Durante la noche del 24 y primeras horas del 25 de Diciembre se estará celebrando a nivel internacional en la religión Umbanda la festividad en honor al Orixá Oxalá, deidad que en el panteón yoruba representa la paz y es responsable por la Creación del mundo y el ser humano. Él ha sido sincretizado con el pilar que da fundamento a la moral umbandista y que encarna las cualidades divinas del Orixá, Jesús de Nazaret.
Considero que entre los Orixás con festividad en el calendario umbandista este vendría a ser el que con mayor dificultad intentaría describir en cuanto a sus cualidades, virtudes e influencia multifacética debido a que es un Orixá asociado a las virtudes más elevadas y cuya energía, si bien es la más anhelada, es también la menos presente en nuestro día a día pero que gracias a Dios y a través de la homología podemos estudiarla a través de las figuras físicas e históricas que en criterios humanos nos ejemplificaron dichas virtudes. Podemos referir en general a muchos santos pero entre todos ellos, fue Jesús el que se halló en la condición de prodigio y que por tal motivo fue considerado encarnación de Dios.
No voy a describirlo mucho. En su lugar traduciré lo que en la red (Wikipedia ya que tiene información impecable) podemos hallar debido a que no encuentro palabras mías para describirlo, no he recorrido un camino de paz y me he mantenido en plena sintonía con él salvo en los momentos de procura de paz y serenidad, por tal motivo lo comprendo en la experiencia personal pero no he filosofado al respecto de cómo y dónde corresponderlo adecuadamente con lo externo a fin de acercarlo adecuadamente a las personas. Entre lo que identifique como lo más correcto a fin de disociar el elemento africano y asociaciones supersticiosas y equivocadas que han proliferado de sincretismos compulsivos que en las décadas anteriores han proliferado dentro de la religión.
Etimología
Oxalá es la grafía de dos palabras homónimas de la lengua portuguesa, una de origen árabe, que viene de la expresión árabe “in sha’ Allaah”, cuyo significado es “si Dios quisiera”, que es utilizado como interjección para expresar el deseo que algo ocurra. Es sinónimo de “tomará” o “Dios quiera”. La otra palabra viene del yoruba Òrìsànlá, nombre del también conocido como Obatalá.
Arquetipo
Las personas de Oxalá son calmadas, responsables, reservadas y de mucha confianza. Rechazan la violencia en todas sus formas. Sus ideales son llevadas hasta el fin, incluso si todas las personas están en contra de sus opiniones y proyectos. Les gusta dominar y liderar personas. Son muy dedicados, caprichosos, manteniendo todo siempre bonito, limpio, con belleza y cariño. Respetan a todos pero exigen ser respetados. Perdonan fácilmente (lo opuesto que muchos Orixás como Ogum u Obaluaié), saben ver que los sentimientos negativos sólo atrasan. Saben conquista con su jeitinho elegante y sincero. Son calmados y dóciles, andan con postura recta, que representa su natural elegancia. Tienen gustos y aprecian un buen vino. Son extremadamente tercos y orgullosos. Por otro lado, les gusta mucho trabajar y ayudar a los necesitados, son muchas veces defensores de los que padecen de injusticia, de los débiles y de los oprimidos. Piensan mucho, y evalúan metódicamente cada situación, cuando se desaniman, no hay que los haga regresar atrás. Son excelentes padres de familia y líderes natos.
Los hijos de Oxalá son personas literalmente tranquilas, literalmente equilibradas. El psicológico de sus hijos es que son personas calmadas y reinantes, pero debemos observar que por lo menos en Brasil, Oxalá se subdivide en Oxaguian, que es el Oxalá joven y Oxalufan que es el Oxalá viejo y las características de uno y de otro son generalmente diferentes. Sin embargo, ambos son respetados y adorados como Oxalá, y consecuentemente tienen algo en común en sus temperamentos, la formación de la personalidad de los hijos de Oxaguian y de Oxalufan, en verdad comienza en la infancia y de la misma manera y variando, se va fijando con el pasar del tiempo.
