Síndrome de la mediumnidad reprimida
Este es un término usado por primera vez por José Lacerda; creador de la apometría. Y entre sus diversas explicaciones sobre asuntos relativos y mediumnidad, obsesión espiritual y otros asuntos relacionados, hay el síndrome de la mediumnidad reprimida, que trae al tema posibles causas para personas que están en pleno afloramiento mediúmnico y se niega u odia un desarrollo de sus facultades manifestadas. Vamos a intentar entender de lo que se trata.
La mediumnidad puede eclosionar independiente de condiciones sociales y de edad, o credo religioso. El despertar mediúmnico es diferente e individual para cada uno. Esto quiere decir que cada uno va a sentir y tener efectos diferentes de los más sutiles, a los más gritones. Mediumnidad mientras facultad natural puede surgir en sus variantes de tipos de modalidades a cualquier momento de la vida de un individuo. Desde pequeños cambios de humor a la visión y trances repentinos mediúmnicos.
Para algunas personas esta facultad se manifiesta de forma muy agresiva y descontrolada pudiendo traer graves desarreglos para la vida del médium, desde materiales a emocionales con crisis de “locuras aparentes”, depresión severa, agresividad, y fobia que pueden generar varios trastornos en lo cotidiano y vida social del médium. Es común en una eclosión más violenta y ostensiva, con varias facultades surgiendo al mismo tiempo. Es decir, la persona pasa a ver, oír, tener trances, súbitos deseos incontrolables de escribir, muchas veces al leer lo que escribió, se sorprende con ideas que no hacen parte de su naturaleza o en la mayoría de los casos este afloramiento comienza de forma sutil y casi imperceptible. Con sueños frecuentes, proceso de depresión profunda, sentimiento de vacío, soledad, abandono, baja estima, desanimo por la vida, fuertes inestabilidades emocionales, ideas extrañas que lo conducen a decir y hacer ciertas cosas, crisis de llanto repentino o euforia. Exceso de sueño, o insomnio, alteraciones de peso y postración…, entre varios otros indicios.
Muchas veces cuando la mediumnidad eclosiona en nosotros, somos celosamente conducidos “invisiblemente” por nuestros hermanos espirituales a encontrar siembras espirituales. Lo que infelizmente en muchas creencias es visto como “cobranza de santo” o “paliza de santo”, como si estuviésemos debiendo a Dios y el pagamiento es cobrado por guías espirituales haciéndonos sentir tales síntomas. Lo que es un gran e ignorante equivoco. Estos efectos cuando están relacionados a la mediumnidad, es algo natural, consecuente de su eclosión y falta de educación y equilibrio en el campo energético y no por castigo divino. Pero muchas personas al constatar tratarse de mediumnidad, ignoran totalmente sus facultades. Muchas veces por pre-concepto por ideas falsas ancladas en creencias sin fundamento, credo religioso, y por no querer tener sus vidas modificadas por un compromiso doctrinario y religioso que envolvería un futuro trabajo dentro de siembras espirituales.
Bueno, no es el objetivo de este material, convencer a nadie a desarrollar o estar tratando sus capacidades mediúmnicas en centros espirituales, haya vista que todos somos dotados de libre albedrio para escoger lo que queremos o no en nuestras vidas, pero sin relatar hechos.
Infelizmente, la mediumnidad no viene con ningún botón de enciende-apaga. No hay nada a ser hecho que va a retirar la facultad, sea cual fuera, de quien es médium. Nadie deja de ser médium y lo somos 24 horas del día. Esto implica que somos más abiertos y receptivos a contraer todos los tipos de energías. Somos los espíritus perturbados; un punto de luz en un camino oscuro. A los médiums que poseen una carga más de magnetismo y ectoplasma; los médiums de cura y materializaciones, son más “atractivos” a espíritus que vampirizan estas energías. Exceso de energías acumuladas, acaban obstruyendo nuestros puntos de fuerza, pudiendo acarrear una serie de perturbaciones y en casos graves, hasta males físicos. Personas con un movimiento mayor de energías como los médiums, pueden propiciar mayor acumulo en puntos de salidas de energías.
Pero ¿qué es el síndrome de la mediumnidad reprimida?
