"Para los espiritistas, el tabaco no es un vicio, sino un instrumento para que las personas que tienen “materia” puedan ver más allá y ahonden en el pasado, presente y futuro de los que deseen “consultar”.

Ser “materia” es un don espiritual con el que se nace. Cuando se desarrolla se puede adquirir la capacidad de trabajar o examinar a una persona, según los conocedores.

“Carmencita” (quien desea reservar su verdadero nombre), ofreció información sobre la experiencia que tiene como espiritista.

Dijo que para realizar una consulta espiritual con el tabaco, primero se debe preparar. Ese rito previo consiste en conjurar tres tabacos, dos al revés y uno al derecho, rociándole aguardiente. Finalmente, se le pide permiso al espíritu que se desee invocar, el cual la protegerá mientras está consultando y además ayudará a descifrar qué dice el tabaco.

En el proceso de lectura o interpretación, el tabaco puede desprender cenizas negras. Eso significa que hay una energía mala. Cuando son blancas es porque se manifiesta la felicidad para el consultado.

“Cuando el tabaco abre camino, es decir que las cenizas rompen alguno de sus lados, es porque hay influencias malas”.

El olor que emana también tiene su significado. Especialistas coinciden en que cuando hay algo negativo, huele fétido y si desprende un aroma a flores, lo positivo sale a relucir.

En una “sesión” o ritual especial para tratar o sanar a una persona, se pueden usar unos 20 tabacos, precisa “Carmencita”.

Las fuerzas espirituales intervienen cuando se va a consultar. La “materia” necesita de esa ayuda para poder decir lo que el espíritu protector le transmite.

Un lector de tabaco se puede iniciar a los 10 años de edad, siempre y cuando tenga la materia desarrollada.

“Carmencita” señaló que mientras se trabaja, se debe colocar una pañoleta de color rojo o azul en la cabeza, para evitar que cualquier energía negra entre en el cuerpo del espiritista.

Con mucha fuerza

Con una estatura baja y de contextura delgada, “Cheche” es conocido como un espiritista con mucha fuerza.

Desde los 14 años empezó a trabajar con el tabaco, pues viene de una familia que siempre ha estado ligada a ese mundo espiritual.

“Tengo dos hijos, un varón de 10 años y una hembra de 13. Los dos trabajan conmigo en la casa, pero cada quien tiene su altar”, dijo.

Este barcelonés de 40 años recomienda que las personas estén pendientes a la hora de hacerse una consulta, ya que existen muchos “peseteros”.

Otra de las sugerencias que da es que quien no cree en los espiritistas debe abstenerse de acudir a ellos, porque es una falta de respeto para los santos. Agrega que con fe se obtienen mejores resultados.

Las causas más frecuentes por las que van a una consulta son para limpiar su casa o su cuerpo y para ser ayudados si algo anda mal.

Algunas “materias” cobran por hacer esos trabajos, otras sólo piden una colaboración para su altar (para comprar velas y tabacos).

“Existen muchos falsos espiritistas que lo hacen por ganar dinero. La única manera de reconocer a un verdadero lector del tabaco es ponerlo a prueba haciéndole preguntas para ver la fuerza que tiene al responder con la verdad”.

Trabajar o consultar con un tabaco no es hacer brujería, dice “Cheché”, sólo es para ayudar a solucionar problemas y hacer el bien.

Señales

A medida que se fuma, la ceniza va tomado formas que permiten al conocedor indagar lo que transmite el espíritu sobre la persona consultada.

El humo también puede cambiar de tonalidades y dibujar posibles señales.

Sobre la superficie del tabaco también suelen aparecer puntos o rayas que tienen su significado.

“Muchos trabajamos con el tabaco para hacer el bien, otras personas lo hacen para mal”

Carmencita
Espiritista"

Bueno este es un supuesto testimonio de una espiritista; ahora bien, que opinan Ustedes sobre la veracidad de las afirmaciones que allí en ese relato se hacen.