Mediumnidad: palabra y responsabilidad
Pai Pedra Roxa.
Canalizado por Géro Maita
En los días actuales nos deparamos con la mediumnidad comparada a una gran feria, donde “cada uno hace su oferta” y escoge lo que desea mayor comodidad para su necesidad, sea ella de orden física o espiritual.
El buen sentido es encubierto por la facilidad en resolverse determinada situación, nunca sobresaliendo de la “forma” con que la misma es hecha. La palabra no pasa más por el filtro de la responsabilidad, muchas veces siendo utilizada de forma profana en nombre de los sagrados Orixás acreditándose el interlocutor como porta voz de los mismos.
Usan la palabra cargada de maldad, maledicencia y acusación diciéndose “cavalo” o “médium” de guía “X” comprometiendo en la realidad el nombre sagrado de estos trabajadores de la luz e infelizmente el nombre de la Umbanda todavía tan mal comprendida.
Ofertas fantasiosas, resolución de problemas en “X” días olvidándose e irrespetando la ley de causa y efecto y comercializando lo que debería ser sagrado – “La Caridad” -, visualizando en realidad solamente intereses personales.
Felizmente la Providencia Divina actúa en el “silencio de la águila” y las “mascaras comienzan a caer”, trayendo al tono la mentira y colocando cada cuál delante de su responsabilidad, frente del “suelo que sembró”, pues la hora de la cosecha ya está anunciada.
Mediumnidad no es sinónimo de lío, miedo o amenazas. Mediumnidad es sinónimo de ESTUDIO, DISCIPLINA y BUEN SENTIDO.
La palabra casi siempre carga el espejo que tenemos dentro de nosotros, siendo así, quien amenaza, acusa y siembra mentira, cargará el peso de su responsabilidad y responderá en vida todavía por sus actos.
¡Postes no son Templos de Umbanda!
Amarres no son trabajos de caridad y sí de ilusión barata, ligados a seres inferiores.
Nadie es Dios para cambiar el destino de la vida de una persona en “X” días.
Solo se evoluciona aprendiendo y se aprende con estudio serio, fe raciocinada, caminando para el frente. Mediumnidad, no es miedo, amenaza o instinto de venganza.
¡Mediumnidad, puede ser comparada con caridad!
Espíritu no precisa de intercambios para hacer caridad, pues está es su mejor inversión.
Umbanda tiene fundamentos y es preciso preparar, completamos esta frase recordando la parábola de la puerta estrecha. Realmente para aprender los fundamentos sagrados de la Umbanda, precisamos pasar por esta puerta estrecha todos los días, luchando contra estos que se dicen “porta voces” de Orixás, pero que más nada son sino marionetas de las tinieblas, eludiendo mentes y corazones sin preparación y ambiciosos.
¡Hijos, es preciso tener una fe razonada y no ciega!
“Muchos son los llamados, pocos los escogidos…” Por qué muchos confunden la mediumnidad con “facilidad” cuando la mediumnidad encierra en sí responsabilidad, amor, caridad y renovación de espíritu…
Caboclo Pedra Roxa
Psicografiado por Géro Maita
Canalizado por Géro Maita
En los días actuales nos deparamos con la mediumnidad comparada a una gran feria, donde “cada uno hace su oferta” y escoge lo que desea mayor comodidad para su necesidad, sea ella de orden física o espiritual.
El buen sentido es encubierto por la facilidad en resolverse determinada situación, nunca sobresaliendo de la “forma” con que la misma es hecha. La palabra no pasa más por el filtro de la responsabilidad, muchas veces siendo utilizada de forma profana en nombre de los sagrados Orixás acreditándose el interlocutor como porta voz de los mismos.
Usan la palabra cargada de maldad, maledicencia y acusación diciéndose “cavalo” o “médium” de guía “X” comprometiendo en la realidad el nombre sagrado de estos trabajadores de la luz e infelizmente el nombre de la Umbanda todavía tan mal comprendida.
Ofertas fantasiosas, resolución de problemas en “X” días olvidándose e irrespetando la ley de causa y efecto y comercializando lo que debería ser sagrado – “La Caridad” -, visualizando en realidad solamente intereses personales.
Felizmente la Providencia Divina actúa en el “silencio de la águila” y las “mascaras comienzan a caer”, trayendo al tono la mentira y colocando cada cuál delante de su responsabilidad, frente del “suelo que sembró”, pues la hora de la cosecha ya está anunciada.
Mediumnidad no es sinónimo de lío, miedo o amenazas. Mediumnidad es sinónimo de ESTUDIO, DISCIPLINA y BUEN SENTIDO.
La palabra casi siempre carga el espejo que tenemos dentro de nosotros, siendo así, quien amenaza, acusa y siembra mentira, cargará el peso de su responsabilidad y responderá en vida todavía por sus actos.
¡Postes no son Templos de Umbanda!
Amarres no son trabajos de caridad y sí de ilusión barata, ligados a seres inferiores.
Nadie es Dios para cambiar el destino de la vida de una persona en “X” días.
Solo se evoluciona aprendiendo y se aprende con estudio serio, fe raciocinada, caminando para el frente. Mediumnidad, no es miedo, amenaza o instinto de venganza.
¡Mediumnidad, puede ser comparada con caridad!
Espíritu no precisa de intercambios para hacer caridad, pues está es su mejor inversión.
Umbanda tiene fundamentos y es preciso preparar, completamos esta frase recordando la parábola de la puerta estrecha. Realmente para aprender los fundamentos sagrados de la Umbanda, precisamos pasar por esta puerta estrecha todos los días, luchando contra estos que se dicen “porta voces” de Orixás, pero que más nada son sino marionetas de las tinieblas, eludiendo mentes y corazones sin preparación y ambiciosos.
¡Hijos, es preciso tener una fe razonada y no ciega!
“Muchos son los llamados, pocos los escogidos…” Por qué muchos confunden la mediumnidad con “facilidad” cuando la mediumnidad encierra en sí responsabilidad, amor, caridad y renovación de espíritu…
Caboclo Pedra Roxa
Psicografiado por Géro Maita
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.