Como amantes son tiernos e inconstantes, más, son los mejores líderes de familia, los mejores jefes de familia que existen, por la forma de conducirse y con certeza el equilibrio emocional es el punto referencial de los hijos de este Orixá. Negativamente son individuos de gran impaciencia, lentos, meticulosos, reaccionarios, metódicos y exclusivistas. De hecho, en lo radical de su influencia hallamos el origen al preconcepto estereotipado en la pureza y perfección, la persona que censura el más ingenuo de los defectos.
Los regidos por Oxalá son personas que reclaman mucho, pues, creen ciegamente que son los dueños de la verdad y de la pura sabiduría. Son también un poco egocéntricos y normalmente dueños de un gran celo, incluso de aquello que no les pertenece. Negativamente a pesar de ser considerado un Orixá viejo, los hijos de Oxalá son personas muy activas y participantes, personas que se apegan fácilmente a todo y a todos y espera en un sueño dorado resolver los problemas del mundo. Son interesadas, amigas, soñadoras y hasta arrojadas, calmadas y serenas, escrupulosas y muy honestas. Como amantes son ardientes a pesar de no ser muy felices en el campo sentimental, hacen lo posible para encenderse sexualmente, lo que difícilmente ocurre, pues, debido a la fuerte carga de energía de pacificación, de pureza, acaban muchas veces huyendo de los hábitos normales del sexo. Como profesionales son destacados por el enorme sentido de responsabilidad y liderazgo que cargan dentro del culto, siempre se destacan por la seriedad, por la delicadeza. Negativamente son volubles, fútiles y de sensibilidad exagerada.
No se contentan nunca con aquello que tienen y con certeza están siempre entrando en choque con las personas, viven reclamando de la vida, gustan de “un dicho dice” y tienen un fuerte poder de hechizamiento. Normalmente cuando son amigos se saca todo de él, sin embargo, cuando son enemigos, implacables en los deseos de venganza, maduran poco a poco una venganza y cuando menos se espera la casa se cae. Pero el lado positivo de estos es que en el general son personas bien quietas. Personas siempre bienvenidas, pues, están siempre prontas a participar de fundamentos, por estar siempre incluso que no quieran, en estado de pureza, en estado de corazón abierto. Personas que son incapaces a veces de criticar, de señalar un defecto en aquellos que ellos incurren. Cuando ellos no pueden ayudar, tampoco estorban, por eso esas personas son muy bienvenidas a las casas del axé, son muy bienvenidas para cargos de santo, muy bienvenidas para ayudar.
Saben cómo lidiar con todo tipo de gente. No soportan las injusticias y, para ver a una persona recibiendo lo que le es derecho, lucha como si el problema fuese suyo. No acostumbran tener enemigos ni ser envidiadas, porque son personas humildes que hacen cuestión de vivir de manera simple, independiente de sus condiciones financieras. Es difícil verlos nerviosos, pero cuando pierden la cabeza, el mundo se acaba. No miran hacia dónde lanzan los dardos envenenados, quieren la verdad y la solución.
En el amor son tímidos y sufren por eso. Hasta encontrar a alguien que esté dispuesto a sumergirse en los misterios de su corazón, sufren con la soledad. No se enamoran mucho y, cuando se apasionan, actúan como si fuese para siempre. Todavía temprano, acaban encontrando su amor verdadero y acostumbran vivir con él hasta el fin de su vida. Como pocos, saben usar sus poderes de seducción y su romanticismo para mantener encendida la llama de la pasión. Todas las veces que surgen problemas, usan el diálogo como una forma de reconciliación. Jamás usan palabras ásperas o vulgares, por más nerviosas que estén y saben que su sinceridad es su punto fuerte. Cuando tienen hijos, se transforman en una persona mejor aún.
