Valórese para crecer Autoestima

Valórese para crecer

Cada día que la gente vive en la Tierra es un día significativo demás para nosotros, aunque sea muy difícil vivir en el mundo – difícil, no por causa del mundo, pero si por causa de la gente – somos los únicos seres racionales que respiramos sobre el planeta, de este modo, todo tipo de confusiones es generado por nosotros, los seres inteligentes de la creación de Dios.

Los animales siguen su ciclo naturalmente; lo que ellos hacen está dentro de la Ley del Determinismo, del instinto. Los animales no erran jamás, un depredador, cuando destruye al otro, lo hace para comer y no apenas por el placer de destruir.

Cuando miramos las estaciones del año, vemos como son regulares. En todos los años, las cosas se comportan del mismo modo. En el invierno es frío, el verano es caliente, el otoño de hojas amarillentas y mucho fruto y, naturalmente, la primavera de flores.

El sol nace siempre en el mismo lugar y si se depone siempre en el mismo lugar. La luna realiza el mismo trabajo, la misma cualidad de luna. Desde que los primeros hombres aterrizaron al mundo, la luna es luna; es una lluvia de plata sobre la Tierra y, el sol fijo en el mediodía es una carcajada de pendientes de oro que la Divinidad derrama sobre el mundo.

Entonces, se hace necesario que aprendamos a crecer para ser dignos de todas esas bendiciones que Dios nos concede cada día; es importante que la gente crezca, es necesario que la gente crezca, es indispensable el crecimiento.

No podemos olvidar que fue Jesucristo quien nos dijo que era importante que fuésemos perfectos cuan perfecto es nuestro Padre Celestial. Esto es un desafío, naturalmente que no seremos perfectos como Dios es perfecto, pero, cuando Jesucristo nos dijo esto es que Dios es la referencia, la Idea Divina es la referencia para que marchemos para allá, a través de las enseñanzas de Cristo.

Fue él también que nos dijo:

"Yo soy el Camino, yo soy la Verdad, yo soy la Vida y nadie llegará al Padre si no fuera por mí."

Luego, esta dirección que Él nos apunta, ese sentido Divino que Él nos da, deberá ser recorrido a través de sus enseñanzas. Entonces, para que se realice nuestro crecimiento, será necesario que cada cual de nosotros se valorice.

Y ¿cómo es que la gente se valoriza? Es muy interesante pensar en esto, porque hay personas comprometidas. Decimos en el mundo, que tienen un sentido de auto-respeto muy comprometido. Decimos que son personas que tienen la auto-estima muy baja. La estima por sí mismo es muy baja en este o en aquel individuo y cuando nuestra auto-estima es baja, la gente comienza a desvalorizarse, comenzamos a implosionarnos, pasamos a destruirnos a nosotros mismos.

¿Quién soy yo? Yo no soy capaz de eso, no. Yo nunca voy a aprender esto. Esto yo nunca seré capaz de hacerlo. Yo no sé eso. Cuanta gente vive así, lloriqueándose, lloriqueándose y destruyéndose. No es la vida que determinó eso para ella, no fue Dios que determinó esto para ella, es ella misma que se va destruyendo. La auto-estima baja.

Será importante que aprendamos a desarrollar por nosotros mismos, a fin de crecer esta auto-estima alta, este auto-respeto brillante, nutrido, capaz de hacernos decir por ejemplo, en vez de, delante de una dificultad:

¡Nunca voy a aprender esto! diremos: ¡Yo todavía voy a aprender esto!

En vez de decir:

¡Yo nunca seré capaz de decir esto! Yo haré esto – luego más, yo voy a aprender esto. ¡Yo todavía no sé, todavía no sé!

Y, de esta manera, nos acordamos de Jesús otra vez, nuestro Modelo y nuestro Guía como Él es. Dijo Jesús y el Evangelista Marcos escribió:

Todo es posible a aquel que cree.

Esto porque cuando nosotros creemos que las cosas van a ocurrir, pasamos a trabajar con tal entusiasmo, con impulso interno, que hacemos que las cosas ocurran.

Y Jesucristo nos dice todavía:

Todo aquello que pidan al Padre en mi nombre, Él os atenderá.

Pedir al Padre no significa que Él nos dará de gracia, significa que vamos a correr atrás, vamos a buscar. En nombre de nuestro crecimiento es necesario que la gente se valorice.
Like a Star @ heaven Like a Star @ heaven Like a Star @ heaven
Todas las veces que estuviéramos pensando en nuestra valorización, no podremos ser pesimistas, imaginándonos siempre personas incapaces. Tenemos que hacer lo contrario. Somos hijos de Dios, cargamos esta marca de la Divinidad. Todo es posible a aquel que cree que puede hacer; todo es posible a nosotros, desde que lo queramos.

