LA MEDITACIÓN
La meditación es la acción consciente de llevar a la mente, a una quietud o calma total, denominado por los ocultistas silencio interior, por medio de la absoluta concentración.
Aclaración: meditar no es la acción de pensar, mucho menos dormir.
Algunas se enfocan en el campo de la percepción de los sentidos, (concentración en algún objeto) otras en la percepción de la mente (conceptos, ideas, formas), otras en la experimentación de alguna realidad del universo, fenómenos naturales tales como un rayo, un arco iris, un ocaso, el sonido de un arroyo, etc...
Para que la práctica de la meditación tenga una continuidad, y resultados concretos, es importante recalcar que se necesita de propósitos claros, y de un profundo anhelo de integración consigo mismo, con su íntimo.
LA MEDITACIÓN ES UN SISTEMA CIENTÍFICO PARA RECIBIR INFORMACIÓN INTERNA.
La Meditación reviste cuatro fases:
1°—ASANA (Postura del cuerpo físico) El cuerpo debe quedar en posición absolutamente cómoda. Existen muchas formas de entrar en meditación, lo importante es relajar el cuerpo por completo, en oriente se han acostumbrado en posiciones sentados sobre su cuerpo, estas prácticas en occidente pueden resultar algo dolorosas he incomodas, así que se puede optar por posturas más acordes a nuestra cultura, el decúbito dorsal o posición de hombre muerto, o sencillamente sentados en un cómodo sillón o silla.
2°—DHARANA (Concentración) Debemos apartar la mente de toda clase de pensamientos terrenales. Los pensamientos terrenales deben caer muertos ante las puertas del templo. Hay que concentrar la Mente únicamente adentro... en nuestro ÍNTIMO.
3°—DYANA (Meditación) El discípulo debe meditar en esos instantes en el ÍNTIMO. El ÍNTIMO es el ESPÍRITU.
4°—SHAMADI (Éxtasis) Si el discípulo ha logrado adormecerse meditando en su ÍNTIMO, entonces entra en el estado de Shamadi y puede ver y oír cosas inefables, y conversar con los ángeles familiarmente. Así es como despierta la conciencia de su letargo milenario.
Así es como podemos adquirir verdadera Sabiduría divina sin necesidad de dañar los poderes de la Mente con el batallar de los razonamientos, ni con el vano Intelectualismo. LA MEDITACIÓN ES EL PAN DIARIO DEL SABIO.
Vivid de instante en instante, de momento en momento, sin el doloroso peso del pasado, sin preocupaciones por el futuro. Relajad la mente. Vaciadla de toda clase de pensamientos, deseos, pasiones, etc.
No aceptéis dentro de tu mente ningún pensamiento. ¡Antes que la llama de oro pueda arder con luz serena, la lámpara debe estar bien cuidada al abrigo de todo viento!. ¡Los pensamientos terrenales deben caer muertos a las puertas del templo!. La mente debe estar quieta por dentro, por fuera y en el centro. Así en meditación profunda y con la mente relajada experimentareis lo Real. Entregaos a vuestro Dios Interior profundo, olvidaos completamente de la mundanalidad. Durante la meditación mantened los párpados cerrados. Que vuestro vehículo físico se adormezca deliciosamente.
La meditación sin sueño destruye el cerebro y daña la mente. La meditación profunda debidamente combinada con el sueño, conduce al éxtasis, al SHAMADI. Combinad sueño con meditación en proporciones armoniosas. Nunca olvidéis la LEY DE LA BALANZA. Necesitáis realmente de un 50% de sueño y de un 50% de meditación. PRACTICAD LA MEDITACIÓN cuando os sintáis predispuestos al sueño normal.
Empero, si sabemos combinar armoniosamente sueño y meditación, lograremos eso que se llama SHAMADI, ÉXTASIS.
Cualquier idea, deseo, pensamiento, etc., que en un instante dado se atraviese por la mente produce tensiones y esto no es relajación. El relajamiento perfecto de la mente excluye deseos, ideas, pensamientos, recuerdos, pasiones, etc. Vaciar la mente, convertirla en un pozo sin fondo, profundo, es realmente relajarla.
Paz Inverencial SAMAEL AUN WEOR...
