La Kábbalah es la “sabiduría secreta del pueblo de Israel”, un sistema esotérico hebreo de interpretación mística de escrituras sagradas basada en la creencia de que cada palabra, letra y número de éstas tiene un significado oculto. Aunque sus orígenes son muy antiguos no ha perdido vigencia y su práctica sigue viva hoy. ¿Qué hacen los modernos cabalistas? ¿Qué aplicaciones tienen sus teorías? ¿Por qué un gran número de famosos se ha adherido a su estudio?
El 19 de septiembre de 2004 la popular cantante norteamericana Madonna completaba su peregrinación a Tierra Santa para confirmarse en la creencia de la Kábbalah.
Había llegado cinco días antes a Israel junto a otros 2.000 practicantes de esta disciplina para celebrar el Año Nuevo Judío que tiene lugar entre el Rosh Hashaná y el Yom Kippur. Fue allí donde este icono cultural adoptó el nombre de Esther, se negó a trabajar la noche del viernes y el sábado para respetar la festividad del Sabbath (ver palabras clave) y empezó a lucir públicamente una pulsera de color rojo que -según explica- la protege de las malas energías. Su adhesión a estas creencias ha promocionado el conocimiento del Centro Kábballah y ha animado a otros artistas a formar parte de él. Entre ellos cabe destacar a Donatella Versace o las actrices Demie Moore y la británica Gwyneth Paltrow quien acudió recientemente al centro de Kábballah londinense con el propósito de que exorcizaran su casa de Belzise Park, al noroeste de Londres, valorada en 3,5 millones de libras. ¿Qué buscan los famosos en la Cábala? ¿Es tan sólo snobismo o tal vez pretenden atraer hacia sí los beneficios de esta doctrina filosófica?
[list=1][*]El 19 de septiembre de 2004 la popular cantante norteamericana Madonna completaba su peregrinación a Tierra Santa para confirmarse en la creencia de la Kábbalah.
Había llegado cinco días antes a Israel junto a otros 2.000 practicantes de esta disciplina para celebrar el Año Nuevo Judío que tiene lugar entre el Rosh Hashaná y el Yom Kippur. Fue allí donde este icono cultural adoptó el nombre de Esther, se negó a trabajar la noche del viernes y el sábado para respetar la festividad del Sabbath (ver palabras clave) y empezó a lucir públicamente una pulsera de color rojo que -según explica- la protege de las malas energías. Su adhesión a estas creencias ha promocionado el conocimiento del Centro Kábballah y ha animado a otros artistas a formar parte de él. Entre ellos cabe destacar a Donatella Versace o las actrices Demie Moore y la británica Gwyneth Paltrow quien acudió recientemente al centro de Kábballah londinense con el propósito de que exorcizaran su casa de Belzise Park, al noroeste de Londres, valorada en 3,5 millones de libras. ¿Qué buscan los famosos en la Cábala? ¿Es tan sólo snobismo o tal vez pretenden atraer hacia sí los beneficios de esta doctrina filosófica?