Se trata de los exorcismos y del modo de conocer si una persona padece de hechizos o enfermedad natural. Los exorcismos sirven para expulsar a los espíritus cuando se hallan posesionados de alguna persona, a la cual hacen padecer horriblemente con sus tentaciones y tormentos.
A veces le sugieren pensamientos extraños y palabras repugnantes, y aun le obligan a lanzar blasfemias y gritos furiosos.
Es conveniente saber antes de proceder a la curación, si la enfermedad es ocasionada por hechizos o si es natural, pues a veces ocurre que una enfermedad desconocida para los médicos, se atribuye a causas sobrenaturales. Cuando esto sucede puede salirse de dudas ejecutando lo siguiente:
Se procurará que una persona provista de un talismán exterminador coloque su mano derecha sobre la cabeza del enfermo, diciendo con fe y voluntad:
‘Yo te ruego y ordeno, espíritu desconocido en nombre del Ser Supremo y del admirable Adonai, me declares el motivo de hallarte atormentado en este cuerpo que cubro con mi mano. También deseo me digas qué es lo que pretendes al hacerlo así, yo te ofrezco si me obedeces, rogar a Dios por ti para que sea purificado y transportado a donde moran los ángeles celestiales".
El objeto de esta oración es saber si el espíritu anda errante por el mundo en demanda de caridad y de oraciones, pues en el momento que le digan: “Yo te ofrezco, si me obedeces rogar a Dios por ti”, etc., el doliente queda sosegado y tranquilo; mas si esto sucede se arrodillarán todos los circunstantes y elevando el alma a Dios recitarán de nuevo la Indicada oración.
Se ha de advertir que lo mismo pueden hallarse aposentados en nuestro cuerpo los espíritus buenos no perfectos, que los malos o de daño y por lo tanto, cuando el enfermo se halle tranquilo por la virtud de la oración precedente, se ha de suponer que quedará libre mediante los ruegos que todos los días se dirijan al Altísimo en demanda del perdón y purificación del espíritu, el cual en agradecimiento, dejará de molestarle; mas si es espíritu fuera del mal o de daño se conocerá en que, al oír la oración, causará más tormentos y molestias al enfermo. En este caso se tratará de expulsarle acudiendo a los exorcismos.
Si el enfermo no percibe modificación ninguna, es prueba de que su enfermedad es puramente natural.
PRECEPTO O EXCONJURACION A LOS DEMONIOS PARA QUE NO
MORTIFIQUEN AL ENFERMO DURANTE EL TIEMPO QUE DUREN
LOS EXCORCISMOS
“Yo, como criatura de Dios, hecho a su semejanza y redimido con su sangre, os obligo por este precepto, demonio o demonios, para que cese vuestro delirio y dejéis de atormentar con vuestras lujurias Infernales, este, cuerpo que os sirve de aposento. Segunda vez os cito y notifico en el nombre del Soberano Señor, fuerte y poderoso, que dejéis ya este lugar y salgáis fuera de él no volviendo jamás a ocuparlo. El Señor sea con todos nosotros, presentes y ausentes, para que tú demonio, no puedas jamás atormentar las criaturas del Señor. Huye, huye. o de lo contrario serás amarrado con las cadenas del Arcángel Miguel y humillado con la oración de San Cipriano dedicada a deshacer toda clase de hechicerías”
En seguida se dirá la siguiente
ORACION A SAN CIPRIANO
“Como siervo de Dios y criatura suya, desligo del espíritu maligno cuando éste tiene ligado. En el nombre del Divino Creador a quien amo desde que lo conozco, con todo mi corazón, alma y sentidos, y a quien prometo adorar eternamente, y agradecer también los beneficios que cual padre amoroso me concede sin tasa ni medida, yo te ordeno, espíritu del mal, que te separes en el acto de este cuerpo que estás atormentando y le dejes libre de tu presencia para que pueda recibir dignamente las aspersiones de agua exorcizada que, cual lluvia, echo sobre él, diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (se hace así) que viven y reinan eternamente: por las virtudes que poseen los espíritus superiores, Adonay, Eloim y Jehovan, cuya presencia y fortaleza Invoco en este acto. Amen.
Todas estas invocaciones deben ser hechas con gran fe y amor de Dios, y es seguro que Satanás, no aguardará al final del exorcismo que va a continuación, para dejar libre al enfermo.
EXORCISMO PARA LIBRAR A LAS PERSONAS DE LOS MALOS ESPIRITUS
En el nombre de San Cipriano y de parte de Dios Tres veces santo, por la potestad de los espíritus, superiores Adonai, Eloim y Jehovan y Mitraton, yo N (1), absuelvo el cuerpo de N. para que sea libertado de todos los malos hechizos, encantos y sortilegios, ya sean producidos por hombres o mujeres, ya por cualquiera otra causa. Dios sea alabado y glorificado y se digne disponer que todas los sortilegios queden desechos, destruidos, desligados y reducidos a nada, para lograr de este modo que el cuerpo de N. quede libre de todos los males que padece.