Son los efectos nocivos que podemos contraer cuando ignoramos la manifestación de nuestras capacidades mediúmnicas, sean conscientes o inconscientemente. Como vimos arriba sobre los síntomas mediúmnicos, podemos percibir lo cuán es estrecha la relación entre la mediumnidad y nuestra propia organización física. Y por cuenta de eso, muchos males de orden físico, emocional y psicológico pueden manifestarse, incluyendo un asedio mayor por parte de los espíritus perturbados, por pensar que podemos de alguna forma ayudarlos o simplemente se sienten mejor estando a nuestro alrededor. Pues, a pesar de no saber, es nuestro magnetismo que resuena más fuerte que el de las demás personas, causándoles, un efecto de comodidad y seguridad. Más allá de eso, cuando los efectos de desequilibrio se instalan, podemos entrar en estados psíquicos y emocionales negativos que atrae espíritus de la misma sintonía. Como dicho, la intensidad de esta eclosión es variable conforme cada uno. En casos más severos pueden causar serios disturbios de orden psicológico pudiendo ocasionar un mal psíquico. Pero será si la persona conservara malos hábitos y fuera de dudosa índole moral, tener vicios como el alcohol, cigarro, tranquilizantes o drogas, tener sintonía con lugares de baja vibración como moteles, burdeles, bailes y músicas que incitan la violencia y la lujuria, etc.
Tales locales están repletos de espíritus que vibran en una faja muy vampirizante, donde aprovechan para chupar y complacerse al lado de los encarnados en sus actos de vicios, violencia y lujuria sexual. Y cuando estamos con una mediumnidad abierta y descontrolada, es un peligro al bienestar y equilibrio de quien está pasando por el problema de la mediumnidad reprimida.
Vale recordar también que muchos casos donde pueda parecer tratarse de un afloramiento mediúmnico, no pasan de asedios espirituales y obsesiones. Donde tratándose el problema, se cesan los efectos, sin precisar de un tratamiento para desenvolvimiento de capacidades mediúmnicas. Pero para evaluar todo esto, es preciso procurar ayuda en los vehículos competentes que hagan una consulta y oriente y esclarezca al individuo a sus necesidades para su mejoría y reequilibrio.
Ana Araújo
La mediumnidad puede eclosionar independiente de condiciones sociales y de edad, o credo religioso. El despertar mediúmnico es diferente e individual para cada uno. Esto quiere decir que cada uno va a sentir y tener efectos diferentes de los más sutiles, a los más gritones. Mediumnidad mientras facultad natural puede surgir en sus variantes de tipos de modalidades a cualquier momento de la vida de un individuo. Desde pequeños cambios de humor a la visión y trances repentinos mediúmnicos.
Para algunas personas esta facultad se manifiesta de forma muy agresiva y descontrolada pudiendo traer graves desarreglos para la vida del médium, desde materiales a emocionales con crisis de “locuras aparentes”, depresión severa, agresividad, y fobia que pueden generar varios trastornos en lo cotidiano y vida social del médium. Es común en una eclosión más violenta y ostensiva, con varias facultades surgiendo al mismo tiempo. Es decir, la persona pasa a ver, oír, tener trances, súbitos deseos incontrolables de escribir, muchas veces al leer lo que escribió, se sorprende con ideas que no hacen parte de su naturaleza o en la mayoría de los casos este afloramiento comienza de forma sutil y casi imperceptible. Con sueños frecuentes, proceso de depresión profunda, sentimiento de vacío, soledad, abandono, baja estima, desanimo por la vida, fuertes inestabilidades emocionales, ideas extrañas que lo conducen a decir y hacer ciertas cosas, crisis de llanto repentino o euforia. Exceso de sueño, o insomnio, alteraciones de peso y postración…, entre varios otros indicios.
