roberto salas escribió:Buenas tardes hermana Magaly. El Sexo en las personas no es factor determinante en el encajonamiento de los espiritus de luz, ya que la preparacion que necesita la materia es: Fisica - Mental y Espiirtual, para nada interfiere que una Materia mujer encajone no solo al Indio de la Fuerza, sino cualquier entidad que DIOS disponga y la Reyna lo envie. Tuve la bendicion de trabajar con una materia Mujer que bajaba Entidades hombres como por ejemplo: Don Juan de los Caminos, el Cacique Yoraco, El Gran Centauro del africa y otros que ahorita escapan de mi mente hermana. Por otro lado, la Materia Universal tiene la bendicion , privilegio, condicion, preparacion y capacidad para bajar cualquier entidad espiritual del astral de la Reina Maria Lionza sin distincion de Corte o sexo del espiritu. Espero con este humilde aporte poder aclarar su duda hermana, reciba usted y su entorno, Paz, Bendiciones y abundancia de lo bueno...Amen. Un Servidor...
Saludos cordiales roberto. El punto en cuestión es que las entidades espirituales no poseen sexo. Las entidades espirituales son sólo sustancia semimaterial que sirve de primera envoltura al Espíritu y une el alma con el cuerpo. Nosotros los seres humanos somos quienes los imaginamos con forma física definida. La diferencia entre la capacidad del mediums radica en el grado de evolución de la entidad espiritual a la que se invoca. Mientras mayor sea su evolución, mayor capacidad física necesitará el mediums espiritual. Allan Kardec, en el Libro de los mediums, tras consultas a diferentes órdenes de espíritus, refiere lo siguiente:
"Observémosle atentamente en el momento en que acaban de dejar la vida; están en un estado de turbación; todo está confuso
a su alrededor; ven su cuerpo sano o mutilado según el género de muerte; por otra parte se ven y se sienten vivir; alguna cosa les dice que este cuerpo le pertenece y no comprenden que estén separados de él. Continúan viéndose bajo su forma primitiva, y
esta visión produce en algunos, durante cierto tiempo, una singular ilusión: la de creerse aún vivos. Les falta la experiencia de su nuevo estado para convencerse de la realidad. Disipado este primer momento de turbación, el cuerpo viene a ser para ellos un vestido viejo, del cual se han despojado, y que no lo echan de menos; se sienten más ligeros y como desembarazados de un peso; no experimentan ya dolores físicos, y son muy felices en poder elevarse, recorrer el espacio así como lo hacían diferentes veces, viviendo en sueños. Sin embargo, a pesar de la ausencia del cuerpo, acreditan su personalidad; tienen una forma, pero una forma que no les molesta ni les embaraza; ellos, en fin, tienen la conciencia de su yo y de su individualidad. ¿Qué debemos deducir de todo esto? Que el alma no lo deja todo en la tumba, y que algo se lleva consigo"