Muy buenas y Santas tardes tengan todos mis hermanos foristas!
Hoy les narro este tema con la esperanza de que nos amplie los conocimientos en el ocultismo. Me refiero a la función que cumplen aquellas personas que de manera natural o desarrollada, reciben el don de Muerterismo:
El Muertero no es sólo aquella persona que tiene contacto con sus antepasados, guías espirituales y otras entidades evolucionadas, sino aquel que tiene la obligación de saber trabajar con “muerto” en cualquier circunstancia desde aquel muerto que se ha “posesionado” –físicamente- de una persona, con el muerto que tiene “secuestrada” el alma de una persona, con el muerto que se ha “pegado” a una persona, con el muerto que se le “recostó” a una persona, hasta hacer trato con el muerto de la calle, alcantarilla o cañería, comprar los servicios del muerto en el cementerio, convertir a un muerto malo en muerto bueno e incluso darle luz al mismo muerto…
- Ser muertero incluye acudir al lugar donde hubo un accidente o muerte trágica y hacer en ese momento trato con los muertos para ayudar o destruir.
- Permite engañar al muerto malo cuando fue contratado a través de trabajo negro para matarnos (curiosamente el engaño consiste precisamente en “hacerse el muerto” frente a él).
- Es saber que con sólo dos elementos (un líquido y un poco de polvo conseguibles en cualquier lado) se destruye a la Nganga más poderosa…
- Es capaz de saber cómo convencer al muerto fresco para meter trabajo negro en sus entrañas.
Pero también:
- Ser muertero obliga a la persona a tener conocimientos mínimos sobre brujería, chamanismo, hechicería, sanación, metafísica y espiritismo.
- Es ser a su vez conocedor de los secretos mínimos del Hierbero, Mayombero, Curandero, Alquimista, e incluso del Catolicismo Sacerdotal, debe ser adivino, vidente y agorero.
- Implica saber conocer el mal para poder hacer el bien, es no olvidarse que se tiene un don entregado por Dios.
Es por ello que el Muerterismo es y será durante mucho tiempo un gran botín que aún no es propiedad de ninguna religión ni expresión religiosa, ya que su conocimiento se ve en todos los aspectos comunes que rodean nuestra vida , es también jactancia de muchos, conocimiento de poco, pero no debemos olvidar, queridos hermanos, que cualquier sacerdocio o virtud divina conlleva una gran responsabilidad espiritual, que continuamente hace caminar a la persona que se inicia, en la delgada línea que divide al bien del mal, en varias discusiones surgidas en temas relacionados me he dado cuenta que para muchos no existen esas fronteras… ahora bien, de acuerdo a lo expuesto anteriormente y experiencias vividas les hago las siguientes preguntas: ¿será divertido trabajar con la parte más oscura de la vida: la muerte? o peor ¿vale la pena exponerse a pagar las consecuencias por abusar de ese don?
Que Dios derrame muchas luces y bendiciones sobre todos usted!
Hoy les narro este tema con la esperanza de que nos amplie los conocimientos en el ocultismo. Me refiero a la función que cumplen aquellas personas que de manera natural o desarrollada, reciben el don de Muerterismo:
El Muertero no es sólo aquella persona que tiene contacto con sus antepasados, guías espirituales y otras entidades evolucionadas, sino aquel que tiene la obligación de saber trabajar con “muerto” en cualquier circunstancia desde aquel muerto que se ha “posesionado” –físicamente- de una persona, con el muerto que tiene “secuestrada” el alma de una persona, con el muerto que se ha “pegado” a una persona, con el muerto que se le “recostó” a una persona, hasta hacer trato con el muerto de la calle, alcantarilla o cañería, comprar los servicios del muerto en el cementerio, convertir a un muerto malo en muerto bueno e incluso darle luz al mismo muerto…
- Ser muertero incluye acudir al lugar donde hubo un accidente o muerte trágica y hacer en ese momento trato con los muertos para ayudar o destruir.
- Permite engañar al muerto malo cuando fue contratado a través de trabajo negro para matarnos (curiosamente el engaño consiste precisamente en “hacerse el muerto” frente a él).
- Es saber que con sólo dos elementos (un líquido y un poco de polvo conseguibles en cualquier lado) se destruye a la Nganga más poderosa…
- Es capaz de saber cómo convencer al muerto fresco para meter trabajo negro en sus entrañas.
Pero también:
- Ser muertero obliga a la persona a tener conocimientos mínimos sobre brujería, chamanismo, hechicería, sanación, metafísica y espiritismo.
- Es ser a su vez conocedor de los secretos mínimos del Hierbero, Mayombero, Curandero, Alquimista, e incluso del Catolicismo Sacerdotal, debe ser adivino, vidente y agorero.
- Implica saber conocer el mal para poder hacer el bien, es no olvidarse que se tiene un don entregado por Dios.
Es por ello que el Muerterismo es y será durante mucho tiempo un gran botín que aún no es propiedad de ninguna religión ni expresión religiosa, ya que su conocimiento se ve en todos los aspectos comunes que rodean nuestra vida , es también jactancia de muchos, conocimiento de poco, pero no debemos olvidar, queridos hermanos, que cualquier sacerdocio o virtud divina conlleva una gran responsabilidad espiritual, que continuamente hace caminar a la persona que se inicia, en la delgada línea que divide al bien del mal, en varias discusiones surgidas en temas relacionados me he dado cuenta que para muchos no existen esas fronteras… ahora bien, de acuerdo a lo expuesto anteriormente y experiencias vividas les hago las siguientes preguntas: ¿será divertido trabajar con la parte más oscura de la vida: la muerte? o peor ¿vale la pena exponerse a pagar las consecuencias por abusar de ese don?
Que Dios derrame muchas luces y bendiciones sobre todos usted!