Dios grande y poderoso sea tu nombre glorificado y que por vuestra soberana Intercesión sean obligados a retirarse los espíritus que as hayan aposentado en el cuerpo de N. cesando ya él sortilegio que los causadores de este daño han empleado. Yo os conjuro y mando desaparecer sin que jamás podáis entrar a este cuerpo en el cual hago tres cruces y le bendigo con el agua exorcizada a al nombre del Padre, Hijo y del Espíritu Santo que amparen y protejan a N. para que jamás se vea atormentado.
Al decir estas palabras se le rociará con agua bendita.
Es conveniente saber que el que ejecuta el exorcismo ha de estar colocado a la derecha del enfermo, y que las cruces han de hacerse precisamente de izquierda a derecha.
EXORCISMO PARA LIBRAR LA CASA DE ESPIRITUS TENTADORES.
Os conjuro, espíritu rebelde, habitante y arruinador de esta a que te demora en el
pretexto, desaparezcáis de aquí haciendo (1) Aquí dirá su nombre el que opera. Se hará con el dedo pulgar de la mano derecha una cruz en la frente; otra en el pecho y otra en el vientre del enfermo.
Disolver cualquier maleficio que hayáis echado vos o alguno de vuestros ayudantes: por mí lo disuelvo cantando con la ayuda de Dios y de los espíritus de luz Adonai, Eloim y Jehovam, quiero además, atarte con el precepto formal de obediencia, para que no puedas permanecer, ni volver, ni enviar a otro, ni perturbar esta casa, bajo la pena de que seas quemado eternamente con el Luego de pez y azufre dentudos.
Se bendecirá toda la casa con agua exorcizada y se harán cruces por todas las paredes con el cuchillo de mango blanco, diciendo:
“Yo te exorcizo, criatura-casa para que seas libre de los espíritus tentadores que te han hecho su morada".
Es bueno saber que cuando los espíritus malignos se muestran en las casas haciendo ruidos y dando golpes sin atacar las personas, es porque no tienen dominio sobre ellas, bien porque en sus manos llenen la marca de la cruz de San Bartolomé o bien porque el hechizo sólo les permita molestar sin tocar a las personas.
A veces le sugieren pensamientos extraños y palabras repugnantes, y aun le obligan a lanzar blasfemias y gritos furiosos.
Es conveniente saber antes de proceder a la curación, si la enfermedad es ocasionada por hechizos o si es natural, pues a veces ocurre que una enfermedad desconocida para los médicos, se atribuye a causas sobrenaturales. Cuando esto sucede puede salirse de dudas ejecutando lo siguiente:
Se procurará que una persona provista de un talismán exterminador coloque su mano derecha sobre la cabeza del enfermo, diciendo con fe y voluntad:
‘Yo te ruego y ordeno, espíritu desconocido en nombre del Ser Supremo y del admirable Adonai, me declares el motivo de hallarte atormentado en este cuerpo que cubro con mi mano. También deseo me digas qué es lo que pretendes al hacerlo así, yo te ofrezco si me obedeces, rogar a Dios por ti para que sea purificado y transportado a donde moran los ángeles celestiales".
El objeto de esta oración es saber si el espíritu anda errante por el mundo en demanda de caridad y de oraciones, pues en el momento que le digan: “Yo te ofrezco, si me obedeces rogar a Dios por ti”, etc., el doliente queda sosegado y tranquilo; mas si esto sucede se arrodillarán todos los circunstantes y elevando el alma a Dios recitarán de nuevo la Indicada oración.
Se ha de advertir que lo mismo pueden hallarse aposentados en nuestro cuerpo los espíritus buenos no perfectos, que los malos o de daño y por lo tanto, cuando el enfermo se halle tranquilo por la virtud de la oración precedente, se ha de suponer que quedará libre mediante los ruegos que todos los días se dirijan al Altísimo en demanda del perdón y purificación del espíritu, el cual en agradecimiento, dejará de molestarle; mas si es espíritu fuera del mal o de daño se conocerá en que, al oír la oración, causará más tormentos y molestias al enfermo. En este caso se tratará de expulsarle acudiendo a los exorcismos.
Si el enfermo no percibe modificación ninguna, es prueba de que su enfermedad es puramente natural.
