Soluciones simples
Pai Joao de Aruanda
¿Para qué llorar?
¿Por qué lamentarse?
El tiempo que usted gasta derramando lagrimas es el mismo que usted ganaría construyendo algo de positivo en su vida.
Usted termina ahí llorando y reclamando, disfrutando rabia y dolor y ¿al menos sabe que usted es el mayor perjudicado? Primeramente, pierde un tiempo muy precioso con todo este lloriqueo, después, hijo mío, usted pasa por aburrido y débil frente de aquellos que elige para oír sus dolores. ¿Y después? Bien, así lamentándose, pierde la oportunidad de dar la vuelta por encima y hacer alguna cosa realmente buena de su vida.
Su hígado funciona mal; usted pierde la noche de sueño haciendo terapia con la almohada y, al despertar, termina feo, con ojeras y de mal humor. Descubre entonces que sus problemas continúan, los mismos de antes y que perdió la noche en vano.
Por eso, hijo, pare con esa situación ahora mismo y arranque de usted esa rabia. Vomite ese odio y rencor, angustia y lamentación. No permanezca más tiempo agasajando dolor.
Si usted resuelve ahora identificar la causa de tanta angustia, lloro y reclamación, apuesto que no conseguirá saber más la razón. Es que usted está acostumbrado a hacer tempestad en un vaso de agua. Cuidado, hay gente que se ahoga en sus propias lágrimas.
Levante la cabeza y tome una decisión inteligente. Actúa con sabiduría. Usted es hijo de Dios y hermano de Nuestro Señor Jesucristo. Tiene una vida entera por el frente aguardando a usted, para ser vivida con calidad. No pierda tiempo con lamentaciones… ¡Levántese y ande! Jesús espera a usted para transformar el mundo en un lugar mucho mejor, comenzando en usted mismo.
En general, la energía que se emplea para derramar lágrimas de lamentación es la misma que usted invierte cuando auxilia al prójimo. Piense en esto, hijo mío, y vaya hacia adelante. La felicidad aguarda por usted.
Del libro: sabiduría de Preto-Velho
Psicografia de Robson Pinheiro, por el espíritu de Joao Cobú (Pai Joao de Aruanda)
Hoy desperté y leí este mensaje muy bonito que fue dictado por un espíritu que se presenta como Pai Joao. Decidí entonces publicarlo para que todos compartan de este mensaje que, en la verdad, es un jalón de oreja. Más allá de su carácter optimista. Es siempre bueno recordar que el nombre del espíritu es bastante característico de la Umbanda. El término “Aruanda”, remite a una colonia espiritual donde viven espíritus trabajadores comprometidos con el bien y destinados a la Luz y el atendimiento al prójimo.
Respetamos a todos nuestros hermanos, que se disponen a trabajar en cualquier falange del bien, en nombre del Cristo.
Abrazos hermanos, vayan con Dios.
Amigos de Chico Xavier
¿Para qué llorar?
¿Por qué lamentarse?
El tiempo que usted gasta derramando lagrimas es el mismo que usted ganaría construyendo algo de positivo en su vida.
Usted termina ahí llorando y reclamando, disfrutando rabia y dolor y ¿al menos sabe que usted es el mayor perjudicado? Primeramente, pierde un tiempo muy precioso con todo este lloriqueo, después, hijo mío, usted pasa por aburrido y débil frente de aquellos que elige para oír sus dolores. ¿Y después? Bien, así lamentándose, pierde la oportunidad de dar la vuelta por encima y hacer alguna cosa realmente buena de su vida.
Su hígado funciona mal; usted pierde la noche de sueño haciendo terapia con la almohada y, al despertar, termina feo, con ojeras y de mal humor. Descubre entonces que sus problemas continúan, los mismos de antes y que perdió la noche en vano.
Por eso, hijo, pare con esa situación ahora mismo y arranque de usted esa rabia. Vomite ese odio y rencor, angustia y lamentación. No permanezca más tiempo agasajando dolor.
Si usted resuelve ahora identificar la causa de tanta angustia, lloro y reclamación, apuesto que no conseguirá saber más la razón. Es que usted está acostumbrado a hacer tempestad en un vaso de agua. Cuidado, hay gente que se ahoga en sus propias lágrimas.
Levante la cabeza y tome una decisión inteligente. Actúa con sabiduría. Usted es hijo de Dios y hermano de Nuestro Señor Jesucristo. Tiene una vida entera por el frente aguardando a usted, para ser vivida con calidad. No pierda tiempo con lamentaciones… ¡Levántese y ande! Jesús espera a usted para transformar el mundo en un lugar mucho mejor, comenzando en usted mismo.
En general, la energía que se emplea para derramar lágrimas de lamentación es la misma que usted invierte cuando auxilia al prójimo. Piense en esto, hijo mío, y vaya hacia adelante. La felicidad aguarda por usted.
Del libro: sabiduría de Preto-Velho
Psicografia de Robson Pinheiro, por el espíritu de Joao Cobú (Pai Joao de Aruanda)
Hoy desperté y leí este mensaje muy bonito que fue dictado por un espíritu que se presenta como Pai Joao. Decidí entonces publicarlo para que todos compartan de este mensaje que, en la verdad, es un jalón de oreja. Más allá de su carácter optimista. Es siempre bueno recordar que el nombre del espíritu es bastante característico de la Umbanda. El término “Aruanda”, remite a una colonia espiritual donde viven espíritus trabajadores comprometidos con el bien y destinados a la Luz y el atendimiento al prójimo.
Respetamos a todos nuestros hermanos, que se disponen a trabajar en cualquier falange del bien, en nombre del Cristo.
Abrazos hermanos, vayan con Dios.
Amigos de Chico Xavier
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.