Acostumbran ser exitosos en trabajos que objetivan el bien de muchas personas. No consiguen apenas ganar dinero. Cuando eso ocurre en la edad madura, acostumbran donar todo a una causa social.
Influenciados por Oxalá, generalmente, se vuelve grandes educadores, capaz de llevar a un grupo a transformar la vida para mejor. Pueden acabar en cargos del gobierno como diplomáticos, por saber lidiar con lo diferente. Como también poseen gran talento artístico, pueden destacarse y realizarse como escritores. La inteligencia es siempre muy solicitada, lo que lo empuja siempre a estar haciendo nuevos cursos y asumiendo cargos cada vez mayores donde trabaja. Necesita analizar siempre si es lo que desea, porque corre el riesgo de estresarse, caer enfermo y descubrir que todo lo que vivió no valió la pena. Con calma, sabrá cómo vencer en la vida sin mayores problemas y llegar mucho más allá de lo que imaginó.
La salud no es de las mejores, principalmente porque, muchas veces, no consigue comprender las injusticias sociales y que nada puede hacer. Eso acaba haciendo que sufran gastritis y hasta desarrolle una ulcera. Tiene tendencias a la circulación deficiente y problemas en los riñones y problemas de visión también. Es necesario buscar maneras de relajarse, no sólo con relación al cuerpo.
Ellos tienen una gran tendencia para la testarudez pero que no deriva en violencia, cosa que Oxalá detesta, y cuando están en fase serena, se relacionan en su medio con responsabilidad, equilibrio y respeto. Amables, prestos y espiritualistas, son capaces de resolver los mayores problemas con gran sabiduría, por otro lado, algunas veces se vuelven callados, temperamentales y capaces de una agilidad sobrehumana. Aún así, ostentan una personalidad majestuosa y altiva. Son aglutinadores y centralizadores, aunque parezcan viejos desde la más tierna edad.
Y entonces, ¿por qué no tenemos el mundo llenos de Oxalá a través de sus hijos? Ja, ja, ja… Sería maravilloso que contemplando los arquetipos de cada Orixá pudiésemos decir que de manera estática y pura, los propios regidos por estas energías emulasen estos grandiosos estereotipos, no obstante, depende de la sintonía y condiciones del propio individuo el poder corresponder adecuadamente a las virtudes del Orixá. La energía existe sobre él e influye desde el inconsciente, no obstante, los defectos y tendencias a la imperfección pueden predominar en el sujeto y camuflar la alma mater que le otorga bendiciones desde lo abstracto de su misterio.
La verdad es que no. Es necesario, en realidad, que cada quien se esfuerce y sintonice, se ponga en armonía con su Orixá haciéndose capaz de emular sus virtudes y orientarse hacia lo positivo.
Oxalá está reflejado en especial en el Espíritu de los religiosos dedicados a la fe compasiva como sucede con muchos sacerdotes católicos cuyo carácter flemático y sumiso les confiere virtuosa capacidad de hablar con calma, mantenerse serenos en situaciones angustiosas y constantemente estar mejorando para dedicarse en mejor calidad a su servicio religioso. Entre los ciudadanos comunes es difícil hallarlo predominante, pero se puede rasguñar en el pastizal a la procura de conseguir 1 ejemplar que sea lo bastante calmo.
Su expresión es posible en la totalidad de los individuos pero son los más virtuosos y cercanos a Dios los que hacen énfasis en lo más positivo que él aporta a quien lo sintoniza y se envuelve con él.
Más allá de ofrecer una vela de color blanca en señal de ofrenda, Oxalá es símbolo de reflexión y estudio, de progreso y caridad. Es el propio proceso de santificación y sus herramientas que hasta la fecha, religiones como la católica, colocan al acceso del hombre para su rectificación y encaminamiento hacia Dios. ¡Epao Babá Oxalá! Y para los cristianos y no cristianos ¡que tengan unas felices navidades!
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.