores, confunden amor con amistad, les lleva un tiempo decir que se engañó en relación a sus propios sentimientos. Los corazones partidos que Iemanjá deja por el camino son difíciles de arreglar.
El hijo de Iemanjá no es voluble aunque tenga interés vivo por cualquier mujer bella, es comodista y una vez ha encontrado su pareja será con facilidad mantenido lejos de tentaciones.
La hija de Iemanjá se tiene que cuidar, pues es víctima de conquistadores mal intencionados, ella es confiada e ingenua en la juventud y se deja iludir con facilidad. Más tarde será ella la que gustará de conquistar y fascinar a los hombres. Cuando se casa acostumbra ser fiel, pero conviene a su marido procurar agradarla constantemente, pues ella será objetivo del deseo de otros hombres, a los cuales no incentivará de forma alguna.
El deseo de asociación se debe a la necesidad de tener a alguien para compartir la vida, pero la elección debe ser cuidadosa, pues la tendencia de ceder de modo a mantener la paz y la armonía a cualquier costo puede acabar colocando el matrimonio en una situación restrictiva.
En la parte financiera y laboral donde el hijo podrá conseguir una aplicación correcta de sus talentos es la psicología, estética facial y corporal, las artes en general, el trabajo con líquidos, los viajes.
En cualquier actividad este hijo tendrá percepción que le permitirá introducir nuevos métodos y proporcionar una perspectiva renovadora al trabajo, pero en las actividades descritas él tendrá más oportunidad de éxito.
Idealista, se envuelve en proyectos futuristas. Felizmente tiene aptitud para visualizar algo en que pueda crear circunstancias ideales de realización. La aplicación práctica vuelve sus concepciones buena fuente de rienda.
Las cualidades creativas son el punto de partida que este hijo necesita para posicionarse, nada que lo haga seguir reglas impuestas le irá a proporcionar satisfacción profesional. Diplomático, una posición que lo obligue a estar constantemente tomando decisiones rápidas irá a agotarlo, necesita de situaciones en que pueda elaborar sus pensamientos con calma; el silencio en que se coloca en esta hora es señal de que está planificando. Él necesita de tiempo para llegar a una decisión final que considere lógica y sensata, en este proceso, es común pedir opinión a otras personas, incluso las no envueltas en el asunto, pues tomará en consideración los comentarios antes de decidirse finalmente.
El trabajo en equipo agrada mucho a este hijo, él gusta de ver a varias personas actuando por un objetivo común. Eso lo incentiva a producir. En estos momentos surgirán sus cualidades de liderazgo y sus dotes diplomáticos, su tacto con las personas, su juicio claro y sensato.
La mujer hija de Iemanjá que trabaja mantiene su gracia y encanto, pero es firme y no se deja iludir. No es fácil obtener ventaja con ella.
La fama de la decisión del hijo de Iemanjá es famosa, esa fama será descrita en varios arquetipos, pero el hijo no acostumbra a concordar con esta fama, al final, estará pesando los pro y los contras, y si usted piensa muy lentamente el problema será sólo suyo, pues cuando él resuelve reaccionar será eficiente y decidido, consiguiendo superar y mucho sus concurrentes.
Básicamente una sopa de letras. Ojalá fuese tan simple, pero no es así. Lo que sí tienen constante es la sensibilidad, al fin y al cabo, son más receptivos a la influencia lunar y adquieren su perfil arquetípico en el campo anímico. Los hombres casi siempre han sido personas muy delicadas, te tratan bien, sutiles, muy aseados, de conducta muy regulada y recatada, todavía no sé si todos son homosexuales ya que por su manera delicada de proceder da la apariencia de ser afeminado, y la mujer hace honor a sus atributos de madre posesiva, de rasgos muy bonitos, magnetismo atrayente, delicadeza física y un cierto brillo en la cara, también tienen un buen trato. Es lo más común que he observado, de lo demás, es circunstancial y sujeto a muchos factores terrenos y espirituales.
Les voy a dejar unos puntos cantados para que se envuelvan un poco y descubran esa sabrosura de la bahía de canto dulce y melodioso que encanta, consiente y consuela.
Oración
"Oh reina de las aguas, grande es tu poder, tu fuerza y tu luz, grande es tu amor por tus hijos, como es la sabiduría con la que gobiernas desde los océanos y mares. Haz que llegue a ti mi pedido, y hazme los favores de alejar de mi rumbo a mis enemigos, y ahogar en mí a mis temores. Que nunca llegue a mi hogar la tristeza, ni la pobreza, ni entren los rencores y pesares. Que solo sea tu grandeza la mayor riqueza que me dispensares, Salve Iemanjá, Yemanyá, doña Yanaina, cualquiera fuere tu nombre, cualquiera las playas y costas que tus aguas besaren. Cualquiera el ritmo incesante de tus olas, de tus mares, Mi fe en ti deposito como parte de la creación de Dios en la tierra y es por eso que te pido y sé que mi ruego será atendido si es justo y por mí bien merecido."
Galería
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.