Saludos a todos
En la formación cristiana que recibimos nos acostumbramos a usar ciertos términos de los que no sabemos mayores detalles sobre su significado, pero cuando nos tomamos un tiempo para investigarlos podemos comprender su trascendencia.
En este caso me refiero al término Amén, que proviene directamente del hebreo אמן (amen), usada originalmente en el Judaísmo y heredada al Cristianismo y al Islam como una expresión para finalizar una oración, plegaria, rezo.
La enseñanza común es que Amén significa ¡Así Sea! pero hay otro significado para el término: ¡Es Verdad!, una expresión de fe en Dios.
Ahora bien la palabra μαγεία [mageía] creada en Grecia se refiere a las prácticas espirituales de los Maguš [magush], los sacerdotes de la Antigua Religión Persa, que se conoce como Mazdeísmo en honor a su dios principal Ahura Mazda. El término Maguš proviene del término Magh que significa Tener el Poder.
En afán de solucionar problemas, de abarcar conocimientos, o de tener facultades especiales muchas personas han buscado distintos tipos de creencias y las han mezclado lo que ha llevado a crear ciertas confusiones que han terminado siendo populares y en este caso confundir la creencia en Dios con la creencia en la Magia.
El Tanaj, cuya traducción es parte de la Biblia, deja claro que Dios se opone a la adoración de otros dioses y a las prácticas de otras religiones incluidas las del Mazdeísmo por supuesto, pero lo curioso es que muchas personas que se han interesado por las prácticas mágicas y en las mezclas de conceptos terminan sus encantamientos y conjuros, diciendo Amén...
...lo que ha llevado a que muchos crean que esta afirmación de fe, sea una palabra mágica, una palabra para que las cosas pasen en un dos por tres, la clave para que aquello que se desea ocurra ya!
La llamada Magia Medieval es un sincretismo sin mayor sentido, una desesperada medida de contactar ángeles, hadas, gnomos, duendes, ogros, espíritus de difuntos, espíritus malignos, dioses, etc. para ver satisfechos los deseos; pero la expresión Amén no tiene que ver con hadas, gnomos, duendes, encantamientos, conjuros, ni con otros dioses, no tiene nada que ver con la Magia, ya sea la de los sacerdotes o la de los europeos de la Edad Media.
Para el creyente en Dios la palabra Amén no es una expresión para obtener poderes sobrenaturales, Amén es una expresión de fe en el Poder de Dios, una expresión de aceptación de que Él actúa más allá de lo que puede un humano, y que su obra maravillosa llamada Milagro es muestra de su omnipotencia.
Vale aquí señalar que hay quienes también confunden la expresión hebrea Amén con la expresión yorùbá Àṣẹ [Ashé/Aché] pero lo que desconocen que su significado real es Poder, en referencia al poder sagrado con el que Olódùmarè hizo el mundo y que concedió en distintos niveles a Òrìṣà, humanos, plantas y al resto de la creación. Esta expresión también se dice al final de los rezos y plegarias pero su connotación es muy distinta a la de Amén.
Así que hay que tener claro que Amén no es una palabra mágica.
Muchas Felicidades
Adal Cobos
_________________
"La parte más útil del aprendizaje es desaprender lo que es falso."
Antístenes.
En la formación cristiana que recibimos nos acostumbramos a usar ciertos términos de los que no sabemos mayores detalles sobre su significado, pero cuando nos tomamos un tiempo para investigarlos podemos comprender su trascendencia.
En este caso me refiero al término Amén, que proviene directamente del hebreo אמן (amen), usada originalmente en el Judaísmo y heredada al Cristianismo y al Islam como una expresión para finalizar una oración, plegaria, rezo.
La enseñanza común es que Amén significa ¡Así Sea! pero hay otro significado para el término: ¡Es Verdad!, una expresión de fe en Dios.
Ahora bien la palabra μαγεία [mageía] creada en Grecia se refiere a las prácticas espirituales de los Maguš [magush], los sacerdotes de la Antigua Religión Persa, que se conoce como Mazdeísmo en honor a su dios principal Ahura Mazda. El término Maguš proviene del término Magh que significa Tener el Poder.
En afán de solucionar problemas, de abarcar conocimientos, o de tener facultades especiales muchas personas han buscado distintos tipos de creencias y las han mezclado lo que ha llevado a crear ciertas confusiones que han terminado siendo populares y en este caso confundir la creencia en Dios con la creencia en la Magia.
El Tanaj, cuya traducción es parte de la Biblia, deja claro que Dios se opone a la adoración de otros dioses y a las prácticas de otras religiones incluidas las del Mazdeísmo por supuesto, pero lo curioso es que muchas personas que se han interesado por las prácticas mágicas y en las mezclas de conceptos terminan sus encantamientos y conjuros, diciendo Amén...
...lo que ha llevado a que muchos crean que esta afirmación de fe, sea una palabra mágica, una palabra para que las cosas pasen en un dos por tres, la clave para que aquello que se desea ocurra ya!
La llamada Magia Medieval es un sincretismo sin mayor sentido, una desesperada medida de contactar ángeles, hadas, gnomos, duendes, ogros, espíritus de difuntos, espíritus malignos, dioses, etc. para ver satisfechos los deseos; pero la expresión Amén no tiene que ver con hadas, gnomos, duendes, encantamientos, conjuros, ni con otros dioses, no tiene nada que ver con la Magia, ya sea la de los sacerdotes o la de los europeos de la Edad Media.
Para el creyente en Dios la palabra Amén no es una expresión para obtener poderes sobrenaturales, Amén es una expresión de fe en el Poder de Dios, una expresión de aceptación de que Él actúa más allá de lo que puede un humano, y que su obra maravillosa llamada Milagro es muestra de su omnipotencia.
Vale aquí señalar que hay quienes también confunden la expresión hebrea Amén con la expresión yorùbá Àṣẹ [Ashé/Aché] pero lo que desconocen que su significado real es Poder, en referencia al poder sagrado con el que Olódùmarè hizo el mundo y que concedió en distintos niveles a Òrìṣà, humanos, plantas y al resto de la creación. Esta expresión también se dice al final de los rezos y plegarias pero su connotación es muy distinta a la de Amén.
Así que hay que tener claro que Amén no es una palabra mágica.
Muchas Felicidades
Adal Cobos
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"La parte más útil del aprendizaje es desaprender lo que es falso."
Antístenes.