ex Instructora de Yoga, Bruja del Útero, "Diosa", Nueva Era, Activaciones de Chakras, Ceremonias de Sangre

Fui criada en lo Oculto. Mi infancia estuvo llena de traumas y quebrantos que me llevaron a autolesionarme y a automedicarme con drogas y alcohol cuando era adolescente. Me escapé de casa a los 16 años. El desastre épico que hice en mi vida me llevó a más prácticas de la Nueva Era en busca de curación. El Yoga fue mi droga de entrada a las profundidades del engaño oculto y la brujería cuando tenía 20 años. Mi deseo de Verdad y Sanación me lleva a muchas madrigueras espirituales y a adentrarme más profundamente en la matriz de la nueva era de la falsa luz espiritual. Comencé a canalizar demonios y a practicar magia de sangre. Comencé a ganar mucho dinero como entrenadora espiritual, vendiendo diferentes “modalidades de curación” ocultas en línea, mientras mi comunidad de la nueva era me adoraba como una “diosa” autoproclamada. Mi vida como Bruja del Útero (como me llamaría a mí misma) fue un torbellino constante de despertares de kundalini, rituales lunares, activaciones de chakras, ceremonias de sangre, rituales de presión consciente y mejoras energéticas y, sin embargo, permanecí angustiosamente vacía por dentro. Tenía todo lo que podía desear en el mundo: un negocio en línea exitoso y un estilo de vida de nómada digital, una relación consciente con otro líder espiritual que creía que era mi "llama gemela", un estilo de vida de jungla tropical/playa, una hermosa casa, toneladas de amigos espirituales súper despiertos y, sin embargo, mi alma estaba atormentada por un vacío desesperado que no podía llenar, sin importar cuánto meditara o “manifestara mi mejor vida”. En la superficie tenía todo lo que siempre había querido, pero por dentro estaba completamente deprimida y espiritualmente muerta en mis transgresiones y pecados. Pero Dios nunca se rindió conmigo. Él tenía un plan para mi vida que no podría haber predicho (aunque dije ser una "médium físico"). Me encontró en la noche oscura de mi alma, en mi estado más bajo, el más poseído por demonios. Por Su milagrosa gracia y misericordia, Dios me dio un encuentro radical con Su Hijo, el Dios Viviente, JESUCRISTO.