No comprendo... ¿A qué debería temer el culto a María Lionza que no ha hecho temer a ninguna de las religiones que intentaron ser abolidas? Quizá en el contexto materialista se crea de que un hombre puede condenar a Dios y restringir sus acciones mediante imposición de leyes absurdas que mal sobreviven y rara vez se cumplen de este lado, ¿cuánta ingenuidad hace falta para pensar que vencerán el gobierno de aquel lado que es quien rige y se impone al curso de la vida material? Lo que intento decir y lo aclaro para que no se confunda nadie con especulaciones es que si la espiritualidad no tiene la intención de abolir un culto o sistema espiritualista, surgirán las maneras para perpetuarse.
A este espacio no pertenece mi filosofía y cosmovisión personal adquirida de la experiencia que yo he tenido al transitar por la vida y mis opciones espirituales, pero lo que yo manejo por convicción es que lo que aquí sucede está permitido por las jerarquías celestiales, de lo contrario, no importa cuán grandes sean las fuerzas cooperando para imponer algo, si allá dicen "no", no habrá manera de que suceda algo diferente a lo que establecen y de eso hay mucha evidencia, a menor escala y a mayor escala. Yo pregunto, ¿a qué tiene que temer? ¿A una ley humana? Nuestra libertad no le pertenece a nadie, y ni matándonos pueden impedirnos ejercer una fe que tengamos, quizá pueden impedir un culto externo pero los médiums que ya atravesamos esta escuela y se quedaron o no sabemos que la imposibilidad de fumar, tocar tambor y otras cosas no impedirá ni su culto ni su misionar ya que no son cosas indispensables, aunque pertenezca al modo de proceder de la gran mayoría, existen otras maneras a las que se adaptan los Espíritus, ¿cómo es que uno no? Más bien parece convencido de que es tan fácil imponerle a un país entero algo que no desea, y con "no desea" no me refiero a las opciones religiosas sino que la gente está tan apasionada que lo que provenga del gobierno de turno produce un fenómeno psicológico y emocional que se traduce en ira y rebelión.
Por mi parte y haciendo ejercicio pleno del escepticismo puedo decir lo siguiente: avísenme cuando un hombre de carne consiga esposar a Dios y restringirle su libertad, sólo entonces temeré por la posibilidad de que otro hombre me robe mi libertad, especialmente una libertad que en palabras espirituales es la libertad absoluta ya que en el contexto del pensamiento y las emociones, la libertad es infinita aún si se vive amordazado y maniatado cada día de la vida. No hay forma de restringir el pensamiento, aún si te impiden expresarlo, igual sucede con otros campos sutiles del Espíritu humano. Yo no creo en rumores, menos si son incongruentes.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.