La meditación es la acción consciente de llevar a la mente, a una quietud o calma total, denominado por los ocultistas silencio interior, por medio de la absoluta concentración.
Aclaración: meditar no es la acción de pensar, mucho menos dormir.
Algunas se enfocan en el campo de la percepción de los sentidos, (concentración en algún objeto) otras en la percepción de la mente (conceptos, ideas, formas), otras en la experimentación de alguna realidad del universo, fenómenos naturales tales como un rayo, un arco iris, un ocaso, el sonido de un arroyo, etc...
Para que la práctica de la meditación tenga una continuidad, y resultados concretos, es importante recalcar que se necesita de propósitos claros, y de un profundo anhelo de integración consigo mismo, con su íntimo.
LA MEDITACIÓN ES UN SISTEMA CIENTÍFICO PARA RECIBIR INFORMACIÓN INTERNA.
La Meditación reviste cuatro fases:
1°—ASANA (Postura del cuerpo físico) El cuerpo debe quedar en posición absolutamente cómoda. Existen muchas formas de entrar en meditación, lo importante es relajar el cuerpo por completo, en oriente se han acostumbrado en posiciones sentados sobre su cuerpo, estas prácticas en occidente pueden resultar algo dolorosas he incomodas, así que se puede optar por posturas más acordes a nuestra cultura, el decúbito dorsal o posición de hombre muerto, o sencillamente sentados en un cómodo sillón o silla.
2°—DHARANA (Concentración) Debemos apartar la mente de toda clase de pensamientos terrenales. Los pensamientos terrenales deben caer muertos ante las puertas del templo. Hay que concentrar la Mente únicamente adentro... en nuestro ÍNTIMO.
3°—DYANA (Meditación) El discípulo debe meditar en esos instantes en el ÍNTIMO. El ÍNTIMO es el ESPÍRITU.
4°—SHAMADI (Éxtasis) Si el discípulo ha logrado adormecerse meditando en su ÍNTIMO, entonces entra en el estado de Shamadi y puede ver y oír cosas inefables, y conversar con los ángeles familiarmente. Así es como despierta la conciencia de su letargo milenario.
Así es como podemos adquirir verdadera Sabiduría divina sin necesidad de dañar los poderes de la Mente con el batallar de los razonamientos, ni con el vano Intelectualismo. LA MEDITACIÓN ES EL PAN DIARIO DEL SABIO.
Vivid de instante en instante, de momento en momento, sin el doloroso peso del pasado, sin preocupaciones por el futuro. Relajad la mente. Vaciadla de toda clase de pensamientos, deseos, pasiones, etc.
No aceptéis dentro de tu mente ningún pensamiento. ¡Antes que la llama de oro pueda arder con luz serena, la lámpara debe estar bien cuidada al abrigo de todo viento!. ¡Los pensamientos terrenales deben caer muertos a las puertas del templo!. La mente debe estar quieta por dentro, por fuera y en el centro. Así en meditación profunda y con la mente relajada experimentareis lo Real. Entregaos a vuestro Dios Interior profundo, olvidaos completamente de la mundanalidad. Durante la meditación mantened los párpados cerrados. Que vuestro vehículo físico se adormezca deliciosamente.
La meditación sin sueño destruye el cerebro y daña la mente. La meditación profunda debidamente combinada con el sueño, conduce al éxtasis, al SHAMADI. Combinad sueño con meditación en proporciones armoniosas. Nunca olvidéis la LEY DE LA BALANZA. Necesitáis realmente de un 50% de sueño y de un 50% de meditación. PRACTICAD LA MEDITACIÓN cuando os sintáis predispuestos al sueño normal.
Empero, si sabemos combinar armoniosamente sueño y meditación, lograremos eso que se llama SHAMADI, ÉXTASIS.
Cualquier idea, deseo, pensamiento, etc., que en un instante dado se atraviese por la mente produce tensiones y esto no es relajación. El relajamiento perfecto de la mente excluye deseos, ideas, pensamientos, recuerdos, pasiones, etc. Vaciar la mente, convertirla en un pozo sin fondo, profundo, es realmente relajarla.
Paz Inverencial SAMAEL AUN WEOR...