PRECEPTO O EXCONJURACION A LOS DEMONIOS PARA QUE NO
MORTIFIQUEN AL ENFERMO DURANTE EL TIEMPO QUE DUREN
LOS EXCORCISMOS
“Yo, como criatura de Dios, hecho a su semejanza y redimido con su sangre, os obligo por este precepto, demonio o demonios, para que cese vuestro delirio y dejéis de atormentar con vuestras lujurias Infernales, este, cuerpo que os sirve de aposento. Segunda vez os cito y notifico en el nombre del Soberano Señor, fuerte y poderoso, que dejéis ya este lugar y salgáis fuera de él no volviendo jamás a ocuparlo. El Señor sea con todos nosotros, presentes y ausentes, para que tú demonio, no puedas jamás atormentar las criaturas del Señor. Huye, huye. o de lo contrario serás amarrado con las cadenas del Arcángel Miguel y humillado con la oración de San Cipriano dedicada a deshacer toda clase de hechicerías”
En seguida se dirá la siguiente
ORACION A SAN CIPRIANO
“Como siervo de Dios y criatura suya, desligo del espíritu maligno cuando éste tiene ligado. En el nombre del Divino Creador a quien amo desde que lo conozco, con todo mi corazón, alma y sentidos, y a quien prometo adorar eternamente, y agradecer también los beneficios que cual padre amoroso me concede sin tasa ni medida, yo te ordeno, espíritu del mal, que te separes en el acto de este cuerpo que estás atormentando y le dejes libre de tu presencia para que pueda recibir dignamente las aspersiones de agua exorcizada que, cual lluvia, echo sobre él, diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (se hace así) que viven y reinan eternamente: por las virtudes que poseen los espíritus superiores, Adonay, Eloim y Jehovan, cuya presencia y fortaleza Invoco en este acto. Amen.
Todas estas invocaciones deben ser hechas con gran fe y amor de Dios, y es seguro que Satanás, no aguardará al final del exorcismo que va a continuación, para dejar libre al enfermo.
EXORCISMO PARA LIBRAR A LAS PERSONAS DE LOS MALOS ESPIRITUS
En el nombre de San Cipriano y de parte de Dios Tres veces santo, por la potestad de los espíritus, superiores Adonai, Eloim y Jehovan y Mitraton, yo N (1), absuelvo el cuerpo de N. para que sea libertado de todos los malos hechizos, encantos y sortilegios, ya sean producidos por hombres o mujeres, ya por cualquiera otra causa. Dios sea alabado y glorificado y se digne disponer que todas los sortilegios queden desechos, destruidos, desligados y reducidos a nada, para lograr de este modo que el cuerpo de N. quede libre de todos los males que padece.
Dios grande y poderoso sea tu nombre glorificado y que por vuestra soberana Intercesión sean obligados a retirarse los espíritus que as hayan aposentado en el cuerpo de N. cesando ya él sortilegio que los causadores de este daño han empleado. Yo os conjuro y mando desaparecer sin que jamás podáis entrar a este cuerpo en el cual hago tres cruces y le bendigo con el agua exorcizada a al nombre del Padre, Hijo y del Espíritu Santo que amparen y protejan a N. para que jamás se vea atormentado.
Al decir estas palabras se le rociará con agua bendita.
Es conveniente saber que el que ejecuta el exorcismo ha de estar colocado a la derecha del enfermo, y que las cruces han de hacerse precisamente de izquierda a derecha.
EXORCISMO PARA LIBRAR LA CASA DE ESPIRITUS TENTADORES.
Os conjuro, espíritu rebelde, habitante y arruinador de esta a que te demora en el
pretexto, desaparezcáis de aquí haciendo (1) Aquí dirá su nombre el que opera. Se hará con el dedo pulgar de la mano derecha una cruz en la frente; otra en el pecho y otra en el vientre del enfermo.
Disolver cualquier maleficio que hayáis echado vos o alguno de vuestros ayudantes: por mí lo disuelvo cantando con la ayuda de Dios y de los espíritus de luz Adonai, Eloim y Jehovam, quiero además, atarte con el precepto formal de obediencia, para que no puedas permanecer, ni volver, ni enviar a otro, ni perturbar esta casa, bajo la pena de que seas quemado eternamente con el Luego de pez y azufre dentudos.
Se bendecirá toda la casa con agua exorcizada y se harán cruces por todas las paredes con el cuchillo de mango blanco, diciendo:
“Yo te exorcizo, criatura-casa para que seas libre de los espíritus tentadores que te han hecho su morada".
Es bueno saber que cuando los espíritus malignos se muestran en las casas haciendo ruidos y dando golpes sin atacar las personas, es porque no tienen dominio sobre ellas, bien porque en sus manos llenen la marca de la cruz de San Bartolomé o bien porque el hechizo sólo les permita molestar sin tocar a las personas.