Muchas veces cuando la mediumnidad eclosiona en nosotros, somos celosamente conducidos “invisiblemente” por nuestros hermanos espirituales a encontrar siembras espirituales. Lo que infelizmente en muchas creencias es visto como “cobranza de santo” o “paliza de santo”, como si estuviésemos debiendo a Dios y el pagamiento es cobrado por guías espirituales haciéndonos sentir tales síntomas. Lo que es un gran e ignorante equivoco. Estos efectos cuando están relacionados a la mediumnidad, es algo natural, consecuente de su eclosión y falta de educación y equilibrio en el campo energético y no por castigo divino. Pero muchas personas al constatar tratarse de mediumnidad, ignoran totalmente sus facultades. Muchas veces por pre-concepto por ideas falsas ancladas en creencias sin fundamento, credo religioso, y por no querer tener sus vidas modificadas por un compromiso doctrinario y religioso que envolvería un futuro trabajo dentro de siembras espirituales.
Bueno, no es el objetivo de este material, convencer a nadie a desarrollar o estar tratando sus capacidades mediúmnicas en centros espirituales, haya vista que todos somos dotados de libre albedrio para escoger lo que queremos o no en nuestras vidas, pero sin relatar hechos.
Infelizmente, la mediumnidad no viene con ningún botón de enciende-apaga. No hay nada a ser hecho que va a retirar la facultad, sea cual fuera, de quien es médium. Nadie deja de ser médium y lo somos 24 horas del día. Esto implica que somos más abiertos y receptivos a contraer todos los tipos de energías. Somos los espíritus perturbados; un punto de luz en un camino oscuro. A los médiums que poseen una carga más de magnetismo y ectoplasma; los médiums de cura y materializaciones, son más “atractivos” a espíritus que vampirizan estas energías. Exceso de energías acumuladas, acaban obstruyendo nuestros puntos de fuerza, pudiendo acarrear una serie de perturbaciones y en casos graves, hasta males físicos. Personas con un movimiento mayor de energías como los médiums, pueden propiciar mayor acumulo en puntos de salidas de energías.
Pero ¿qué es el síndrome de la mediumnidad reprimida?
Son los efectos nocivos que podemos contraer cuando ignoramos la manifestación de nuestras capacidades mediúmnicas, sean conscientes o inconscientemente. Como vimos arriba sobre los síntomas mediúmnicos, podemos percibir lo cuán es estrecha la relación entre la mediumnidad y nuestra propia organización física. Y por cuenta de eso, muchos males de orden físico, emocional y psicológico pueden manifestarse, incluyendo un asedio mayor por parte de los espíritus perturbados, por pensar que podemos de alguna forma ayudarlos o simplemente se sienten mejor estando a nuestro alrededor. Pues, a pesar de no saber, es nuestro magnetismo que resuena más fuerte que el de las demás personas, causándoles, un efecto de comodidad y seguridad. Más allá de eso, cuando los efectos de desequilibrio se instalan, podemos entrar en estados psíquicos y emocionales negativos que atrae espíritus de la misma sintonía. Como dicho, la intensidad de esta eclosión es variable conforme cada uno. En casos más severos pueden causar serios disturbios de orden psicológico pudiendo ocasionar un mal psíquico. Pero será si la persona conservara malos hábitos y fuera de dudosa índole moral, tener vicios como el alcohol, cigarro, tranquilizantes o drogas, tener sintonía con lugares de baja vibración como moteles, burdeles, bailes y músicas que incitan la violencia y la lujuria, etc.
Tales locales están repletos de espíritus que vibran en una faja muy vampirizante, donde aprovechan para chupar y complacerse al lado de los encarnados en sus actos de vicios, violencia y lujuria sexual. Y cuando estamos con una mediumnidad abierta y descontrolada, es un peligro al bienestar y equilibrio de quien está pasando por el problema de la mediumnidad reprimida.
Vale recordar también que muchos casos donde pueda parecer tratarse de un afloramiento mediúmnico, no pasan de asedios espirituales y obsesiones. Donde tratándose el problema, se cesan los efectos, sin precisar de un tratamiento para desenvolvimiento de capacidades mediúmnicas. Pero para evaluar todo esto, es preciso procurar ayuda en los vehículos competentes que hagan una consulta y oriente y esclarezca al individuo a sus necesidades para su mejoría y reequilibrio.
Ana Araújo
Última edición por Alianza Naiguatá el Jue Nov 17, 2016 11:45 pm, editado 1 vez
_________________
«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.