Vosotros sois dioses… Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo…

Tantas cosas hemos oído de Jesucristo, en estos dos milenios que nos separan de su entrada en la Tierra, que nos hace tener este orgullo propio, que no tiene nada a ver con orgullo ni vanidad. Es este auto-respeto, esta capacidad de buscar en nosotros y a nuestro alrededor, aquello que nos haga crecer, aquello que sea fruto de nuestra auto-valorización.

Al estudiar, por ejemplo, no ayuda quedarnos diciendo: ¡Esto no entra en mi cabeza! ¡Yo no tengo cabeza para esto! porque apenas vamos fijando negatividades. Apenas vamos confirmando nuestra tesis de incapacidades.

Es importante que digamos: yo voy a aprender esto, incluso que demore. ¡Un día, yo llegaré allá! ¡Yo seré apto para esto, voy a aplicarme para hacer esto! siempre las expresiones afirmativas. Exactamente por causa de estas expresiones afirmativas, nosotros iremos conquistando las cosas gradualmente y ahí seremos personas capaces de valorizarse en el trabajo profesional.

Nunca nos conformemos en hacer el trabajo bajo nuestros cuidados de la misma forma, de la misma manera mediocre. Estaremos siempre deseosos de perfeccionarnos, de hacer de una manera diferente, de embellecer más nuestro trabajo, de tornarlo un trabajo hecho mejor, más rápidamente, de forma eficiente para que él sea eficaz. Entonces, nosotros vamos creciendo.

Aquella persona que aprendió a cocinar muy lentamente, muy despacio, ahora salaba la comida, ahora la dejaba dura, se va desarrollando de tal manera que se vuelve una persona apreciada por todos aquellos que gustan de sus platos, de sus preparaciones.

Aquellos que aprendieron a cantar, al principio desafinado, desentonado, pero van mejorándose, van haciendo clases, haciendo cursos, van entrenando y se vuelven verdaderas alondras.

Aquellos que comenzaron a jugar futbol, como piernas de palo, como decimos popularmente, aquellos que no sabían de qué lado estaba su gol, van observando, van mirando, van aprendiendo, van entrenando y de ahí a poco son unos verdaderos ases.

En todas las cosas que hagamos, podremos siempre mejorarnos, siempre mejorar. Podemos mejorarnos como amigos, como familiares, como marido y mujer. Aquella cosa de ser siempre del mismo modo, como la gente se casó, y diciendo siempre del mismo modo las cosas… nosotros vamos aprendiendo a decir la misma cosa de forma más bonita, usar palabras mejor puestas, usar expresiones más elegantes.

Vamos aprendiendo a desarrollarnos, a hablar mejor. No se justifica que, en el mundo de hoy, en pleno siglo XXI, cometamos los mismos errores en nuestro idioma, con tantos libros en la banca de periódico, con tantas bibliotecas a nuestra disposición. Todavía que nuestros padres tengan pocas bibliotecas, pero tenemos una biblioteca en nuestra ciudad, en nuestro barrio, en algún lugar. Apañaremos emprestado con un amigo, con un profesor nuestro, con alguien que nos pueda emprestar, pero vamos mejorando.

Nuestros conocimientos de historia, historia de nuestro país. ¿Cómo es que todo comenzó aquí?

Cada vez que la gente se va mejorando, vamos creciendo. La gente va creciendo y es tan importante que vamos aprendiendo con esto a gustar más de nosotros. Vamos consiguiendo amarnos mejor, amarnos más y, de este modo, la vida va teniendo otro sabor para nosotros, otro sentido para nosotros.

Aprenderemos a desarrollarnos como religiosos. Dejaremos de ser estas personas sentimentales, repitiendo palabrejas y aprenderemos que Dios no está apenas en los textos de los libros. Dios tiene que estar en nuestra vida.

Aprenderemos que la palabra de Dios no es simplemente la palabra que está escrita en la Biblia. La palabra de Dios es toda la palabra buena, toda palabra que viene para construir el bien, para levantar el alma, para hacernos felices. Expuesto por un niño, por un viejo, por un joven, por un profesor, dicha por un orador, dicha por un religioso…, toda expresión buena representa la Ley de Dios, es la palabra de Dios.

Vamos madurando nuestros conceptos, vamos aprendiendo a valorizarnos, a no lanzar perlas a los puercos. Si las personas están burlándose de nosotros o de nuestra creencia, o de nuestro modo de pensar, nosotros la respetamos y para demostrar que las respetamos, nos respetamos a nosotros mismos con la auto-estima alta.

Porque solo será posible que amemos al prójimo, cuando aprendamos a amar a nosotros mismos, como propuso Jesús de Nazaret:

Amad a vuestro prójimo como amáis vosotros mismos.

Y a partir de eso, vamos a verificar que nuestra vida será valiosísima. Creceremos al infinito, bajo la luz de nuestro Maestro Jesús.
-----------------
Transcripción del Programa Vida y Valores, número 102, presentado por Raul Teixeira, bajo coordinación de la Federación Espirita de Paraná.

Sitio en Facebook: Umbanda - Força e Luz

_________________
«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.