El arte del mago consiste en saberse alinear con la fuerza cósmica para que la operación que desea llevar a cabo se produzca como parte integrante de la actividad cósmica. Si ha sabido purificarse y dedicarse honesta y sinceramente, así ocurrirá con todos sus deseos, y si no lo ha hecho y por tanto no está preparado, no es en realidad un mago y su palabra no tendrá eco, será un verbo carente de todo poder.